“Estoy nervioso, no aprendo”, dice Jordi Évole (Cornellà, 1974) cuando se le pregunta por sus sensaciones ante el estreno de Lo de Évole, su nuevo programa en laSexta. No es para menos. Al cosquilleo propio de cualquier debut hay que añadirle que esta aventura no es una cualquiera para el catalán. Es la primera después de despedirse de Salvados, el formato que ha marcado su carrera y al que dijo adiós en mayo tras 11 años al frente.
El vértigo inicial está así justificado, aunque él mismo reconoce que Lo de Évole no difiere en exceso de lo que venía haciendo hasta la fecha. “Salvados ha sido tantas cosas que buscar una revolución y hacer algo totalmente nuevo era imposible”, asegura a Vertele con respecto a esta nueva propuesta, una serie documental sobre la vida en prisión y sus consecuencias.
Un tema que Lo de Évole abordará a lo largo de 10 entregas con entrevistas a Francisco Granados, Sandro Rosell y otros presos o expresos, anónimos o conocidos, con una historia en la cárcel digna de ser contada.
Entre los entrevistados se encuentra también Oriol Junqueras, con el que Évole pudo hablar justo cuando el president Torra estaba anunciando la convocatoria de elecciones en Catalunya. “Una suerte absoluta”, como afirma el presentador, dentro de una semana en la que Vox le ha acusado de incitar al odio por un comentario suyo contra Santiago Abascal en El Hormiguero. “Los que incitan al odio son ellos colocando vídeos recortados donde no se ve la profundidad que se estaba diciendo ni el contexto en el que se estaba diciendo”, se defiende.
El programa se llama 'Lo de Évole'. ¿Es una forma de reconocer que te has convertido en una marca televisiva?
Hombre, como te puedes imaginar, a mí este tipo de definiciones no me entusiasman. El nombre se gestó de una forma muy casual. Al principio empezó como algo provisional, nos fuimos acostumbrando a él y cuando nos quisimos dar cuenta nos habíamos acostumbrado demasiado. Como las alternativas que manejábamos o estaban pilladas o no nos entusiasmaban, pues al final se quedó Lo de Évole.
'Lo de Évole' es una serie documental sobre la vida en prisión en sus consecuencias. ¿Por qué has elegido precisamente este enfoque carcelario?
Haciendo Salvados hablamos con mucha gente que había cometido malas praxis a nivel político y a nivel económico. Algunos de ellos acabaron en la cárcel, y nos apetecía ver cómo había sido ese cambio de vida. Pero no queríamos quedarnos ahí, sino que también queríamos tratar historias de presos anónimos que nos explicasen qué significa su paso por la cárcel. El común denominador que nos hemos encontrado es que pasar por la cárcel te marca la vida. Y que la gente que lo ha vivido o lo vive te habla desde un lugar muy inédito y singular que queríamos reflejar.
No ha sido fácil, porque ahora mismo el acceso a prisiones desde el Ministerio del Interior no te facilita demasiado. De hecho, el primer episodio es una especie de prólogo en el que, con la excusa de un referente como Jesús Quintero, que hace 25 años hizo un programa llamado Cuerda de presos en el que pudo entrevistar a muchísimos presos en España, porque tuvo un acceso prácticamente ilimitado a las prisiones españolas, hacemos una comparativa de cómo era la televisión y la política entonces y cómo es ahora. Creo que el mensaje que queda del programa es que quizá hemos ido para atrás en cuanto a libertades y en cuanto a atrevimiento.
Con respecto a la televisión, ¿cómo hemos involucionado?
Creo que vamos más con el freno de mano. Tenemos mucho miedo al qué dirán y a la que nos pueda caer. En su momento Quintero entrevistaba a asesinos, por ejemplo, y ahora eso se miraría con lupa, pero en aquel entonces se hacía de una forma más libre. La corrección política y la autocensura nos están coartando nuestra reacción.
Esta semana, sin ir más lejos, Vox te ha acusado de incitar al odio por un comentario sobre Santiago Abascal en 'El Hormiguero'.
Esto es un signo de nuestros tiempos y una polémica estéril. Es todo de un consumo muy rápido y, además, muy tramposo, porque el vídeo que está haciendo circular Vox es un vídeo totalmente editado para que no se aprecie el contexto de humor que había en todo ello y no toma los matices a la frase que yo añado justo después de donde ellos han cortado. Entonces, obviamente, por alimentar la polémica estéril y por estar de moda con los tiempos que corren, les diría que los que incitan al odio son ellos colocando este tipo de vídeos recortados donde no se ve la profundidad que se estaba diciendo ni el contexto en el que se estaba diciendo.
No me interesan para nada este tipo de polémicas pero, ya que estamos, intento aclarar lo que ellos intentan intoxicar.
Al margen de Vox, esta semana has podido hablar en prisión con Oriol Junqueras. La suerte quiso que la entrevista con él coincidiera con la convocatorias de elecciones en Catalunya por parte de Quim Torra.
Dices bien lo de la suerte porque ha sido una suerte absoluta. Esa entrevista ha cambiado de día y de hora muchísimas veces. Es una entrevista que llevamos buscando desde que Oriol Junqueras entró en la cárcel, así que es curioso que justo en la hora y el día en que teníamos la entrevista, que ya era inamovible, el president Torra decidiese hacer ayer.
En 'Salvados' viviste muchos cambios de guion para sacar en tiempo récord entrevistas de máxima actualidad, pero no sé si alguno se puede comparar con este.
Este fue sobre la marcha, porque la entrevista tenía que haber empezado antes, pero la comenzamos a las 11:30 para poder recoger lo que dijese Torra. Paramos a las 12:00 y a la vuelta de escuchar a Torra el guion que yo tenía estaba completamente caducado.
¿Cómo has visto a Junqueras?
Lo he visto fuerte y manteniendo intactas sus convicciones, pero también lo he visto manteniendo una puerta abierta al diálogo y con una voluntad de seguir sentado, al menos su partido porque él fisicamente no puede, en esa mesa de negociación que han establecido con el PSOE.
ERC fue clave para que saliera adelante el Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Tú que has entrevistado tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Iglesias, ¿cómo crees que va a ser su convivencia?
Creo que va a ser mejor de lo que se prevé. Además, están teniendo un aliado impagable en la oposición, que va tan desbocada que acaba siendo un buen pegamento para gobiernos aparentemente frágiles.
Volviendo al programa, 'Salvados' ha sido tanto contigo como con Gonzo un reflejo de España. ¿Qué España va a retratar 'Lo de Évole'?
Creo que vamos a ver una era de una España donde vimos pasar a personajes de la vida política, económica y mediática de este país que acabaron en prisión. Y en un momento en el que muchos de ellos coincidieron en prisión por muchos motivos muy diferentes.
Además, vamos a tener programas en los que no haya tanto relumbrón con el nombre de los personajes, pero que van a ser programas muy útiles. Para mí hay programa de personas que acaban en la cárcel por delitos de tráfico que espero que conciencie de lo peligroso que es montarse en un coche y conducirlo.
Más allá del antes y el durante, el programa también abordará la vida después de prisión. Entiendo que el testimonio de Sandro Rosell será especialmente significativo porque él fue absuelto tras pasar casi dos años en prisión preventiva.
Ahora hay un contencioso para que el Estado le pueda pagar un dinero por ese tiempo en prisión, pero él mismo dice en la entrevista que no hay dinero para pagar eso.
'Lo de Évole' ha sido anunciado como una serie documental. ¿La idea es que sea antológica, con futuras temporadas abordando temas diferentes a la vida en prisión?
Justo es esa la voluntad que tenemos si esta funciona, porque en televisión si no funcionas te vas a tu casa. Pero si funciona, nos gustaría que los temas de futuras temporadas fuesen otros. Ya tenemos algunos en marcha, pero es absurdo ponerlos en marcha porque primero vamos a ver si este funciona (ríe).
Cuando anunciaste tu marcha de Salvados avanzaste que querías reinventarte con tu nuevo programa. A las puertas del estreno, ¿hasta qué punto te has reinventado con 'Lo de Évole'?
Salvados ha sido tantas cosas que buscar una revolución y hacer algo totalmente nuevo era imposible. Ya asumo que una de las cosas que se van a decir del programa es que se parece mucho a Salvados, pero qué vamos a hacerle. Es lo que sabemos hacer y con lo que nos sentimos cómodos, pero yo sí veo evolución con este programa. Hay un punto más personal, tanto a nivel de guion como de realización. Incluso mi propia actitud ante el programa, que va a quedar muy clara en la primera secuencia. Espero que estos matices se aprecien, aunque asumo que el sambenito de que esto se parece a Salvados.
Después de tu marcha dijiste que no ibas a hacer nunca algo con la trascendencia de Salvados. Partiendo de ese punto, ¿cuál es el objetivo que te marcas ahora?
El objetivo es hacer temas que a nosotros, como equipo, nos interesen, y que pase lo mismo que nos ha pasado hasta ahora: que esos temas conecten con el público y le pueda interesar. Que sigamos teniendo la capacidad de observar lo que pasa ahí fuera y que con eso conectemos con los espectadores.
En cuanto a la nueva etapa de 'Salvados', ¿cómo has visto a Gonzo y al propio programa desde la distancia?
Lo he visto sensacional. Creo que Gonzo ha cogido las riendas de Salvados y domina el caballo de manera absoluta. Y la segunda tanda de Gonzo, que llegará después de Semana Santa, va a ser todavía mejor que la primera, y es difícil porque la primera ha estado muy muy bien.