Aunque la tarde del lunes 26 de agosto ha quedado empañada por la muerte de Caritina Goyanes, hija de Cari Lapique, TardeAR contaba con una suculenta reunión para el comienzo de curso: la de Ana Rosa Quintana (que regresaba para competir de manera inmediata contra Sonsoles Ónega) y Jorge Javier Vázquez.
La presentadora y productora había normalizado los “desencuentros” con su compañero días atrás, definiendo su relación mutua como la de “un matrimonio que va a cumplir las bodas de plata”. Eso mismo lo ha reafirmado durante este comienzo de segunda temporada de TardeAR. Aunque la entrevista quedaba reservada para la última media hora de programa, había una llamativa previa en los primeros minutos de emisión.
Aprovechando el paso de El diario de Jorge a TardeAR, uno y otro conversaban en pantalla partida. Los cuchillos volaron en ambas direcciones, en tono divertido, con un intercambio de pullas continuado que comenzó con la siguiente declaración de intenciones de la también productora. “Me voy a poner de pie para hablar contigo... ¡Tú te vas a poner de rodillas!”.
Un primer cruce de pullas para anticipar el encuentro
“Voy a ir a que me entrevistes. En las entrevistas, hay peligros. Tú si preguntas, yo voy a contestar...”, advertía él. “¿Alguna vez has visto que no conteste?”, replicó rápido ella. La contrarréplica tuvo su sorna, pues pareció esconder una indirecta sobre las entrevistas de Quintana en materia política, donde ambos se encuentran en las antípodas: “Bueno, alguna vez he visto que no has preguntado...”.
No quedó ahí la cosa: “¿Y cómo te vas a atrever aquí a este plató, que es el cuerpo del delito?”, preguntaba ella, aludiendo a que TardeAR ocupa el espacio que en su día estuvo copado por Sálvame. Él bromeó con que ese plató “hace un año estaba manchado de sangre”. “¡Alguna vez tendré que volver!”, añadió.
Ana Rosa aseguró entonces que había “seguido” durante el verano los comienzos de él al frente de El diario de Jorge, que hace de telonero de TardeAR desde finales de julio. Aprovechó para ensalzarle... Y para volver a lanzar otra indirecta relativa a los tiempos de enfrentamiento entre Sálvame y El programa de AR: “Me alegra ver cómo estás: empático, divertido, entrañable, gracioso... Y no de mala leche como estabas antes”. Vázquez, por su lado, no se amilanó y la devolvió: “Ana Rosa, fíjate, sabía que me lo ibas a decir, y te digo yo: cariño, así has estado el último año”. Podría decirse que aludía, de algún modo, a la contrariedad que había supuesto para ella la competencia con Y ahora Sonsoles.
En todo caso, hubo declaración de paz por parte del catalán: “Soy muy práctico, Ana: si nos vamos a ver todas las tardes, mejor que nos veamos y nos podamos saludar y no estar escondiéndonos”. Cuando ella aseguró no haberse escondido “de nadie”, él apostilló con guasa: “Pero yo soy muy cobarde”.
Jorge Javier: “Te cargaste mi programa”
Todo esto sirvió para cebar la entrevista que unió a ambos, ahora sí, en un mismo espacio, pasadas las 19:30 horas. Con Juntos, de Paloma San Basilio, como música de acompañamiento, Jorge Javier entraba al plató de punta en blanco, coincidiendo en tono con Ana Rosa. “Me han dicho que ella de blanco, y he dicho: 'vamos a dar por saco'”. Nada más entrar en el set, la cogía de la mano y la instaba a saludar al público, mientras la cámara giraba hasta dos veces alrededor de ambos.
“Siempre hay morbo con nuestros encuentros”, decía él, que recordaba cuando la entrevistó hace casi 20 años, estando él ya asentado con Aquí hay tomate y recién llegada ella al canal procedente de Antena 3 y tras haber sido madre. “Te encontré por los pasillos y se me quedó grabada esa mirada de la tensión por enfrentarse a volver a un plató. Me parece una mirada de responsabilidad”. El escritor aprovechó para dejar en buen lugar a Quintana, al recordar que debutó en Telecinco con un 36% de share.
“En aquella época ya nos lanzamos varios reproches”, añadió sobre aquella entrevista. “He pasado el fin de semana en tensión”, aseguraba el presentador por el interés que ha suscitado este encuentro cara a cara. “¿Yo, qué tengo con ella? Claro, coño, lo del verano pasado”. Aunque ella jugó al despiste, era evidente que se refería, una vez más, a la cancelación de Sálvame para dejar hueco a este TardeAR. “Te cargaste mi programa”.
“La llegué a odiar el verano pasado con toda mi alma. Por eso la gente tiene tanto morbo... ¿Por dónde empezamos?”, dijo entre risas, antes de que TardeAR recuperase imágenes del efímero Cuentos chinos en las que habló de su reparo a visitar la “escena del crimen” que era TardeAR. “Yo hubiera ido a Cuentos chinos”, afirmó ella, antes de recibir otra rápida réplica de Jorge Javier, tirando de autoconsciencia por su escasa duración: “¡Pero no te dio tiempo!”.
La mención a Borja Prado, “el presidente que me quería echar”
Jorge Javier no dudó en referirse en varias ocasiones a esta circunstancia, mientras Quintana rebatía que hubiese sido decisión suya la de pasar a la tarde. En todo momento, él llevó las riendas de la conversación. Ya fuera para reconocer el rencor que tuvo hacia ella por lo ocurrido con Sálvame, como para analizar algunas de las críticas habituales que se le hacen a ella, el catalán logró hacerse con el control casi total del programa durante unos minutos. “Déjame hablar un rato”, llegó a pedirle ella en un momento dado.
“Aquí se produjo un cambio y esta señora se quedó con toda la parrilla”, manifestó Vázquez, a lo que ella se defendió diciendo que, de haber querido algún slot de los que él hacía, “hubiera elegido Deluxe”. Precisamente él la reprendió por no haberse pasado por aquel espacio. “Yo he venido en cuanto me has llamado. Pero en 14 años que te estuvimos llamando en Sálvame Deluxe no te salió del papo ningún viernes venir. ¿Por qué no viniste, si eres la estrella de la cadena?”.
“¿Tú crees que yo tenía algún tipo de necesidad de venirme a la tarde?”, argumentaba ella sobre este cambio de franja que afrontó en septiembre del año pasado. Mientras ella repetía esta idea, él insistía en dejar una respuesta ambigua. “¿Tú crees que lo decido yo?”, insistió ella. “Esta duda siempre nos quedará en el aire”.
Fue más directo cuando inquirió a Quintana por qué clase de amistad tenía con Borja Prado, al que se refirió en varias ocasiones y al que describió como “el presidente de Mediaset que me quería echar de esta empresa”. A él, decía, “tengo que agradecerle una cosa muy importante”: “Por muy bien que te vaya profesionalmente, siempre va a haber alguien por encima que puede decidir sobre su futuro”, comentó.
“Cuando te entren ganas de hablar de política, llámame a mí”
Pero hubo más. Jorge Javier había avisado de que traería varias peticiones que hacerle a su compañera de cadena en su visita. Una de ellas tenía que ver con la insistencia de ella por introducir comentario político en TardeAR, y especialmente contra Pedro Sánchez; hay que recordar que, desde el momento de la presentación del espacio, se recalcó que no habría hueco en la escaleta para política, algo que se ha incumplido a menudo.
“Cuando te entren ganas de hablar de política, llámame a mí. Ana Rosa, mírame a los ojos: deja en paz a Pedro Sánchez. Va a continuar ahí. A ti te pasa con él lo que a mí con Ayuso, que no la soporto”, le recomendó con acidez Jorge Javier, que añadió: “De verdad, ¿crees que a alguien le importa lo que opines de eso?”.
Jorge Javier también rio a costa del mencionado enfrentamiento vespertino entre Y ahora Sonsoles y TardeAR. Ella, que había repasado comentarios jocosos o hirientes a su costa que había hecho él en los últimos años, aseguró que no había criticado a Sálvame nunca. “Bueno, eras más sibilina, lo hacían otros. Las estrellas no os mancháis”. Una vez ella se replegó y sostuvo que “jamás en mi vida he criticado a compañeros, ni aquí, ni de otra cadena”, él agregó: “Bueno, últimamente estás desatada”. Sin mencionarla, aludía a Sonsoles Ónega, a la que ha criticado en repetidas ocasiones por emitir sin pausas publicitarias.
Y para terminar, hubo una nueva recomendación, con más sorna aún: “Esto lo digo por mi madre, que está sufriendo mucho: te pido que una vez a la semana no hables de okupas, que mi madre tiene miedo de salir a por ti”. A Ana Rosa no le gustó el comentario y animó a la progenitora del comunicador a “manifestarse”. “¡Sí, con 85 años que tiene!”, exclamó él.
Un corte abrupto a la entrevista, sin despedida
La entrevista de TardeAR terminó de forma tan abrupta como los cortes que se procuraron ambos. El equipo de producción del programa quiso tener un detalle con el invitado y trajo a plató a Fortunato, un burro del que tuvo que desprenderse por una denuncia de un vecino.
Acaso por haberse consumido el tiempo disponible, la esperada aparición de Jorge Javier terminaba sin despedida, con un corte de emisión para dar paso a Reacción en cadena. Este movimiento no hacía sino añadir jugo a un evento que estuvo a la altura de las expectativas, y que justificó todo ese morbo del que el presentador de Supervivientes había hablado.