Sobre los límites del humor se habló este viernes en Espejo Público (Antena 3), donde el humorista Juan Dávila pudo contar la amarga experiencia que tuvo en un programa de Telecinco. Concretamente, en La última noche, donde se le afearon los comentarios que hizo sobre dos personas que se habían realizado operaciones de cirugía estética.
Tres meses después de aquello, Dávila reflexionó en el magacín de Susanna Griso si es verdad que, como dice Alfonso Guerra, se ha perdido la libertad para hacer comedia porque hay que tener muy presentes a los colectivos a los que se puede ofender.
“Todo tiene que ver con el respeto y con la inclusión. Creo que tiene que ver con que podemos bromear siempre y cuando lo hagas desde el respeto y la igualdad, no desde la supremacía”, argumentó el invitado.
Otra de las contertulias de Espejo Público recordó que “los límites del humor los pone el contexto”. “Cuando compras la entrada de un espectáculo estás firmando una especie de contrato y asumes que estás dentro de esa situación”. El problema se produce “cuando sales del show”, añadió ella para comentar aquella delicada situación que tuvo lugar en Telecinco.
“Fue en La última noche, y esa fue la última noche porque se cerró”, bromeó en relación a la cancelación del programa, cuyos datos de audiencia fueron bastante insuficientes. “Es cierto que yo ahí estaba fuera de contexto”, reconoció Dávila. “Telecinco me contrató para hacer mi show, pero es cierto que estaba fuera de lugar”.
No obstante, defiende que “la chica de las tetas operadas”, en un primer momento, se rio cuando este le dijo que, debido al calor, “olía a plástico quemado”. “De hecho, después de eso me escribió por Instagram y me dijo: 'la tetas operadas quiere ver tu show, a ver si me dejas invitaciones'”. “Y el otro chaval, cuando se molestó conmigo, luego llamó al programa para decir que quería ser colaborador porque había generado conflicto”, asegura Dávila.