'La isla de las tentaciones 6' provocó la peor venganza de la Barbie y la infidelidad de Adrián

Paula Hergar

21 de febrero de 2023 01:05 h

La quinta entrega de La isla de las tentaciones 6 desveló lo que ocurrió con Elena tras su desmayo y la venganza que protagonizó: “de Barbie a Ken”. Con un mensaje muy claro para ella, pero lo peor es que no lo fue tanto para él.

Además, la emisión mostró a varios de los infieles arrepentidos, a la vez que Adrián por primera vez caía en la tentación con Keyla. Algo que promete ser un tsunami en la villa de las chicas.

Todo ello, en una noche en la que volvió Miguel de Hoyos como tentador, tras su paso por la cuarta edición: “Con Gal·la no me fue del todo bien y vengo a intentar a ver si me va bien en el amor”. Una entrada que hizo tambalear los cimientos de Marina.

El preocupante desmayo de Elena y el veto a María

Si la entrega anterior acabó con el ataque de ansiedad de Elena, el programa de este lunes retomó la emisión en ese mismo punto. La joven que acababa de ver a David acostándose con la tentadora, se levantaba del suelo, tras gritar desesperada y pedir “por favor” que no fuera real. “No puede ser que esto me esté pasando a mí otra vez. No me lo creo, no me lo creo”, repetía y suplicaba a Barneda no ver más.

“Pensaba que me quería de verdad, yo con él me comporto como una mujer. He luchado mucho para estar con él para llegar y que me haga esto ahora. Pero la presentadora dio paso a más imágenes para ella. Le vio dejar el anillo de ella, acostarse de nuevo con la tentadora y acabar. ”No tiene corazón“, decía ya Elena sin casi reaccionar: ”Estoy en shock, no me lo esperaba para nada“.

En apariencia más serena, transmitía su desconcierto: “No lo entiendo porque antes de venir estábamos súper bien. Lo que más me duele es que no se arrepienta y no piense en el daño que me puede hacer a mí”. Al escuchar que no había más imágenes para ella, pudo relajarse pero al arrancar las imágenes de Lydia se desmayó.

El equipo del programa corrió a socorrerla y sus compañeras se apartaron a un lado asustadas. La sacaron para supervisarla y al regresar todas a sus puestos, Barneda les comunicó lo siguiente: “Elena está en el servicio médico, ha sido una bajada de tensión. En seguida la vais a ver en la villa pero creemos que lo mejor es que no vuelva a la hoguera. Gracias por la entereza, no ha sido una noche fácil”.

Todo continuó con unas imágenes de Manuel que no preocuparon en exceso a Lydia y el collar del veto que tuvieron que escoger a quién ponérselo. “Elena no se lo merece para nada y vetamos a María”, sentenciaron todas por unanimidad.

Al regresar a la villa, todas se reencontraron con los solteros y llegó Elena. Totalmente derrotada, explicaba lo ocurrido: “He visto cosas muy duras que no me esperaba para nada. No ha sido un beso, no ha sido solo una vez. No piensa en mí. Está siendo un momento súper duro para mí”, confesaba y se marchaba a dormir. Las chicas le acompañaron y le apoyaron.

El mensaje de Elena, que el “Ken” no entendió

David continuó acostándose con María cada noche y hasta le aseguró que no se irá del programa con Elena. Pero al día siguiente confesó a Barneda que aún sigue enamorado y quiere mucho a su novia. “Me arrepiento un poco, no se lo merece. Lo estoy pasando mal”, lamentó.

Seguidamente, la presentadora confirmó lo que todos esperaban: el collar del veto era para María. David se ponía a llorar: “Le sigo importando aunque le haya fallado. Me destroza aún más. Mantendré la distancia más con María, ya he estado lo suficiente”, soltó.

Elena prefirió ni tener citas con nadie, ni salir de la villa a hacer actividades: “Estoy fatal y paso de los tíos, no tengo ganas de nada. Quiero ser fuerte pero por dentro estoy rota”, explicó. A cambio, le permitieron enviar un objeto a David: “Quiero enviarle algo para que vea que me ha perdido y que se ha acabado”. Escogió una banda de Barbie que le hizo su madre, con un mensaje que solo ella veía claro: “Ha perdido a una Barbie y que se quede con la otra malagueña. Si es listo lo entenderá”... No lo entendió. “No sé qué significa, me hace sentir fatal. No sé si me quiere decir que ella es la Barbie original o qué”, decía él tras recoger la banda del dron.

El primer arrepentimiendo de Álex y la nueva tentación de Marina

Álex culminó lo que le faltaba con Yaiza, con la que se había “intentado conocer poco a poco” hasta que dieron el paso definitivo, que encendió la luz de la tentación de nuevo. “Me he dejado de cohibir porque en la otra villa no me están dando mi lugar”, explicó él. Y cuando estaba en lo más alto de la montaña rusa, empezó a dudar de si quería volver con Marina, y si todo había sido un simple capricho.

Por su parte, al ver la alarma, Marina corrió a buscar a su tentador para llevarlo a su habitación y dormir juntos. “Sé que me va a respetar, así que me apeteció dormir con él”, explicó a cámara. Sin embargo, con la llegada de Miguel de Hoyos todo cambió para Marina. Él se fijó en ella desde el principio y ella se lo agradeció en los juegos nocturnos. Lo que despertó los celos del tentador anterior que prefirió retirarse de la conquista.

La confianza ciega de Lydia ante un Manuel seducido por Miriam

Manuel y Lydia que estaban desaparecidos en las entregas anteriores, aparecieron en imágenes muy a pesar de ella. Y es que el joven cada vez se acerca más a Miriam, a la que le confesó que se vería con ella fuera porque era una persona que le gustaba.

Tanto se acercaron que él dudaba de dónde poner los límites. “Quiero estar con Miriam porque he venido a ponerme a prueba, pero no quiero que Lydia actúe por venganza”, comentaba a sus compañeros.

Lydia alucinó al saber que los chicos vetaban a Miguel, el tentador con el que ella estaba más cercana. “No le encuentro el sentido, no sé qué habrán visto”, lamentaba la joven y tildaba de egoísta a su novio.

Naomi en el límite con Napoli y Adrián desbocado con Keyla

Napoli y Naomi continuaron con su química (y calentón tras calentón), dándose besos en la comisura - casi labios enteros- pero, según ella, resistiendo: “Ha habido un momento que he tenido ganas de besarle pero lo importante es aguantar”, decía orgullosa.

Mientras Adrián confirmaba que Keyla era su “compañera de día y de fiesta, no hay una persona con la que me lo pase mejor”. Acabaron hasta compartiendo cama de noche, pero lejos de tener relaciones íntimas, jugaron con las almohadas, a morderse, cosquillas... “Keyla me atrae físicamente pero no puedo pensar en otra que no sea Naomi”, confesaba él.

La noche siguiente, Adrián y Keyla ya se aclararon que sí se gustaban, que se sentían atraídos el uno por el otro y volvieron a la habitación de él. Allí él le aseguró estar nervioso y ella se estiró en la cama junto a él. Momento en el que se dieron su primer y esperado beso.

La sorprendente confesión de Laura

Laura empezó a replantearse cosas de su relación que antes tenía claras y ya no. “Me gusta mucho Saúl, si no tuviera pareja podría tener algo con él pero la tengo y no me sale darle un beso”.

Hasta que en la cita con el tentador, Laura se derrumbó: “Cuando salga de aquí, la vida que me espera con Alejandro no sé si es la que quiero de verdad. Sé que él tiene ilusión de que me vaya a vivir con él, pero no sé si es lo que quiero de verdad”, le confesaba llorando a Saúl y él se alegraba porque también tenía miedo de perderla.

También Alejandro aseguró que “el feeling” con Irene había crecido y le ponía “contento”. Pero se limitaba a verla como un simple apoyo.