Javier Calvo y Javier Ambrossi se ganaron ayer a los concursantes de 'OT 2018', pero no tanto a un sector del público. Los profesores de interpretación de 2017 volvieron por un día a la Academia para impartir una clase magistral no exenta de críticas. Y es que el enfoque de la misma y su impacto sobre los alumnos no gustó a más de uno, que así se lo hizo saber a 'Los Javis' en las redes sociales.
Ambrossi y Calvo quisieron trabajar con las emociones de los triunfitos para hacerles mejorar a nivel interpretativo. De ahí que les preguntaran abiertamente cómo se sentían, insistiendo en que cada uno de ellos se abriera ante sus compañeros y hablara no solo de su felicidad por estar en 'OT', sino también de sus miedos e inquietudes ante esta experiencia que están viviendo en el talent de TVE. Eso hizo que más de un concursante acabara llorando al hablar de sus problemas, y que otros se quedaran pensativos ante lo que ahí estaban contando sobre sí mismos.
Fue, por tanto, una clase cargada de emoción que dejó un buen sabor de boca entre los alumnos. Hasta el punto de que pidieron la vuelta de 'Los Javis' el próximo sábado, como así ocurrirá. Sin embargo, esta petición no evitó que la susodicha masterclass resultase polémica para determinados espectadores, que criticaron que 'Los Javis' jugasen, bajo su punto de vista, a ser psicólogos al insistir en los problemas de los concursantes. Una reacción que obligó a los profesores a emitir una extensa carta, titulada 'Gabinete psicológico Javas responde al jaleíto', explicando este enfoque.
“Entendemos que las emociones asusten, pero que no salgan no quiere decir que no estén ahí. Y de verdad, no sabéis lo liberador y sanador que es sacar lo que tienes dentro. No quardarlo, porque eso nos tensa, nos daña”, comienza el texto publicado en el Twitter de Javier Calvo, donde tanto él como Ambrossi dicen haber sentido una “conexión brutal” con los chicos.
“Un psicólogo te trata, claro que sí, pero de emociones puedes hablar con tus amigos, con tu familia, con tus profesores, con quien quieras. No hay peligro en expresar tus emociones. Las emociones NO son tabú”, defienden ambos, que consideran las mismas como algo intrínseco a la profesión de actor: “Un actor trabaja con sus emociones. Sus emociones, su cuerpo y su voz son su instrumento y como tal tienen que aprender a utilizarlo. A identificarlo. A disfrutarlo”.
“Solo les hemos animado a que fueran honestos”
“La emoción no siempre es dolor ni siempre es llorar. Hay mil emociones y repetimos una y mil veces que no es necesario llorar ni sufrir. Llorar es una consecuencia que no se busca y resultado de mil tipos de emociones distintas. Y todas son igual de valiosas”, aseguran. “No hemos inventado nada nuevo. Así se aprende. Es un proceso apasionante de autodescubrimiento”, defienden para después afirmar que durante la clase “solo hemos hablado y bailado, animando a cada uno a expresar cómo se siente”. “Eso era lo que sentían. Y así lo han expresado y lo han querido expresar libremente. Solo les hemos animado a que fueran honestos, ¡nada más!”, comentan a modo de resumen de lo que fue la masterclass.
“Nos encanta que os preocupéis mucho y les queráis tanto, eso demuestra lo increíble de este formato. No obstante, hemos leído mucho aquello de ”no sois psicólogos“, pero la misma gente que nos lo dice parece ser capaz de diagnosticar a cada concursante de manera exacta a través de un vídeo de Youtube, incluso con un trocito de vídeo descontextualizado. Nos sorprende y nos hace pensar que esas personas sí deben ser psicólogas”, dicen sobre los críticos, dedicando también unas palabras de cariño a los que sí vieron su clase con buenos ojos: “Es muy emocionante leer muchísimos mensajes de cómo mucha gente, a través de la clase, ha sentido que se libera un poquito también”.
Finalmente, los Javis creen que la clase en sí y las reacciones a la misma demuestran “que hay que hablar más”. Y por ello animan a preguntar “a las personas que queréis cómo están”. “Es increíble la de cosas que la gente os quiere contar y todo lo que podéis descubrir. No os guardéis las emociones para vosotros. Compartidlas”, dicen como conclusión.