La apuesta de Movistar+ por la no ficción se expandirá mañana jueves, a partir de las 22:00 horas, con el estreno en #0 del primer capítulo de ETA, El fin del silencio, una serie documental que homenajea a todas las víctimas de la banda terrorista.
Dirigida por Alfonso-Cortés Cavanillas y Jon Sistiaga, esta producción de la plataforma con La Caña Brohets (Tabú, Scoop) repasa los 50 años de historia en los que España, más concretamente la zona del País Vasco, vivió los horrores de ETA. El documental parte del 7 de junio de 1968, cuando ETA asesinó a José Pardines, agente de la Guardia Civil, hasta el 3 de mayo de 2018, momento en el que la banda lanza un comunicado anunciando la disolución de sus estructuras. Entre estas dos fechas, cinco décadas de terror, miedo, dolor, treguas, negociaciones y 826 muertes.
“Creo que si hay un tema tabú en España, ese es ETA”, asegura Sistiaga, que con este proyecto espera “poder hablar desde diferentes puntos de vista”. El periodista ha valorado la importancia de que un proyecto tan complejo como este sea apoyado por una plataforma en la que no se exigen plazos ni depende de las audiencias. “Pertenezco a la cadena, así que tenía que hacerlo sí o sí con Movistar. Dicho esto, sí tengo que destacar que, al ser una plataforma, te permite tener otros tiempos, algo imposible de tener en una cadena generalista”, explica el director en una entrevista para Europa Press durante la presentación de la serie en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid.
“Es algo de lo que he hablado muchas veces, en una televisión generalista te exigen unas fechas, un dato de emisión y dependes del prime time y de muchos minutos de publicidad”, continúa comentando el periodista, que destaca la importancia de tener tiempo para conseguir un documental cercano.
“Prometer a una víctima de ETA que le vas a hacer un documental con tranquilidad, con tiempo, en el que puede hablar cuando se sienta bien y quiera expresarse, porque sabe que cada episodio durará 50 minutos y que no será como en la radio, donde ha hablado 10 minutos pero solo salen 30 segundos, es algo que solo podía conseguirse con una plataforma como la de Movistar”, destaca.
“Lo más importante era la opinión de las víctimas”
Sistiaga ha remarcado la importancia no solo de producir el proyecto en una plataforma, sino también del talento que está detrás de la investigación y documentación. “Ha funcionado tanto por el sitio donde va a emitirse como por el profesional que se encargaba. No sé si puede hablarse de documentales de autor, pero es verdad que confiaron en mí por la trayectoria profesional que tengo, por mi conocimiento del tema. [...] Consideraron que era el adecuado para 'abrirse' en canal”, explica.
“Por ejemplo, a un exmiembro de ETA, que lleva 18 años en la cárcel, que no te ha visto ni te conoce, hay que convencerlo de otra manera. Al ser la otra parte, te lo tienes que ganar más, son muy reacios a hablar. [...] Puedo decir que tanto el propio exmiembro como los familiares de las víctimas están satisfechos con el resultado, porque transmite lo que querían hablar, su propio tránsito emocional y personal”, destaca Sistiaga que, ante todo, ha querido buscar el visto bueno de las víctimas.
“Para mí era lo más importante, saber su opinión. Cuando se proyectó 'Zubiak', un documental que derivó de la serie, en el Festival de San Sebastián, hubo seis víctimas entre el público viendo la película. [...] Todas estuvieron muy contentas con el tratamiento; el enfoque sobre los sentimientos, que me dijeron que fue exquisito, sensible y respetuoso”, declara Sistiaga.
ETA. El final del silencio consta de seis episodios más un largometraje documental, 'Zubiak' ('Puentes' en euskera), centrado en la historia de Juan María Jáuregui, político socialista asesinado el 29 de julio de 2000 por un comando en el que estaba Ibon Etxezarreta. El filme narra el encuentro entre Etxezarreta, que abandonó la banda, con Maixabel Lasa, viuda de Jáuregui.
'Zubiak' obtuvo también el beneplácito de la crítica y el público. “Fue maravilloso, éxito total. Creo que San Sebastián era el sitio para estrenarlo, porque todos los implicados son de la ciudad y sus alrededores. Es una historia relativamente conocida y sentida allí”, asegura Sistiaga.