La televisión no siempre ha sido plato de buen gusto para el cocinero Jordi Cruz, miembro del jurado de MasterChef desde hace una década. El estrés de los platós y la presión de la fama han jugado en su contra muchas veces hasta el punto de que se planteó su retirada.
“He estado al límite porque el cuerpo a veces no da para más”, reconoce el popular chef catalán en una entrevista concedida a la revista Lecturas. “He estado así tres o cuatro años, con una ansiedad que ya se va pasando”, agrega.
Cruz desembarcó en las cocinas de MasterChef en 2013. El programa ha sido todo un filón de audiencias para TVE, de ahí que tanto él como sus compañeros Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez hayan adquirido una enorme popularidad dentro y fuera de la televisión pública.
El catalán, de 44 años, ha participado en todas las ediciones del programa (que no han sido pocas a lo largo de esta década), presentó las Campanadas de Nochevieja en TVE en dos ocasiones, y ha sido entrevistado en otros programas de las televisiones privadas. La 1 emite actualmente la séptima temporada de MasterChef Celebrity, tras la cual se lanzará un especial navideño con concursantes de otras ediciones.
Protagonizó una sonada polémica en 2017 cuando afirmó que no paga a los becarios que trabajan en sus cocinas, declaraciones por las que incluso fue denunciado ante la Inspección de Trabajo. Meses después, el chef acudió al programa Chester, presentado por Risto Mejide, para defender su postura.
Siempre le ha precedido fama de ser el 'juez duro' de MasterChef. No son pocos los enfrentamientos que ha tenido con algunos de los concursantes, y eso siempre es una presión añadida porque dicha actitud molesta a buena parte de la audiencia.
En 2021 también tuvo que pronunciarse en relación a otra polémica, la que él mismo y Peque Rodríguez provocaron al imitar el acento gallego durante una gala del talent show culinario que produce Shine Iberia.