Kiko Matamoros, operado por 'La última cena' que le preparó su amigo Kiko Hernández
La última cena de Kiko Hernández y Marta López acabó mal para uno de los comensales. El steak tartar que prepararon en la entrega del 12 de junio resultó ser una bomba. Pero no una bomba informativa como las que acostumbra a detonar el colaborador de Sálvame, sino una bomba gástrica que dejó mal parado a su compañero Kiko Matamoros.
A diferencia de los demás, Matamoros se comió el plato con mucho gusto y quedó encantado con el resultado, aunque reconoció que mentiría por su amigo si fuera necesario. Los invitados a La última cena no tuvieron reparos en criticar el menú, destacando especialmente que la carne se había cortado en trozos demasiado grandes. Matamoros, no obstante, se la comió sin reparos. “Estás mintiendo”, le dijo Jorge Javier Vázquez. “Bueno, pues estaré mintiendo... Que me dé algo si estoy mintiendo”, se defendió él.
Al final, el tiro le salió por la culata y su apuesta con el destino se le volvió en su contra. “El steak tartar que hiciste, tío, era una bomba. Me lo comí por darle en la boca a todos los que estaban diciendo que estaba malo y acabé en urgencias el domingo por la noche”, explicó Matamoros este jueves 18 de junio en Sálvame diario.
Su comentario no tuvo mucha repercusión en un primer momento, pero Hernández, que no salía de su asombro, quiso asegurarse de que no se trataba de una broma. “Te lo juro por Dios. Me operaron el lunes”, insistió entonces Matamoros, que al pronunciar estas palabras captó toda la atención del plató.
“Me produjo una descarga de bilis y se me obturó el conducto biliar por un cálculo que salió de la vesícula, pero fue a consecuencia del steak tartar. No fue por los trozos [de carne], lo que me obturó el conducto fue un cálculo que se produjo en la vesícula”.
Ante semejante revelación, la presentadora del programa, Carlota Corredera, quiso saber si estaría dispuesto a demandar a Kiko Hernández por su responsabilidad en este desenlace. “Lo estoy pensando”, respondió él, “pero no demandaría a Kiko, demandaría al programa”, añadió con su característico tono entre la seriedad y la ironía.
