
La octava edición de La isla de las tentaciones puso fin a su experiencia en las villas de República Dominica la semana pasada, con las hogueras de Montoya y Anita y la de Tadeo y Sthefany.
Por lo que este lunes, Telecinco emitió el esperado reencuentro de cinco de las siete parejas protagonistas, tres meses después de grabar la experiencia.
Recordamos que solo tres salieron de la mano: Tadeo y Sthefany, Andrea y Joel, y Fran y Ana Luiza. A los que se unieron Bayán y Torres, como nueva pareja. Mientras que Montoya, las Albas, Álvaro, Gerardo, Eros y Anita se marcharon solos.
Sin embargo, el reencuentro (grabado antes de la emisión del programa, sobre el mes de enero) desveló que todas las situaciones habían cambiado mucho:
Ana y Fran rompen frente a Barneda, tras sacar a la luz la relación con Gabriela
La primera pareja que abandonó la experiencia y de la mano, volvió a sentarse frente a Sandra Barneda. Junta. Recordaron cómo fue su breve paso, a través de las imágenes. “Nos fuimos porque no quería volver a decepcionarla, porque no encontré mi sitio y no me supe integrar. Me bloqueé y salimos así”, confesó él.
En ese instante Ana se derrumbaba: “Me da pena verme allí porque ya no soy la misma persona. Estaba muy enamorada en ese momento. Y ahora estoy decepcionada”. Ana explicó que al regresar de la isla estuvieron bien una semana, “habíamos reforzado la relación”, pero se fueron de viaje a Mallorca y él la dejó para irse con Gabriela, la tentadora.
La versión de Fran fue otra: “Me entero seis días antes de la isla que Ana me había sido infiel. Por eso mi actitud en la isla, por miedo a perderla. Al volver me vino a la cabeza toda la infidelidad, la dejé y no volvimos a vernos. Estuve un mes con Gabriela, pero hubo cosas que no me gustaron porque somos distintos. Y ahora estamos intentando arreglarlo con Ana”.
La joven aclaró que le fue infiel a Fran en una época en la que él estaba muy “obsesionado con el gimnasio, con su cuerpo, vivíamos en la misma casa y ni nos mirábamos. Estuvo mal serle infiel, pero en la isla lo arreglamos y al volver desapareció. ”Yo ya he cambiado, porque se cree que me puede dejar cuando quiera, dejarme e irse con otra al día siguiente. Ya no quiero tener hijos con alguien así“.
Barneda pidió que Gabriela entrara para que contara su parte: “Vengo a desenmascarar su relación porque cuento tienen un rato”. Y se dirigió a Fran: “En el momento de tu hoguera me dijiste que me esperabas en Madrid y me lo tomé como que querías conocerme fuera. Seguimos hablando. A las dos semanas de hablar me enviaste un ramo de 200 rosas. Me dijo que había dejado a Ana. Estuvimos un mes juntos sin separarnos, hasta que me fui a un bolo, y él se volvió a Vigo. Solo quiero deciros que dejéis el drama y que a ti te quiero lejos”, señaló.
Ana no pudo aguantar la “vergüenza” del ramo de rosas y se derrumbó: “Yo no sé si quiero estar con él, tengo muchas dudas. No me merezco estar con una persona así”. Por lo que Barneda le preguntó si quería dejarlo y ella confirmó: “Lo amo mucho y seguramente me voy a arrepentir, pero ahora es daño tras daño”. De forma que los dos se fueron por separado.
El culebrón de Alba, Álvaro y Mayeli, del que se distanció Borja
Alba decidió marcharse sola en su hoguera final y así se reencontró con Barneda. Explicó que después de la hoguera quedó con Borja, “nos acostamos”, pero fuera ya no mantuvieron relación. “Ahora mismo no me veo preparada para tener nada con nadie, pienso mucho en Álvaro y no soy capaz de conocer a otra persona”, confesó.
Al llegar a España recordó que habían estado días viviendo juntos, “pero no podía estar bien con él. Me saturé, le dije que hasta ahí. Ahora no tenemos relación. Sé que está con Mayeli y poco más. Me da pena lo que ha pasado porque está con ella, pero realmente no quiere estar con ella porque se lo dijo a una amiga. Se lo conté todo a Mayeli, se fue del piso y se reconciliaron”.
Tras todo el culebrón entró Álvaro. “Cuando volvimos en el aeropuerto aún había sentimiento, volvimos a casa, quise intentarlo porque había mucho amor pero también dolor. Yo quería una segunda oportunidad, no sabía si podría perdonarla, pero ella me decía que se arrepentía de estar con Borja”.
Preguntado por Mayeli: “Estoy enamorado de ella, solo que a su amiga no le pude decir que estaba enamorado de otra. Me da cosas que no tenía en la relación anterior”. Momento en el que la tentadora y nueva novia entró por la puerta: “Fui yo la que le dijo que no dijeras que estaba enamorado porque viniste destrozada”, explicó.
Mayeli dejó de lado lo que Alba pensaba: “Me he enamorado de él y me quedo con lo que tenemos en casa. Vive conmigo y le amo. Tienes envidia porque has perdido a un tío que no sabes lo que vale”. A lo que Alba respondió: “Él también quería volver conmigo, no sé en qué mundo vives. Me decía que no estaba bien”, algo que Álvaro negaba.
Y entró el que faltaba: Borja. “Vamos a hablar con los falsos”, empezó diciendo. “Hablas de traición cuando vas a Mallorca e intentas algo con Bayán”, le soltó a Álvaro. Pero también tuvo para Alba: “Me escribiste hace unas semanas pidiéndome tener algo conmigo. Pero yo no tenía interés por conocerla”.
Mayeli se derrumbó al enterarse de esa conversación, pero Álvaro intentó calmarla diciéndole que no siente nada por Alba y que no significó nada la conversación, por eso no se la había contado. Los dos se marcharon de la sala, pero fuera volvieron a discutir por lo mismo. Él se marchó y ella se quedó llorando.
Andrea y Joel, juntos frente a sus tentadores
Andrea y Joel se habían marchado juntos y así regresaron a sentarse frente a la presentadora. Sonrientes. “Eso es buena señal”, detectó Barneda.
Tras ver un resumen de su paso, explicaron que habían tenido unos meses bien, pero Joel entró en una monotonía que les distanció. “Volví a ver de Andrea cosas que no me gustaban, se fue apagando el modo cariño”. A lo que Andrea recordó que como él cambió ella también puso distancia. En Navidad él se fue de casa, siguieron hablando y ahora “están superbién” porque ha mejorado la comunicación.
Sobre Nataly, Joel explicó que coincidieron de fiesta y poco más. Momento en el que ella entró a la sala: “Tiene muchas carencias en su relación y hay partes de ellos muy vacías, intentan poner parches en vez de arreglarlo. Tienen la costumbre y no quieren salir de la zona de confort”.
Andrea le respondió que no están por costumbre, sino que luchan por estar juntos porque se quieren. Mientras Joel justificó que la venganza era solo dentro de la isla: “Esa noche surgió y ya está. Tengo que darte las gracias porque por ese beso supe que quiero estar con Andrea”.
Nataly se marchó y entró Borja. “Te felicito porque hiciste muy bien tu trabajo”, le dijo Andrea y Joel criticó que después de tentar a su novia, se marchara con la novia de un amigo. “Yo estaba soltero y podía hacer lo que quisiera con mi vida”, les deseó lo mejor, aunque opinó que no tenían futuro juntos.
Ya a solas, Andrea y Joel hablaron de matrimonio. “Nos ha reforzado como pareja. Me di cuenta que estaba enamorada de él”, aseguró ella. “Siempre has sido la niña de mis ojos, si a raíz de eso me he dado cuenta de lo que te quiero, que al menos haya servido para eso”, respondió él.
Eros y su rencor, espectadores de las explicaciones de Bayán a Torres
Eros se marchó solo de la hoguera, y Bayán prefirió hacerlo de la mano de Torres. Al reencuentro llegó sola: “Estoy en mi mejor momento. Allí fui muy egoísta, pensé en mí, me arrepiento de haber hecho daño pero no de mi experiencia”.
Preguntada por lo que pasó tras la hoguera: “Torres y yo volvimos juntos en el avión. Estuvimos en Madrid, pero cuando él volvió a Badalona todo empezó a cambiar. Y en 48 horas me dijo que teníamos que dejar de hablar porque iba a volver con la chica con la que había dejado algo pendiente fuera. Me lo tomé mal y nunca me dio una explicación. No he vuelto a escuchar su voz”.
Sobre Eros: “Tuvimos una conversación en la que le pedí perdón por el daño que le había hecho. Le intenté explicar lo que me había pasado con Torres, pero él no quiso saber nada más de mí. Nos fuimos todos a Mallorca, hubieron muchas bromas, pero yo nunca quise tener nada con él. Aunque él fue diciendo que yo quería algo. Desde que volvimos de la isla necesita quedar por encima de mí”, lamentó.
Ella salió de la sala y entró Eros luciendo el collar de Bayán, “sin la letra B”. Tras las imágenes: “Fue una experiencia dura y difícil, más aún dándome cuenta de cómo era ella, que llevaba la mochila de los cuatro años juntos, que no me había perdonado y por lo mal que hablaba de mí”.
Preguntado por lo que pasó al regresar: “Volvió a Mallorca y fui a casa de Bayán a recoger mis cosas. Fue doloroso. Con el tiempo me he acostumbrado a vivir con mis padres y no lo llevo mal. A la semana hablamos, fue una conversación tensa, se disculpó por el daño que me hizo, pero no quise tener contacto con ella”.
Bayán regresó enfurecida por escuchar que hablaba mal de ella. “Siento rechazo por ella por las formas en las que ha venido”, dijo él. “Hace lo mismo de lo que se queja, es un hipócrita”, respondió Bayán. Y al no llegar a un acuerdo, Barneda dio paso a Torres para que explicara su versión:
“Al volver a casa estaba un poco agobiado, necesitaba volver a mi rutina, necesitaba tiempo para aclararme. Me llegó que hablaba con Beltrán”, pero por ahí no le dejó seguir Bayán. Ella aseguró que eso fue mucho después de que él la dejara. “Me hiciste mucho daño, lo que viví contigo era de verdad. Me tatué por ti un tulipán tatuado. Me destrozaste todo lo bonito que habíamos vivido”.
Al escucharla, Torres se disculpó: “Lo siento, no sabía que lo había pasado así de mal. Puede ser que hice mal y por respeto a la otra persona no quise hablar con ella. A día de hoy tengo una relación con alguien”. Los dos se abrazaron y ella le deseó lo mejor: “Quiero que sea feliz, tengo dolor pero no rencor”.
Torres se marchó y Bayán y Eros acabaron bien. Él le dijo que había sido la persona más importante y ella deseó que se cuidara. Los dos lloraron, aunque ella se quedó con ganas de más explicaciones de Torres.
El show de Anita y Montoya se redobla con Gabriela y Manuel
Montoya llegó solo a su reencuentro con Barneda. Señalando lo “guapa” que estaba la presentadora y explicando lo que ocurrió tras la hoguera en la que se marchó solo: “En el aeropuerto, Anita me dijo que se arrepentía, pero se sentó al lado de Manuel. Dándole piquitos. Llorando y besándose. Al aterrizar, voy a por ella, nos abrazamos, llora, y a mí no me salen más que reproches. Dice que me ama, pero se queda en Madrid esa noche con Manuel”.
Cuando ella vuelve a Barcelona siguieron hablando: “A distancia me dice que me quiere, que está mal. Cojo la maleta y voy a Barcelona con la intención de volver. No vi ese arrepentimiento y decidimos darnos un tiempo que dura poco. Porque vuelvo a Barcelona para instalarme allí. Me entero de que ha vuelto a llamar a Manuel, que se están viendo, que él ha conocido a su familia, que proyectaron un viaje juntos. Y aun así la siento como el amor de mi vida”, le confiesa a Barneda.
Salió Montoya y entró Anita. Al recordar su paso, solo señaló algo de lo que se arrepentía: “De quemar el peluche”. Preguntada por Manuel: “Me gustó y me arrepiento porque he perdido lo que tenía con Montoya. Mi hoguera final fue una guerra de egos, si hubiéramos hablado desde el corazón hubiera sido distinto”, lamentó.
Preguntada por lo ocurrido tras la hoguera: “Manuel viene arrepentido. Yo estaba enamorada de Montoya, le intenté buscar y me dio a entender que no le importo nada. Le digo que es el amor de mi vida, pero me pide tiempo y que se va con Gabriela. Al escucharle me fui con Manuel. Pero quise volver a intentarlo con Montoya y le dije que no viniera Manuel que quería venir a verme. Volvimos a estar bien, después mal. Nos perdonamos, pero nunca olvidamos”.
Montoya no aguantó más e irrumpió en la sala. “No te arrepientes de haber estado con la persona que se ha cargado nuestro futuro. Con alguien que no vale un duro, que solo ha hablado mal de mí”. Anita se derrumbó: “No puedo más, no sé quién eres. Para mí él siempre fue mi prioridad. No ha funcionado fuera porque no me ha perdonado realmente”. Y él argumentaba que no podía olvidarlo porque “fue una estaca, la forma en la que lo hizo”.
Entre tanto griterío, entró Manuel cual “Freddie Mercury”, según Montoya. “Vengo vestido para la ocasión, los toreros profesionales damos muchos capotazos y es la hora de darle la estocada final. Te he levantado la novia en 5 días”, respondió. Anita volvió a llorar suplicando que dejaran de insultarse.
Manuel aseguró que había sido él quien había frenado a Anita: “Fuera no quería nada serio con ella, y ella lo sabe. Nunca la he engañado. Estuve con ella en Barcelona, en Madrid, me lo he pasado muy bien y le tengo cariño. Le he dicho te quiero y ella a mí. Le he dicho que vuelva con su novio porque conmigo no iba a tener nada. Con el que ha estado jugando ha sido con Montoya”.
Al escucharle Montoya se desesperó y se marchó de la sala a gritos: “Lamentable, lamentable, y encima le sigue defendiendo. Es que ahora mismo me lo estoy creyendo a él. Encima se queda ahí y no me viene a buscar”. Volvió a entrar y dijo que esa prueba, en la que Anita no había salido tras él, ya le había demostrado todo.
Pero entró Gabriela y explicó también su versión: “Salí de la isla, hablé a Montoya y seguía en bucle con Anita. Me dijo que no estaba bien, que ahora no iba a conocer a nadie. Yo no iba a estar yendo detrás de nadie. Volvió con Anita y no nos volvimos a ver”.
Barneda le preguntó si ahora estaba con alguien y llegó el giro de los giros de guión: “Ahora estoy conociendo a Manuel”. Palabras que provocaban la risa a unos y el llanto a otras. “Empezamos con el cachondeo, hablamos, nos hemos instalado juntos en Madrid. No somos novios, pero estamos ilusionados”, aseguraron dos de los mayores tentadores del formato. Finalmente, quizá, su destino era estar juntos.
Al marcharse Manuel y Gabriela, Anita se derrumbó. “Me importa una mierda Manuel, no tendríamos que haber ido nunca a la isla. Te he querido con todos tus traumas y tus taras. Yo le amo a él”. A lo que Montoya respondía: “Yo sí que tenía que entrar, me ha abierto los ojos. Te sigo amando, eres el amor de mi vida, pero me tengo que querer a mí mismo. Esto no es sano. En estos momentos quiero estar conmigo mismo”, zanjó.
Por lo que se volvía a repetir el final de la hoguera: Montoya se marchaba solo, Manuel rechazaba a Anita, y era la que se marchaba sola pero sin escogerlo.