Juanma Castaño ha saldado, en la medida de lo posible, una cuenta pendiente que tenía con Carlos Martínez desde hace 14 años. Concretamente, desde el 11 de julio de 2010, la noche en la que España se proclamó por primera vez campeona del mundo de fútbol.
La final ante Holanda pasó a la historia, televisivamente hablando, por su audiencia (15.605.000 espectadores, lo más visto de la historia de nuestro país) y por el “¡Iniesta de mi vida!” que José Antonio Camacho gritó en Telecinco. Pero lo que muchos no saben, o no recuerdan, es que Canal+ también retransmitió el partido, pero con Juanma Castaño como protagonista involuntario. ¿Por qué? Porque después de que Carlos Martínez narrara la jugada del gol de Iniesta, su voz se vio eclipsada por los gritos de euforia del asturiano, que en ese momento cubría el encuentro a pie de campo.
Desde aquel día, Martínez siempre ha lamentado que Castaño le “destrozara” la narración del gol más importante de la historia de España. De hecho, hace solo unos días habló muy claro al respecto en Relevo: “Con el día aquel de las vuvuzelas, el micrófono inalámbrico abajo tenía otro plano en la retransmisión porque a ellos no se les escuchaba. Y Juanma, como cualquier aficionado español, empezó a pegar berridos. Se olvidó de que estaba en una retransmisión y de que había que ser profesional (...) Me hubiera encantado poder hacerlo de una manera, definitivamente, más limpia”.
Para compensar su “destrozo”, Juanma Castaño invitó este jueves a Carlos Martínez a El Partidazo de Cope y le dio la oportunidad de narrar el gol de Iniesta sin berridos por su parte. “Miren a su lado porque lo van a recordar siempre. Vamos a ser campeones del mundo. Todos. Y Juanma Castaño, también”, fueron las palabras que dijo el narrador tras contar el gol. “Hasta hoy. No me toques más los huevos con la final del Mundial”, le pidió Castaño, sabedor de que “de los 34 años” que lleva Martínez narrando en televisión, “lleva 14 cagándose” en él por lo que hizo aquella histórica noche en el Soccer City de Johannesburgo.