El estreno de Supervivientes 2024 era mucho más que el estreno del gran reality de Telecinco. Era, por decirlo de algún modo, el reestreno de Jorge Javier Vázquez. Después de seis meses apartado de las cámaras, el presentador regresaba a los platós con el buque insignia de Mediaset, la misma empresa que a lo largo de 2023 canceló sus otros dos programas: Sálvame y Cuentos chinos.
Pero un contrato les une, al menos por ahora, así que era cuestión de tiempo que el catalán volviera a la pequeña pantalla. “Yo sabía que iba a volver, sabía cuál iba a ser mi futuro, así que me lo tomé como lo que ha sido, unas vacaciones largas después de 15 años sin parar”, le contó a El Mundo minutos antes de arrancar la primera gala del concurso de supervivencia.
Jorge Javier salió al escenario arropado por el público, que le dedicó una larga ovación, y con la moral bien alta después de recibir el apoyo de sus compañeros. “Estoy recibiendo muchísimos mensajes de compañeros, de gente que me está deseando mucha suerte y me siento con mucho cariño. Está claro que después de 20 años dando la barrila, si vuelvo y a nadie le importa, a nadie le interesa, ¡joder, pues igual no vuelvo!”, exclamó.
La sensación que se le queda en el cuerpo es buena, aunque los halagos llegan después de una temporada en la que se le colocó en la diana por sus comentarios políticos y por las bajísimas audiencias de Cuentos chinos, el programa con el que pretendió plantar cara a El Hormiguero de Antena 3. “Antes me echaban tanto de más y ahora tanto de menos. Es tan bonito... Lo estoy gozando mucho”, admite el showman.
El reencuentro de Jorge Javier con el público fue más bien contenido, sin largos discursos sobre lo que suponía para él volver a comulgar con la audiencia. Escogió unas pocas palabras para bromear sobre su ausencia, y después hizo lo que lleva años haciendo: presentar. La primera gala de Supervivientes 2024 fue un éxito rotundo. “Este reality solo puede tener un presentador, y ese es Jorge Javier”, valoró al día siguiente su compañero de Telecinco Joaquín Prat.