Opinión y Análisis

Por qué apostar por la información en TV no es un 'sprint', sino una carrera de fondo

Ana Pastor y Ana Terradillos

Marcos Méndez

La invasión y ofensiva de Rusia en Ucrania ha hecho que la información se convierta en un formato televisivo más -como pueden serlo las series o los programas de entretenimiento- para pelear por la audiencia. Pero también va a volver a demostrar la dificultad de plantear esa apuesta a los espectadores acostumbrados a otros contenidos.

Antes de nada es conveniente alabar que cualquier canal generalista, sea público o privado, apueste por la información. Siempre exigiéndole que sea de una forma periodística, precisa, correcta y no sensacionalista; es de justicia reconocer a todos ellos esa apuesta por acercar y tratar la actualidad. Más aún en una situación bélica como la que vive el este de Europa por decisión de Vladimir Putin.

Pero también es justo reconocer que no todas las cadenas entrenan igual su músculo informativo, en una semana que se presta a ello puesto que Telecinco ha apostado por dedicar su access a Ucrania, y Antena 3 ha anunciado un especial informativo que ocupará su noche de este jueves. Bazas que podrán rendir como “sprints” rápidos, pero que dejarán claro que la información se trata de una carrera de fondo.

La información como base o como baza

A la única cadena a la que se le puede exigir que priorice la información, y que además lo haga de una manera destacada, es a TVE. Y en este caso, La 1 lo ha hecho y así se le ha reconocido, con una cobertura notable para un acontecimiento histórico en la que no ha dudado en levantar su parrilla para centrarse en la información o en alargar su Telediario 2. La cadena pública ha hecho valer su extensa y especializada red de corresponsales, y su esfuerzo ha sido aplaudido aunque no haya supuesto un acicate para sus audiencias, aparentemente insalvables por la crisis que atraviesa la Corporación.

Un acicate que sí ha supuesto para laSexta. La cadena de Atresmedia es el principal ejemplo de que apostar por un modelo, cuando éste se sitúa en el foco principal, da sus frutos. En su caso, desde el principio apostó por la información y la actualidad como base de su programación. Y así ha conseguido hacerse un hueco destacado día a día, y sobre todo dispararse cuando la información reclama toda la atención. Lo demuestra en noches electorales, en sucesos históricos como el 1-O en Catalunya, en crisis como la del PP o, claro está, cuando se inicia una guerra en Europa. Por eso sus programas han vivido una ola de récords, que parece seguir adelante en esta nueva semana, y a su público no le cuesta nada sumarse a sus especiales informativos o ediciones especiales de programas como El Objetivo porque está acostumbrado a esos contenidos.

Pese a ello, y situándose claramente en “ligas” distintas, Antena 3 ostenta el liderazgo informativo desde hace 26 meses. Cierto es que Pasapalabra y su 'Rosco' tienen mucho que decir en la fuerza de Vicente Vallés, como analizamos con datos, pero la cadena principal de Atresmedia opta por concentrar esa consideración en Antena 3 Noticias, y confía su sello sobre todo en el entretenimiento. Ese interés por no dejar de lado la información, pero sí situarla en un prudente segundo plano, hace que por ejemplo sus especiales electorales no suelan despuntar en audiencias. Algo que seguramente también le pase al especial informativo de este jueves. Su público tiene como una cita fija los informativos, pero reconocen a Antena 3 como una cadena con la que poder entretenerse cualquier noche. Esto hace que su liderazgo informativo no se traslade al prime time con los especiales, sin que suponga tampoco una desbandada general.

Caso muy diferente es el de Telecinco. Mediaset lleva ya mucho tiempo sin apostar por la información, suprimió hace años Noticias Cuatro y mantiene encapsulado desde hace más de una década a Informativos Telecinco, sin siquiera apostar por especiales en noches electorales, por ejemplo. El grupo apuesta por formatos de actualidad como los magazines El programa de AR, Ya es mediodía, Ya son las ocho, Todo es mentira o Cuatro al día. Formatos en los que, sí, tiene cabida la información (como han demostrado estos días), pero sin duda no supone su eje central. Todos ellos están más bien impregnados de ese “universo Mediaset” en el que sus personajes y realities interrelacionan sus horas de programación.

El modelo de Mediaset ha sido confiar en Telecinco, y el de Telecinco apostar por ese universo propio que tan bien ha funcionado a lo largo de tantos años, convirtiéndose un mes tras otro en la cadena más vista de España. Pero su modelo ahora está en crisis, y al igual que recupera las series (Entrevías y La que se avecina) como salvavidas apelando a su histórica dedicación a la ficción, y sus espectadores lo aceptan; Mediaset quiere sumarse a la información en directo, un género además idóneo para diferenciarse de las plataformas y que a buen seguro marcará el futuro de las cadenas tradicionales. El problema es que sus espectadores ya no están acostumbrados a esos contenidos.

El público de Telecinco acude a la cadena para ver las últimas historias de su propio universo, no para informarse. Y no es una concepción nueva, como demuestra el ejemplo más famoso: el enfado de los fans de Mujeres y Hombres y Viceversa en 2016 porque el canal canceló su emisión para informar sobre los atentados de Bruselas. Mediaset lo aceptó, y por eso simplemente mantiene sus informativos (sin cambiarles de plató desde hace 15 años) pero no apuesta por especiales y hasta mantiene Socialité en vez de emitir una histórica comparecencia del presidente del Gobierno, por citar un ejemplo. Hasta ahora, en el que testará en access Ucrania, esto no se podrá olvidar, este nuevo formato informativo que conduce Ana Terradillos de 22:00 a 22:50 horas.

Al tratarse de actualidad e información, estos cambios pueden incluso usarse para contraprogramar sin tener que avisar con tres días de antelación, como ha hecho Telecinco cancelando por sorpresa su especial de Rocío Jurado por el 8M. Pero ahora habrá que ver si la audiencia de la cadena principal de Mediaset acepta esa nueva ventana puramente informativa o, como ya ha demostrado otras veces, reclama los contenidos habituales de Telecinco. Lo que volvería a demostrar que la apuesta por la información en televisión es una carrera de fondo.

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