Desde que empezara el Supervivientes 2019, Isabel Pantoja ha pedido cada semana abandonar el concurso. Cuando la audiencia le salvaba, volvía a retomar fuerzas y agradecía el quedarse, hasta que pasaban unos días y volvía a transmitir sus ganas de marcharse.
Una actitud poco coherente que los espectadores habían criticado y que por fin en la gala de hoy ha explicado señalando que vivir en una isla le recuerda que no tiene el “mando” de su vida.
“La isla me recuerda que no tengo el mando de mi vida nuevamente”
Todo se desencadenó el día anterior cuando la tonadillera vivía su peor crisis de ansiedad: llorando, gritando y pidiendo que se quería marchar de allí, que le trajeran un barco o se iba nadando.
Tras ser tratada por el equipo médico, la cantante volvía a reunirse con sus compañeros y pasaba el día más tranquila. Hasta que esta noche pedía a Jorge Javier Vázquez explicar sus “continuos intentos de fuga” para que pudieran entenderla:
“Ayer me dio una crisis de ansiedad grande la cual llevo superando desde la primera semana y por un momento se me metió en la cabeza abandonar”, empezó relatando. “Para mí el estar aquí desde 2011 era el sueño de mi vida pero todo el mundo sabe que lo he pasado muy mal. Pensaba que mi mente estaba bien y físicamente pero el estar en una isla me recuerda día a día a que no tengo el mando de mi vida nuevamente en mis manos”, confesaba haciendo referencia a su encierro en la cárcel.
Añadía más detalles a su angustia: “Cuando estoy allí durante el día lo voy sobrellevando pero cuando llega la noche me dan ganas de salir y no puedo. Estoy rodeada de mar y ahí llega la crisis de ansiedad y no puedo dormir. Los cayos me recuerdan donde estuve. Aunque aquí he venido libremente y estoy feliz, me recuerda muchísimo donde yo no elegí estar y estuve muchos meses y perdí la libertad. Así me he sentido estas tres semanas aquí”.
Jorge Javier, a Isabel: “No debes tomarte el reality como una condena, es un trabajo”
Incluso aseguraba que “la comida era lo de menos, era el no poder ver a mi gente. Es como recordar el tiempo pasado allí, aunque esto sea paradisíaco, es lo mismo porque mi libertad la he perdido. Va a ser la octava semana y lo estoy pasando duro pero no quiero defraudar a nadie: ni a mi familia, ni a mis amigos, ni a mis fans, ni a la audiencia, ni a la productora, ni a la cadena, pero especialmente a mí misma. Quiero demostrarme que sí puedo. No quiero abandonar”, concluía con fuerza.
Al acabar, Jorge Javier quiso dedicarle unas palabras de agradecimiento por su esfuerzo: “Creo que toda la gente que ve Supervivientes hoy puede entenderte. Era complicado verte un día bien y otro no. La explicación psicológica que has dado es totalmente comprensible. Pero no debes tomarte el reality como una condena, es un trabajo”.
Y concluyó asegurando que para el equipo “es un regalo” su presencia en el concurso que, además, “está haciendo historia”.