José, de 'La isla de las tentaciones 1', reniega del reality y desvela el bajo caché que cobró
Con La isla de las tentaciones a punto de terminar su quinta edición, uno de los protagonistas de la primera, José Sánchez, ha hablado sin tapujos de lo que supuso participar en el reality show de Mediaset. El guardia civil, que intervino en compañía de su ya expareja Adelina Seres, ha contado lo que ganaron por la experiencia en la temporada inaugural del formato en España.
Una experiencia que se trasluce como negativa a juzgar por sus palabras: “Si llego a saber el tipo de programa que es, no voy”, afirma el exconcursante en el podcast Me voy a ir yendo.
Afirma que cobró 1.000 euros por la grabación completa
Lo cierto es que, en lo económico, las prestaciones fueron muy inferiores a lo que cabría esperar de un programa como este, según relata. “Han pasado muchos años ya, en mi caso puedo hablar de todo”, afirma: “Con el programa no se gana dinero”, atestigua.
Según cuenta, la producción de Cuarzo les pagó 1.000 euros por toda la participación en la primera edición. “Es una de las sorpresas que me llevé cuando fui a firmar. Yo hablaba con la chica con la que estaba [Adelina], y decíamos: ¿Cuánto mínimo podemos aceptar?”, relata. Ambos pensaban que les ofrecerían una cantidad de entre 6.000 y 8.000 euros, teniendo en cuenta el valor de los derechos de imagen. De ahí el choque.
“Y cuando vamos a firmar, 1.000 euros. ”Trabajaba en discotecas, estaba de profesor, [tenía] mi sueldo de guardia... No compensó“, prosigue José, que expuso ”cómo te venden la moto“. ”Que va a venir el éxito después“, indicando los derroteros que otros rostros de la primera edición, como Estefanía o Tom Brusse, han tenido en Telecinco.
“Si llego a saber el tipo de programa que es, no voy”
En retrospectiva, hace un balance negativo de la oportunidad televisiva, pues asegura que vivió “tres programas” diferentes: “Un programa fue el que a mí me dijeron en la mesa para firmar el contrato, luego yo viví otro con la grabación, in situ, pero luego viví un tercer programa que es el que se editó y transmitió por la tele, y no tiene nada que ver”. Además, añade que los seis meses desde que se paró la grabación hasta la emisión fueron “muy duros”: “No se podía compartir nada juntos, vivíamos como a la sombra”.
Según su relato, los contactos de la productora les vendieron la idea de un programa sobre “el respeto, el amor y la fidelidad”, “pero luego lo que interesa es otra cosa”. “Si llego a saber el tipo de programa que es te digo ya que no voy, porque no encaja con mi forma de ser”, agrega.
Tras la emisión y ante la popularidad obtenida, asegura que le ofrecieron participar en formatos como Mujeres y Hombres y Viceversa. “Físicamente doy el perfil, por mi profesión, que también sexualiza mucho”, señala el televisivo. “Siempre lo rechacé porque no formaba parte de mi camino”.