Joaquín señaló la única condición que puso en su docuserie y lamentó su situación profesional: “Es una pelea interna”

Paula Hergar

6 de febrero de 2023 22:58 h

Joaquín Sánchez y Susana Saborido acudieron este lunes a El Hormiguero para promocionar La penúltima y me voy, la docuserie sobre la vida del deportista junto a su familia y sus amigos cercanos.

La mujer, menos acostumbrada a los focos, confesó sus nervios y cómo le había calmado el futbolista: “Tranquila, tú déjame hablar a mí”, explicó que le había dicho, entre risas, y recordando que siempre que ella se quedaba sin algo que decir, él tenía alguna salida.

Pero antes de entrar en materia, Pablo Motos quiso hacer una pregunta directa: “¿El documental es verdad o postureo?”, lanzó y el deportista lo aclaró rápido. “La única condición que puse antes de empezar el docu fue que fuera todo de verdad. Que al final la gente se sienta identificada con uno”.

Algo en lo que estuvo de acuerdo la esposa: “Postureo ninguno, chiquillo , eso es verdad como la vida misma”, aseguró. Añadiendo que “hay bastante ruina, risas, y bastantes cosas que al final no se va a poder ver”.

Señalaron que llevan 22 años juntos “de amor y paz”, ironizaba ella mientras él los describía como “más que una condena”. Bromearon con que el secreto de su matrimonio es “discutir todos los días y por todo” y que él solía pedir el perdón.

Joaquín: “Sé que puedo aportar algo más”

Y de entre las “ruinas” que muestra el documental, Susana señaló los momentos de mayor “tristeza” de su marido: “Pocas veces le ves triste pero es verdad que ha habido momentos en el fútbol que no lo ha pasado bien. No entendía muchas cosas. Se levanta, entrena el primero, lucha como el que más. Y después ves situaciones que no ha jugado y ha sido jodido para la familia. Él lo ha llevado mal pero nosotras no sabíamos qué decirle”, lamentaba.

Joaquín lo explicó desde su perspectiva: “Estoy en ese periodo que tienes que aceptar, que es ley de vida, por la edad que tienes. Mi mente pelea siempre porque me encuentro bien. Sé que no estoy para jugar 90 minutos todos los partidos, pero sé que estoy para algo mas. Sé que puedo aportar algo más y acepto que mi papel es otro... Es una pelea interna diaria que tengo conmigo”, confesó.