Los programas no se escriben solos. Por este motivo ALMA ha celebrado el II Encuentro Nacional de guionistas de programas de televisión, al que acudió Vertele y en el que se dieron cita una amplia representación de los creadores que hay detrás de los principales formatos de cadenas y plataformas de televisión.
El acto, celebrado en la Biblioteca Pública Eugenio Trías de Madrid, estuvo conducido por Luis Larrodera y además de permitir conocer cómo estaban viviendo dentro del equipo de Polònia de TV3 la convulsa situación política en Catalunya, dejó las experiencias de otros creadores de formatos en los que el humor ejerce de hilo conductor, sean en formato late show o de sketches.
Para hablar de late y talk shows, prestaron su experiencia los guionistas Marcos Mas (Late Motiv), Edu García (El Intermedio), Javier Valera (La resistencia), Gandalf Gambarte (Landrober Tunai Show) y Javier Jáuregui (Tiene gracia).
Late Motiv (#0)
Respecto a Late Motiv, Marcos Mas explicó que “es un late night clásico, y el proceso de creación es básicamente un brainstorming entre todos los guionistas”. Reconoció que “el programa en Movistar+ se ve menos, se ve más a través de Youtube”, pese a lo que puntualizó que “nosotros no hacemos nada distinto pensando en Internet, pero sí están funcionando viralmente pequeñas piezas de vídeo que pensamos y encargamos”.
A la hora de escribir el monólogo de Buenafuente, explicó que “yo personalmente quiero que haya un gag cada 30 segundos. Si encadenas más de dos sin risas, el presentador ya empieza a pasarlo mal”. Sobre sus fuentes, razonó que “en un programa diario tienes que estar muy al tanto de la actualidad y de la realidad. Nada más despertarme pongo Los Desayunos de TVE, se me corta la digestión, y ya sigo investigando. Funciona más extraer humor de donde no lo hay, que de donde sí lo hay”, concluyó.
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Mas incidió mucho en su afán por la concreción: “En el humor cuanto más breve todo, mejor. Yo siempre escribo y resumo para conseguir ese ritmo. Si puedo meterlo en 4 palabras en vez de en 6, mejor”, y reconoció pensando en sus compañeros que “es un logro sobrehumano hacer reír a la gente 90 minutos. Es como hacer dos programas, directamente”.
Por otra parte, Mas aseguró que “no suelo autocensurarme”: “Está la cosa complicada y espero que pase, pero también nos da mucho juego. Tampoco esperamos que nos pase como a Mongolia. Si te pones a pensar en todo el mundo que se puede ofender, no haríamos nada. Somos bastante libres, siempre hay las típicas indicaciones de no hables mucho de Netflix, porque la gente se abona, o no hables de tal banco por la publicidad, pero hasta ahora no nos ha pasado nada”.
El Intermedio (laSexta)
Edu García, coordinador de guión de El Intermedio, explicó que “en nuestro caso la actualidad es el eje central. No somos un programa de humor como Late Motiv o La Resistencia, lo bueno y lo malo es que estamos pegados a la actualidad”. De hecho, al hablar del perfil de su equipo de guión, contó que “es un equipo muy amplio de 15 personas, y muy heterogéneo: hay cómicos, monologuistas, pero también periodistas. Tenemos que ser hipercuidadosos con la parte de Sandra, la de información. Trabajamos mano a mano con un equipo de periodistas de redacción muy experimentados que nos nutren de información”.
El guionista bromeó con que “a la asesoría jurídica no hay que llamarla nunca, porque siempre te dicen que no hagas el chiste”. En cuanto a su proceso de trabajo, explicó: “Entramos a las 10 de la mañana, decidimos los temas que van a entrar y a las 11 ya repartimos los temas para los guionistas, que están asistidos siempre por periodistas de la redacción. Se escribe el guion y a las 5 de la tarde se hace una primera lectura. Cambiamos lo que no nos gusta, y otra segunda lectura a las 7. Cerramos a las 9 de la noche, Sandra y Wyoming hacen una lectura en plató, y programa”.
La heterogeneidad de sus guionistas no se traslada tanto a sus espectadores, según su opinión: “Entiendo que el espectador de El Intermedio es alguien al que le gusta la información, pero también cómo se la contamos. Es una responsabilidad saber que por ejemplo cuando detienen a un político la audiencia sube. Hemos notado que hay un bajón de ritmo con cualquier cosa que dure más de 10 minutos en el programa, y para nosotros el ritmo es muy importante”.
La importancia de las redes sociales, para él, debe ser relativa: “Todos estamos muy pendientes de Twitter. Que mola, porque hay feedback directo, pero la gente se enfada por todo. Deberíamos limitar la importancia. A veces pasan cosas como con los amigos del Valle de los Caídos, pero son pocas porque los que se pueden ofender no nos ven”, concluía.
La resistencia (#0)
Javier Valera pasó del equipo de guión de Late Motiv a liderar el de La Resistencia, y por eso bromea con que “somos el Aída de Late Motiv, como Aída de AídaLate MotivAída7 Vidas. Hacemos lo mismo que hace Late Motiv porque lo hemos copiado; ha sido algo natural. De hecho, siempre antes del programa les preguntamos de qué van a hablar, y como van antes nos joden la mitad”.
La particularidad de su programa es que los que dan la cara, desde Broncano a Castella y los invitados, “están haciendo de sí mismos. En el monólogo sí escribimos chistes, pero en el resto son ellos los que eligen si los chistes se adaptan a su persona/personaje”. Mención aparte le merece su presentador: “Broncano aporta en su ritmo. No he visto nunca alguien que salga a hacer pantalla sin importarle nada, con total tranquilidad. Él funciona con espontaneidad pura, mete chistes a última hora porque es su forma de ser y de actuar”.
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Al contrario que por ejemplo El Intermedio, Valera resaltó que “no tenemos otra función que hacer reír. Nadie espera ver a Broncano para informarse del procés o del conflicto de Israel. Por eso todo está orientado al chiste, a la risa. Das una información básica, necesaria, para que luego llegue la descojonación”.
Sobre la duración de los programas de humor, el guionista razonó con humor que “la gente no quiere ser feliz, porque no aguantan 90 minutos de risas. No aguantan un monólogo de 90 minutos. Pero jugar con las narrativas y con un hilo argumental sí que lo aguantan. Jugamos con la narrativa para suplir la mecánica de chiste, que también cansa”.
Land Rober Tunait Show (TVG)
Uno de los formatos de humor autonómico por excelencia es Land Rober Tunait Show, de la gallega TVG. Su guionista Gandalf Gambarte, tras aclarar entre risas que su nombre es real, explicó que “es un programa distinto porque es semanal”. Una de sus peculiaridades, por ello, es que “el monólogo suele girar en torno a lo que hemos hecho mal la semana pasada. Luego hacemos tres sketches de gran formato y tres bloques de entretenimiento”.
En un formato tan largo, de 90 minutos, contó que “vamos directamente a jugar con los invitados, a meterles en sketches. La clave es que sea una verbena, que ni nosotros mismos sepamos bien lo que va a pasar. Lo preparamos como una montaña rusa, pero sabiendo que en cualquiera de los momentos bajos puede pasar algo y subir sin esperarlo”. “Jugamos con la ignorancia de los participantes y de los invitados, metiéndoles en situaciones que no esperan y que no les revelamos. También jugamos con el presentador, incitándole a que haga cosas”, narró sobre su forma de lograr el humor.
Gambarte añadió también que emplean “muchas herramientas” como “sketches, juegos, retos, concursos...”. Sin embargo, reconoció que “cuando mejor funciona es cuando simplemente decimos 'allá vamos'. Por ejemplo, esta semana hicimos una especie de juego como los 'Perfectos desconocidos'. Si creamos la situación, luego todo lo que pase es gracioso”.
“No tenemos la parte del late night de entrevista. Ponemos al invitado en sketches, les cogemos y les metemos en nuestro mundo, con nuestros personajes habituales o con los juegos que vamos repitiendo. Quizás dos tercios de los invitados son de Land Rober y vienen a jugar con nosotros. El tercio restante es más orientado a ellos”, zanjó el guionista.
Tiene gracia (Canal Sur)
Otro formato autonómico es Tiene gracia, de Canal Sur. Su guionista Javier Jáuregi reconocía que en su caso “estamos en un mixto, un late básico con el modelo de Buenafuente, pero con el condicionante autonómico”. Además, su duración se ha visto muy aumentada: “Empezamos semanal y ahora somos diario de 90 minutos, que en humor es como que te tiren una piedra encima”.
Por otra parte, reconoció que “cuesta más traer invitados porque no eres Buenafuente o Wyoming, lo que hacía que no se preparase con tiempo porque se caían invitados. Sí que funcionamos con colaboradores con secciones, que preparábamos sus secciones con antelación”.
La finalidad, según Jáuregi, es divulgativa: “Hemos tenido secciones de filosofía, con un filósofo heavy de 2 metros, y también monólogos de Manu Sánchez por ejemplo de la tabla periódica, con humor. Te da un subidón que luego te escriban profesores diciendo que poniendo esas piezas han obtenido las mejores notas en 10 años”. “Al final, para rellenar toda la duración establecimos como requisito para fichar a los colaboradores que hablen mucho”, bromeó para concluir.