Además de definir el futuro de sus parejas participantes, si algo consigue La isla de las tentaciones es elevar el nivel de popularidad de sus concursantes. Y en un momento en el que las redes sociales se han convertido en auténticas generadoras de dinero para sus influencers, erigirse como tal tras pasar por el programa, puede ser una consecuencia directa.
En concreto, dentro del casting de la segunda edición del reality de Mediaset, Melodie y Melyssa son las que mayor partido están sacando a su rédito en Instagram. La primera asciende ya a más de 738.000 seguidores, mientras que la segunda se acerca al millón. Semejantes cifras tiene como consecuencia el ascenso de su caché que, dadas las circunstancias, se ha multiplicado.
Según recoge El País, contando con la colaboración de la empresa de marketing digital Binfluencer, Peñalver estaría cobrando cerca de 2.000 euros por cada publicación de publicidad que comparte en su red social. De tal forma que consiguiendo una media de 10 posts al mes, sus ingresos mensuales ascenderían a los cerca de 20.000 euros.
Teniendo estos datos en cuenta, las concursantes podrían seguir impulsando su actividad en redes con las que labrarse carrera como influencers y seguir obteniendo el elevado nivel de beneficios. En el artículo se recoge también que en su devenir dependerá que capten o no la atención de las grandes marcas. Algo que sí ha conseguido Susana Molina, ex de Gran Hermano y de la primera edición de La isla de las tentaciones.