El Hormiguero ha entrevistado hoy a Joan Manuel Serrat que conectaba con el programa desde su casa.
El cantante explicó que estaba “resignado” con la situación y que tenía muchas ganas de hablar con gente sin que fuera por teléfono.
Sus días los pasa confinado con su mujer “comiendo, leyendo” y haciéndose compañía. Hasta que a las 20:00 salen a aplaudir en una calle en la que están en pleno festival de música: “Cada día le toca actuar a un vecino”, desvelaba.
Pablo Motos quiso saber su opinión, tras llevar 40 años de matrimonio, sobre si estar encerrados es una prueba de fuego para las parejas: “Si están unidos refuerza y si hay mal rollo deberán modificar su actitud”, respondió el artista entre risas.
Preguntado por si sentía miedo, Serrat reflexionó sobre ese sentimiento: “En general siempre le tengo miedo al miedo. Es un pésimo compañero de viaje y destruye a la gente. La ignorancia también. Son dos elementos nocivos para el hombre. El miedo puede sacar lo peor de nosotros como la ignorancia”, recalcaba.
Y sobre el futuro de toda esta situación fue tajante: “No tenemos ni puta idea de lo que está pasando. El desconocimiento que tenemos es total, pero no creo que nos haga necesariamente mejores si no existía antes ya la voluntad de serlo. Lo que es cierto es que la naturaleza tiene suficientes motivos para esto. No es ejemplar el comportamiento del hombre. Lo que es seguro es que tendremos que afrontar muchos problemas”.“.
Acabó deseando que recordemos todo esto porque “el ser humano y el pez son de memoria corta”.
Sobre el accidente de Sabina: “Lo viví con preocupación”
Motos también le preguntó por cómo vivió el accidente de Joaquín Sabina en el Wizink Center mientras protagonizaban un concierto juntos: “El porrazo de mi primo lo viví de forma sonora. Oí el ruido, al grito de '¡se ha caído!' e intuí lo que estaba sucediendo”.
Aseguró que lo vivió “con preocupación porque la situación fue muy complicada”, aunque finalmente “ha podido recuperarse bien”.
Serrat añadía que “ahora lo tenemos guardadito en casa y va a salir hecho una rosita”. Para acabar diciendo entre risas: “Debe tener unas ganas de salir y tirarse por el balcón...”.