Javier Capitán dejó su impronta en televisión tras su paso por 'El informal', uno de los programas estrella de Telecinco desde su estreno en 1998 hasta el cese de sus emisiones en 2002. Después de una vida dedicada a la comunicación en distintas vertientes, vuelve al grupo audivisual que le hizo saltar a la fama con un nuevo proyecto.
Capitán es el encargado de dar voz a '¡Toma salami!', el nuevo programa de FDF que rememora momentos pasados los otros canales del grupo Mediaset. Un revival que encantará a los nostálgicos y que agrupa sus entregas bajo sellos temáticos, tirando de material de archivo y engarzando insertos de programas actuales en forma de reacciones.
¿Cómo recibiste la oferta para narrar 'Toma salami'?
Pues me llamaron de Mandarina, productora con la que yo había trabajado en proyectos anteriores, y me dijeron: “Oye, tenemos este proyecto, ¿te gustaría hacer la voz en off?”. Y entonces nos pusimos de acuerdo, fue una cosa muy rápida.
¿Cómo ha sido volver a Mediaset después de tantos años?
Es una vuelta a un canal con unas características muy determinadas y haciendo una voz en off, o sea que es un regreso bastante distinto a lo que yo había hecho hasta entonces. Para mí lo bonito de este proyecto es que vas reviviendo muchas cosas, muchos programas, algunos de los cuales viste, otros no, situaciones que recordabas, otras que no sabías que se habían producido... en ese sentido es un trabajo muy grato.
¿Qué diferencia a 'Toma salami' de otros programas similares como 'Zapeando'?
Lo primero que marca la diferencia es el propio activo. Cada cadena tiene un estilo de programas diferente y ha apostado, en épocas diversas, por un tipo de programación distinta. Yo creo que aquí hay un elemento diferencial bastante notorio que es la inclusión de reacciones a lo que pasó en los programas a través de vídeos de personajes del universo Mediaset. Eso le da un contrapunto, esas situaciones están perfectamente buscadas. A eso se añade un tono desenfadado y una estructuración en torno a un tema concreto en cada una de las emisiones.
De todos los proyectos que ha hecho en su trayectoria profesional, ¿cuál ha sido su favorito?
Hombre, en televisión 'El informal', sin lugar a dudas. Es el proyecto en el que más años estuve, el que más respaldo tuvo por la audiencia y, pasados muchos años, sigue siendo recordado por mucha gente e incluso se siguen compartiendo vídeos a través de las redes sociales. Para todos los que estuvimos en ese proyecto, es un elemento de orgullo y de satisfacción muy entrañable.
En 'El informal' compartiste espacio con humoristas de gran popularidad como Patricia Conde, Miki Nadal, Florentino Fernández... ¿sigue manteniendo relación con ellos?
Pues no tenemos mucha relación, pero cuando nos encontramos somos muy cordiales. Aquel equipo era casi una familia. Pasábamos tantas horas juntos que era inevitable no establecer una buena relación personal. Luego cada uno tiene su edad, su entorno... Yo ahora también vivo cerca de Valencia, por lo que el distanciamiento es inevitable. Mantenemos muy buen feeling y cuando me los encuentro me encanta volver a tener una charla con ellos.
Ahora la vuelta de formatos antiguos es algo habitual. En su día, Miki Nadal intentó traer de vuelta 'El informal'. ¿Cree que habría espacio en la programación actual para un formato así?
Las circunstancias en las que vivimos ahora son un poco distintas. La actualidad y la política son de mayor tensión, de más descalificación del adversario, de menos puentes... y eso hace que todo lo que pivota en torno a esa actualidad sea un poquito más complejo. De todas formas, siempre hay terreno para un análisis crítico y humorístico de la actualidad.
Otra cosa es que se pudiera hacer con los mismos elementos y con los mismos recursos con los que se hizo 'El informal', que fueron los que fueron y en un momento concreto. No sé si ahora volverían a funcionar igual. Pero sí, en televisión siempre es muy sano que haya programas que cojan la actualidad, la pasen por el filtro del humor, la deformen un poquito, saquen a la luz contradicciones y vergüenzas, y que luego sea el espectador quien saque sus propias conclusiones.
En caso de darse la vuelta del formato, o de alguno similar, ¿estaría dispuesto a participar?
En principio no hay ninguna razón por la que no pudiera participar. Si existiera la oportunidad y el proyecto me convenciera y creyera que tenemos los mimbres para hacer un buen programa, ¿por qué no?
Antes ha hablado de que vivimos en una situación política tensa y eso también se traslada al humor. Polémicas como la de Dani Mateo o Iggy Rubín han adquirido gran relevancia pública. ¿Cómo analiza la situación de los cómicos en España?
Creo que hay una hipersensibilidad. Siempre los que hacemos humor podemos equivocarnos, hacer algo que luego te hace pensar que no has estado muy acertado. Desde nuestro lado tenemos que aceptar eso. Por otra parte, hay una tendencia a la ofensa generalizada, a leer todo en términos de “estás conmigo o estás contra mí” que es tan agobiante y tan absurda que hace que empecemos a necesitar un poquito de aire fresco.
Estamos en una situación que no existía en los momentos más difíciles de la Transición. La gente era mucho más tolerante, más abierta al diálogo, a la discrepancia... Hoy en día hay una especie de alineamiento ideológico. Lo que se está acentuando con el paso del tiempo es una sordera hacia el otro y hay una incapacidad de escuchar verdaderamente alarmante. Si escucháramos un poco a los demás, seguramente avanzaríamos todos mucho. Pero aquí no se escucha, solo se habla, ese es el problema.
Desde su experiencia, ¿qué cambios principales percibe en el panorama televisivo, en particular, y audiovisual, en general?
La televisión es ahora uno de los canales por los que se vehicula la oferta audiovisual y eso se complementa con plataformas, internet... El consumo audiovisual está en unos niveles muy altos, pero no necesariamente a través de los canales tradicionales. Lo que se está produciendo es un cambio de hábitos que viene propiciado por la tecnología. Eso no es exclusivo del mundo de la televisión, lo podemos ver en todos los sectores de actividad económica.
Es un cambio que viene provocado por la digitalización de nuestra sociedad. Hay gente que sigue consumiendo la televisión como lo ha hecho toda la vida, hay gente que ve la televisión y también plataformas, y estamos asistiendo a un cambio que cada vez es más rápido y más exponencial. Seguramente, el consumo dentro de diez años será bastante distinto al de ahora.
Aparte de 'Toma Salami', ¿tiene algún proyecto más en mente?
Tengo un proyecto de concurso que en algún momento intentaré que alguien me haga caso, pero no estoy centrado en ello ahora mismo. Mi actividad televisiva actual es ser la voz en off de 'Toma Salami' y la verdad es que lo hago con mucho gusto.