La cancelación de Cuentos chinos ha sido objeto de broma, inesperada, durante la emisión de Todo es mentira de este martes 3. Era en los últimos minutos de emisión cuando un comentario mordaz de Antonio Castelo era replicado por Risto Mejide, aludiendo a la corta vida que ha tenido la apuesta del access prime time de Telecinco, presentada por Jorge Javier Vázquez y con el cómico de colaborador.
Pocos minutos antes de las 18:00 horas, el magacín satírico abordaba el desarrollo de unos fármacos, los senolíticos, que tienen por objetivo eliminar las células muertas responsables del deterioro asociado a la edad. Así introducía el tema el presentador: “Puede que la vida eterna esté cada vez más cerca. O casi. Hay unos fármacos que aseguran que podrían hacernos vivir hasta los 140 años”.
Castelo intervenía para hacer el habitual apunte de humor, y hacía un símil de tono autoparódico. En concreto, 140 años es “lo que duran, más o menos, dos programas de Todo es mentira en mi cabeza”. No esperaba la respuesta inmediata de Mejide: “Perdona, o toda la temporada de Cuentos chinos”.
Pulla de un programa “hermano”
Castelo quedó sin respuesta, mudo. Y como él, el resto de contertulios. De hecho, el humorista quedó cariacontecido durante más de cinco segundos en plano, antes de que realización cortase para enfocar a Marta Flich, también desconcertada. Eso sí, a continuación unos y otros acabaron rompiendo a reír por la inesperada pulla.
Inesperada no solo por estar, aparentemente, fuera de guion, sino por venir de un programa hermano. Al fin y al cabo, Todo es mentira es otra producción de La Fábrica de la Tele como el ya concluido Cuentos chinos, que desapareció de forma fulminante de parrilla después de 10 emisiones y “tras no haber obtenido los resultados esperados” por Mediaset.
En todo caso, Jorge Javier Vázquez también había quitado hierro al fracaso de su regreso a televisión en sus últimas interacciones en redes sociales. De hecho, para contestar a aquellos titulares y comentarios que especulaban sobre su estado anímico y su futuro televisivo, comentó con ironía: “Siempre me quedará Tinder”. “Perdón por no haber sabido encontrar vuestra complicidad”, dijo, en tono más serio, nada más conocerse la cancelación.