Hugo Castejón ha sido uno de los participantes más polémicos y criticados de GH VIP 7. Pero su controvertida imagen pública contrasta con su meteórica carrera política, asentada en sus buenos contactos dentro del Partido Popular.
Como el crítico Ferrán Monegal recuerda en su columna de El Periódico, Hugo Castejón llegó a ser Subdirector de Promoción Universitaria en la Comunidad de Madrid bajo el mandato de la líder popular Esperanza Aguirre.
El economista, “militante del PP y activista de la fundación FAES” como le define Monegal, fue “apadrinado por la consejera de educación Lucía Figar” y también estuvo “bajo la protección de Jaime García Legaz, Secretario de Estado del PP”. La primera tuvo que dimitir en 2015 por el caso Púnica, mientras el segundo fue noticia por ser considerado uno de los protectores del 'Pequeño Nicolás'.
Música y TV sin abandonar su estatus directivo
Licenciado en Económicas y Dirección de Empresas, poseedor de un máster en Administración y Finanzas por la Universidad de Pensilvania y Economista del Estado tras aprobar la oposición con apenas 24 años, como explica Informalia, Hugo Castejón fue Consejero Económico en las Embajadas de España en Nicaragua y Nigeria del 2000 al 2006.
Su nombramiento en la Comunidad de Madrid le convirtió en un asiduo de los platós televisivos para tertulias de Intereconomía y 13TV, donde coincidió entre otros políticos con Inés Arrimadas.
Pese a su meteórica carrera, que le ha llevado también a ser director de financiación y relación con inversores de ICEX-Invest in Spain y a ganar un sueldo de 100.000 euros anuales, primero quiso centrarse en su carrera musical sin abandonar su puesto directivo. Y ahora, tras aparecer en televisión por su romance con Marta Sánchez, sigue apostando por el mundo del espectáculo entrando en el reality.
Eso sí, su participación ha sido muy fugaz, puesto que se convirtió en el segundo expulsado de la edición, aunque ahora sigue participando en las distintas galas del programa.
Su caso es sólo uno más de los muchos ejemplos que demuestran que la línea entre el espectáculo televisivo y el político es muy estrecha, hasta el punto de producirse “saltos” entre un mundo y otro con diferentes características. En Vertele ya habíamos recogido nueve casos en los que conocidos rostros televisivos dieron el paso a la política.