'La isla de las tentaciones 7': de la decisión final de Ruth y Niko, a la pillada de Marieta a Álex en la cama

Paula Hergar

28 de febrero de 2024 22:30 h

La octava gala de La isla de las tentaciones 7 acabó con el principio de la hoguera de los chicos, cuando Adri fue el primero en comprobar que Mariona había sucumbido a los encantos de Julen. Así, la novena entrega arrancó donde se había quedado con el novio totalmente perplejo por la infidelidad.

Tras ver la noche de pasión de su pareja con el tentador, Adri zanjaba: “Ya está, ya está. Siento mucho asco. No me lo puedo creer. Creo que la experiencia le ha venido como anillo al dedo, quizá me quiso dejar antes y no era sincera consigo misma. La diferencia con lo que he hecho yo es el sexo”, concluyó pidiendo marcharse de ahí.

El siguiente en ver imágenes fue Borja al que se le puso “el corazón en un puño” viendo a Ana tan cerca de Napoli. “Están así mucho tiempo y le llama 'mi chico', yo no se lo digo a las tentadoras”, lamentó. Definió al italiano como “pesado y personajillo” pero se quedó tranquilo al ver que no iba a más su relación.

Como también le ocurrió a Ruth, el programa castigó a Niko sin imágenes tras su reencuentro en el espejo donde no cumplieron con las normas y hablaron con palabras. “Entonces necesito una hoguera de confrontación, no puedo continuar así con la experiencia, lleno de dudas. Sí la quiero”, pidió y Sandra Barneda aceptó.

David descubrió la “conexión” que confesó tener María con Álvaro: “No me hacen gracia esas imágenes. Si hace algo con ese tío me río en su cara. Me sentía un poco mal por lo que estaba haciendo con Zaira y ahora ya no. Quizá incluso avanzo más”, amenazó. Al escucharle hablar con él añadió: “Como siga así, a lo mejor el que me voy solo soy yo”.

Finalmente, Álex cerró la hoguera viendo a Marieta tener sexo y más sexo con Sergio: “Quiero ver todo el vídeo para que no se me olvide en mi vida. Es que ya me da asco y me parece todo ordinario, tan correcta que era ella. Yo no veo la conexión real, solo veo guarreo”. Al ver más imágenes iguales: “No tiene perdón, ni lo suyo ni lo mío, pero no soy capaz de perdonar eso”, confesó alicaído.

La venganza de los chicos y el destierro de María con Álvaro

Al volver de una de las hogueras más duras para ambas villas, los chicos parece que se pusieron de acuerdo en su venganza: Adri fue directo a por Mónica a quien había frenado en varias ocasiones, pero esta vez la llevó hasta su cama directa y culminaron lo que se había quedado a medias.

Álex también se llevó a Gabriela a la habitación y hasta ella bromeó: “Ya vivo aquí”, dijo sonriendo y mostrándose totalmente cómoda en su nuevo hábitat.

Sin embargo, las chicas se mostraron mucho más cabizbajas. Marieta se fue a dormir con Sergio pero se puso a llorar por las imágenes que había visto. Mariona también estuvo triste con Julen. Y la peor fue María que se vino abajo al ver que después de “luchar tanto por David no sabía si le merecía la pena”.

Por ello, Barneda informó a María que al no estar disfrutando del todo de la experiencia, la desterraban durante 24 horas con su mayor tentación: Álvaro.

La hoguera de confrontación (y mucho orgullo) de Ruth y Niko

Esa misma noche, Niko se dirigió hacia donde le pedía su cuerpo: a la hoguera de confrontación para poder hablar con Ruth y aclarar todo lo ocurrido entre ellos. “Nunca la he visto hablando de la relación como la he escuchado” confesaba el novio a la presentadora, “no hay excusa para hablar de la forma que ha hecho ella sobre tu pareja”.

Aunque se hizo esperar, finalmente llegó Ruth sin saludar a Niko y se sentó sin mirarlo. “Te vas a arrepentir de esto”, le dijo él y ella se rió. “¿Cómo se te ocurre decir que me vas a ver llorando y esa maldad?” preguntó él y ella empezó a enumerar sus dolores: “Primero el hielito en la primera hoguera, haciendo guarradas. Disfrutando. Me congelaste para que no viera imágenes”. Al escucharla, él no salía de su asombro: “Es alucinante, ¿tú eres la madura? Has hablado como la mierda de mí”.

“Nos habíamos hecho una promesa que si no veíamos ninguna conexión con otro, al vernos en la hoguera final nos daríamos un abrazo. Pero igual que me está decepcionando en muchas cosas, también en esta” confesaba él. “No me vas a ver llorar aquí porque he visto que eres un guarro”, respondió ella.

Él vio sus propias imágenes por primera vez. “Tú no me has visto así a mí en ningún momento”, le dijo Ruth y él respondió que peores cosas había dicho ella de él. “Me da alegría ver que lo he pasado bien, siempre la he respetado pero no quiere ver que su novio disfrutó”. Pero ella continuó asegurando que le parecía “un asco”.

Ella se vio a sí misma criticándole diciendo que no sabe de geografía, que lo va a pasar mal, que sus cosas se las dará su madre, que es un niño, que quiere “hacer un borrón”, que empieza su soltería, que va a “llorar como un perrito”... y ella se defendió diciendo que fue después de las hogueras. “No hay imágenes mías guarreando”, a lo que él respondió que “lo hubiera preferido”.

Llegado el momento de hablarse con el corazón, él empezó: “Viendo todo lo que has hablado mal de mí nunca he dicho nada malo tuyo. No entiendo que hagas eso. Me has hecho perder toda la confianza. Solo veía que hablabas pestes de mí, que no he hecho nada. Lo eres todo para mí, eres mi futuro. Te amo”, lamentó.

Pero ella siguió en su línea: “Yo también he recibido palazos. Nada bonito de tu parte. Iba a muerte contigo y recibía en la hoguera, por lo que iba a la villa y me desahogaba. Nunca se está preparado para venir. Lo eres todo para mí”, señaló.

Finalmente, Barneda hizo la gran pregunta: “¿Con quién queréis abandonar la experiencia?” A lo que Niko respondió que ella es su vida entera, quiere casarse con ella, tener hijos y vivir toda la vida. Mientras ella negaba con la cabeza y con el rimmel corrido de las lágrimas: “Me voy con Niko”, respondió. Los dos se abrazaron derrumbando las barreras del orgullo (que era mucho): “¡Te amo!”.

La fuga de Marieta a la villa de los chicos y la ¿pillada en pleno acto?

Paralelamente, en la villa de las chicas jugaban a verdad o atrevimiento. A María le preguntaban si quería tener una relación con Sergio fuera y ella confesaba que sí. Pero al tocarle a él, respondía algo que derrumbaba a la joven: “Ahora mismo no, en estos momentos no. La estoy conociendo pero no estoy preparado para lo que necesita fuera”.

Lo mismo ocurría entre Álex y Gabriela en su villa, que él aseguraba que quería todo con ella y se veía con ella fuera. Mientras ella le besaba y se reía.

Por la noche, Barneda permitía a una de las chicas ver a su novio en directo durante 10 minutos. Marieta pidió ver a Álex por el “cacao mental” que sentía para saber por dónde iba a ir su relación. “Es la que peor va, necesito verlo, quiero entenderlo no quiero odiarlo”. En la multipantalla vio a Álex lamentando el fin de su relación y confesando que le quería pedir matrimonio, también estaba David con Zaira, las tentadoras y Borja en la habitación con su tentadora.

Marieta se mordía las uñas, gritaba, se desesperaba al verlo después con Gabriela. Volvía a gritar, le pedía que la soltara. “No puedo con esto, por favor. Que lo dejes en paz”, gritaba a la tentadora. Suplicaba a Barneda que le dejara ver más. “Ves como actúa por venganza, y ahora llora. Me da mucha rabia. Me podía haber entendido y me ha hecho daño gratuito. Esto es muy doloroso”, decía.

Al regresar a la villa, lloró explicando lo que había escuchado de su novio. Sergio se sintió mal y le explicó que por eso mismo no podía tener nada con ella, que le entendiera. Arrepentida ante tal panorama, Marieta decidió fugarse a la villa de los chicos para ver a Álex. Entró gritando y quería entrar a la habitación pero Borja la frenó. En ese instante la cámara mostró al novio teniendo sexo con la tentadora, y cómo la puerta de su habitación se abría... así acabó la entrega.