La cuarta entrega de Mad in Spain debatió sobre si la televisión daba la espalda a los profesionales o son ellos los que no saben gestionarla.
Con el título de si “es la fama una fábrica de juguetes rotos o no” se sentaban en la mesa a debatir Carlos Lozano, Aarón Guerrero, Jorge Berrocal, Sofía Cristo, Cristina Tárrega, Alonso Caparrós, Alejandro Abad y Lucía Etxebarría.
Aarón Guerrero: “No me salía trabajo como actor y me reciclé”
Jordi González definía como “juguete roto” a aquellas “personas que un día dejan de trabajar a su pesar” e introducían un vídeo en el que aparecían televisivos de gran fama en años anteriores y de los que poco se sabe en la actualidad como: El Padre Apeles, triunfitos, grandes hermanos, Ángel Garó, Andoni Ferreño, Carlos Lozano, Chapis, Pilar Soto, Aitor Trigos y Ángel Garó.
Tras el vídeo, los tertulianos empezaban a debatir y, aunque ninguno de ellos se consideraba 'juguete roto', sí que entendían el concepto.
Carlos Lozano aseguraba que él no había “parado de trabajar en 35 años, a veces en programas top y otras en menos top, pero no me considero juguete roto”.
Aaron Guerrero, el que diera vida al inolvidable Chechu de 'Médico de familia', explicaba que “tienes que tener claro que probablemente esto no es para toda la vida. Yo me reciclé, porque hubo dos años que no me salía trabajo como actor y me dediqué a la hostelería”.
Jorge Berrocal: “Asumí que era un producto con fecha de caducidad”
Jorge Berrocal, concursante de la primera edición de GH, tampoco se consideraba un juguete roto “porque asumí que era un producto e iba a tener fecha de caducidad. Tendré muchas cosas pero tonto no soy. Yo fui a GH porque quería ser actor y creía que después del programa alguien podría guiarme, ¡fíjate qué ingenuo!”, exclamaba.
Por su parte, Alonso Caparrós asumía que la culpa de gestionar mejor o peor la fama era de uno mismo: “Yo he sido una herramienta que en un momento dado he dejado de ser eficaz para los jefes que había”.
Desde otra perspectiva, la escritora Lucía Etxebarría que participó en el reality 'Campamento de verano', confesó que había “visto cómo nos utliizan para generar audiencia” y entendía que no todo estaba bajo el control de uno.
Sofía Cristo, por su lado, agradecía la función que había tenido la televisión en su vida: “Me pagué mi rehabilitación gracias a ella”.
De esta forma, todos concluyeron que el factor suerte también era importante en este tipo de profesiones, como el tener un asesor que sepa administrar, tanto psicológica como económicamente, la fama.