Jorge Javier critica las “armas” de 'El Hormiguero' con los invitados y se explaya contra Motos: “Ya ha perdido”
La polémica de los invitados en La Revuelta y El Hormiguero sigue amplificándose más allá de sus programas y cadenas. Tras la réplica de Pablo Motos a Broncano atacando a RTVE, y después de que Bob Pop asegurase que ya fueron “víctimas” de estas situaciones en Late Motiv, ha sido ahora otro profesional de la televisión como Jorge Javier Vázquez quien se ha pronunciado sobre el asunto del momento con una contundente reflexión sobre el presentador de Antena 3.
El rostro de Mediaset, que fue competencia directa de El Hormiguero en septiembre de 2023 con su breve Cuentos Chinos, dedica esta semana su blog en Lecturas a Pablo Motos, señalando su “poca generosidad” y criticando sus “armas” en una práctica que, según evidencia, también afectó a su programa de access en Telecinco.
En su texto, Jorge Javier Vázquez comienza reprochando “la excusa que dieron los de El Hormiguero” la noche del 21 de noviembre, justo después de que David Broncano denunciase en La Revuelta de TVE “años” de vetos de invitados. “Como suele ser habitual en estos casos se retorcieron versiones para salvar a Motos, pero a estas alturas de la película ya da igual. Porque Motos ya ha perdido. Lo de menos son las audiencias. Lo de más, el hartazgo que genera incluso entre aquellos que han trabajado con él”, reflexiona el presentador, en alusión a los comentarios de excompañeros como Raquel Martos o Jandro que recogimos aquí.
Reconociéndose como una persona que “de egos sabe bastante”, y asegurando que “entre egocéntricos nos reconocemos”, el rostro de Telecinco afirma que “Pablo se pasa el juego”: “Conozco a pocos compañeros tan poco generosos como él”, sentencia, poniendo sobre la mesa el tema de su cancelado Cuentos Chinos.
En primer lugar, Jorge Javier recuerda una respuesta de Pablo Motos sobre él, cuando ya se había pegado su “soberana hostia” en audiencias contra El Hormiguero. “Le preguntaron si me llevaría a su programa. ¿Pensáis que manifestó cualquier tipo de empatía? Habéis acertado: no. Es más: no pudo ocultar cierto desprecio porque alguien había intentado, ¡menuda osadía!, trabajar una franja televisiva que parece que le corresponde por justicia divina. Contestó que no me llevaría a su programa porque no cumplía el perfil. En aquel momento escribí sobre el asunto de una manera muy diplomática. Hoy ya no”, anuncia.
“¿Qué perfil debe cumplir un invitado para que le lleven ahí?”, se pregunta, antes de lanzarse: “He visto sentada en El Hormiguero a una gentucilla que no tenía reparos en soltar discursos homófobos, racistas e incluso xenófobos. Gentucilla de dudosa calaña que en un clima de extrema amabilidad ha pronunciado discursos que no pasarían la prueba del algodón de un tribunal mínimamente democrático. Y el presentador no solo no los ha censurado sino que a veces los ha jaleado, convirtiéndose así en cómplice de una patulea de seres que jamás debería pisar un programa de televisión. Desde su particular punto de vista agradezco no cumplir ese perfil”.
Es más adelante en su carta cuando afirma que lo de los invitados no le “sonó a nuevo” y “era una cancioncita ya escuchada” para él, en concreto en esa época en la que fue competencia directa de Trancas y Barrancas: “Ya conté aquí lo difícil que nos resultó conseguir invitados para Cuentos Chinos. El primer día tuve que ser yo el entrevistado, no hace falta decir más”.
Jorge Javier reconoce que entonces se lo tomó como “cosas lógicas achacables a la competencia”, pero ahora toma otra dimensión: “Llegados a este punto, necesitamos saber qué tipo de armas utiliza El Hormiguero para impedir que otros programas tengan invitados. Porque me temo que hay mucho mar de fondo y a lo mejor la competencia no es tan sana como yo creía”.
“Broncano le ha dado a Motos donde más duele”
Más allá del caso de su programa, Jorge Javier apunta que “David Broncano le ha dado a Pablo Motos donde más duele”, y se posiciona: “En toda esta historia voy con Broncano. Me mola muchísimo más su rollo, la gente que curra con él. Porque me identifico más con el pasotismo de Castella y Grison que con esa gente que sale en la mesa de El Hormiguero para recordarnos a los votantes de izquierdas que nos perdonan la vida”.
“Pablo Motos, podrido ya de millones, está tan desconectado de la realidad como un presidente de gobierno”, sentencia, al tiempo que apunta que “El Hormiguero se ha convertido en su particular Moncloa”: “Sobre los cascotes de una España destruida él forja un imperio donde no se pone el sol (catódico). Cuanto peor mejor para él porque el cabreo y el miedo generan muchos adeptos. Cuando la cosa flojea saca a pasear los comodines de la dictadura, de la censura y de la poca libertad de expresión que hay en nuestro país. Entonces lleva a unos cuantos invitados a subrayar lo que él piensa y su audiencia se multiplica como los panes y los peces porque a la gente le va la marcha”, escribe.
En ese sentido, dice que “la censura no es para él un quebradero de cabeza sino un recurso de guión para enardecer a sus masas, que por otra parte ya vienen enardecidas de casa. Allá donde Pablo no llegue estará siempre a su lado la marquesa Falcó, adorno indispensable en toda mesa de nuevo rico”.
Ya para terminar, recuerda cuando Juan del Val replicó uno de sus blogs, “porque Pablo Motos no se quería manchar tecleando mi nombre en su ordenador”, y lanza una reflexión final: “Lo que ya me provoca rechazo es esa bulimia desmedida por el éxito que tiene Pablo Motos, ese poca generosidad con el resto de compañeros que pueden arrebatarle unas décimas de share, ese afán desmedido y patológico por querer seguir siendo siempre el único (...) Ahora no lo entiendes porque estás en ese punto en el que piensas que cuando hablas tiembla Pedro Sánchez. Pero te aseguro que vivir en la irrelevancia nos hace ser más conscientes de lo que verdaderamente somos: nada”.
