El director de eldiario.es Ignacio Escolar y el portavoz territorial de Jueces para la Democracia Joaquim Bosch acudieron este sábado 26 de mayo a laSexta Noche para hablar sobre El secuestro de la justicia, el libro en el que se plantean hasta qué punto el poder judicial español está sometido al político.
El programa aprovechó la presencia de ambos para ahondar en los costes que a nivel estatal han tenido los más recientes casos de corrupción que han estado en boca de todos esta semana: la operación Erial, que ha llevado a la encarcelación del exministro Eduardo Zaplana, y la sentencia de la primera etapa del caso Gürtel.
“Los delincuentes van en moto y los jueces y policías en bicicleta”, decía Escolar tirando de metáfora para hablar de los problemas que hay en España para penar la tramas de comisiones ilegales y desviación de fondos. “Es extremadamente difícil desentrañar las tramas”.
“Es evidente que entre los corruptos hay una clara percepción de impunidad”, argumentaba Bosch. “Saben que habitualmente las tramas corruptas tienen más medios para eludir la acción de la justicia que las que tenemos en los juzgados para perseguirlas. Saben que en una corrupción tan instalada en el sistema eso no se improvisa. Es producto de muchos años de actuaciones consentidas por omisión por el poder político”.
Esto conlleva una gran dificultad para, aun deteniendo y juzgando a los infractores, “seguir el rastro del dinero y que regrese a los españoles”.
“Sería escandaloso conocer los sobrecostes reales de las obras públicas”, señala Escolar. “Estos datos van a ser muchísimo más que el cálculo que Moncloa ha mandado a los medios en un argumentario económico, diciendo incluso lo que cuesta la moción de censura”, explica el periodista, que se pregunta: ¿Lo que cuesta lo que demuestra la sentencia cuánto es? ¿La corrupción institucional cuánto cuesta?“.
Sin embargo, el alcance de la conversación entre Bosch y Escolar en su libro va más allá de la corrupción. Trata también otros temas del todo actuales como el de las injusticias de las víctimas de violencia machista, que casos como el del juicio a La Manada han dejado de manifiesto.
El magistrado ha criticado, por ejemplo, las palabras que el ministro Catalá manifestó sobre Ricardo González, el juez que tuvo un voto particular en dicha sentencia. “El ministro es precisamente la persona menos indicada de España para hablar de un juez. Que lo haga la sociedad, el movimiento feminista... Algunos juristas hemos criticado la sentencia con argumentos jurídicos constructivos, otros han estado a favor... Es bueno que la sociedad opine en el sentido que sea. El ministro tiene capacidad para castigar o premiar a través del Consejo General del Poder. Debería callarse y dar medios a la justicia, que es lo que no hace”.