Un inesperado cambio de rumbo cerró la octava temporada de The Walking Dead
AVISO, SPOILERS: el siguiente artículo desvela lo ocurrido en el final de la octava temporada de 'The Walking Dead'
Fiel a su tendencia de los últimos años, 'The Walking Dead' ha cerrado su octava temporada con un capítulo que, en mayor o menor medida, ha dinamitado las tramas principales de la serie. En 'Wrath' ('ira') vemos, por ejemplo, cómo Eugene vuelve a ponerse del lado de Rick en detrimento de Negan y los Salvadores. Lo hace traicionando al villano interpretado por Jeffrey Dean Morgan, al que entrega una bala para que pruebe la munición que ha creado para los Salvadores de cara a la gran guerra.
La prueba resulta de lo más satisfactoria, pero en el campo de batalla todo lo contrario. Cara a cara con Rick y los suyos, los Salvadores abren fuego, pero las balas están defectuosas y acaban hiriéndose a sí mismos. Incluido Negan, que sufre una herida en la mano que lo deja con las defensas bajas. Una circunstancia que Rick aprovecha para atacar. Sin embargo, Negan parece estar de la victoria, aunque otro giro deja a Rick con todo a favor. De hecho, le corta el cuello a su enemigo con un cristal. El final de Negan, por tanto, parece estar cerca, pero no. Es Rick quien lo impide permitiendo que le salven la vida dejándose llevar por los pensamientos de Carl.
La decisión del sheriff enfurece sobremanera a Maggie, que quiere venganza contra Negan por la muerte de Glenn. Considera que tanto Rick como Michonne están equivocados, como así les hace ver entre gritos y con miradas muy poco amistosas. Su opinión es compartida por Daryl -que deja a Dwight que se vaya con la promesa de que no vuelva-, que ahora se alinea con ella en lo que parece ser una fuerte división dentro de un grupo que se ha mantenido unido durante años.
Con Negan encerrado entre rejas y los Salvadores poniendo rumbo a su casa -ambas cosas por orden de Rick-, es Maggie, con Daryl al lado, quien se presenta ahora mismo como el principal quebradero de cabeza de un Rick que tiene claro que los enemigos no son los vivos, sino los muertos. Aunque eso le enfrente a sus más fieles amigos.