Aunque ahora pueda parecer impensable, la historia de La casa de papel es la historia de un fracaso. Así lo recuerda Netflix en La casa de papel: El fenómeno, un documental que analiza cómo y por qué una serie que no tuvo el reconocimiento de la audiencia en Antena 3 ha terminado en la cima de la ficción mundial.
A lo largo de un único capítulo de una hora de duración, el creador Álex Pina, la productora Esther Martínez Lobato, el guionista Javier Gómez Santander, los directores Jesús Colmenar, Álex Rodrigo, Javier Quintas y Koldo Serra y el director de fotografía Migue Amoedo repasan junto al reparto cómo vivieron su meteórico ascenso y las claves que han marcado el viaje internacional de El Profesor y compañía.
Del duelo al sueño
La casa de papel se estrenó en Antena 3 el 2 de mayo de 2017 ante más de 4 millones de espectadores y con un prometedor 25.1% de share. Unos datos que fueron cayendo capítulo a capítulo, llegando a perder el doble dígito y rindiendo incluso por debajo del millón y medio. Así, la serie se despidió el 23 de noviembre de ese mismo año para no volver... pero la historia les tenía reservado un giro tan impredecible como los que ocurren en sus tramas.
“Tuve un proceso real de duelo y fue muy duro”, recuerda Álvaro Morte. Él, al igual que sus compañeros, enterró entre lágrimas a su personaje... pero este todavía estaba coleando. “Y entonces llega Netflix y compra para todo el planeta las temporadas ya emitidas en España”, destaca con entusiasmo la voz de Javier Gómez Santander, el narrador del documental.
Como señalan los creadores, La casa de papel fue a parar al catálogo de la plataforma como una de las muchas series que tras su vida en abierto pasan a verse a la carta en Netflix buscando un plus de rentabilidad. Su lanzamiento no estuvo acompañado de promoción ni ocupó un lugar más destacado que otra ficción, pero se fue de las manos.
El primer síntoma de que estaba ocurriendo algo fuera de lo normal fue el crecimiento de seguidores de los actores en las redes sociales. Después llegaron los mosaicos en los estadios de fútbol en la otra parte del mundo y la ola de monos rojos y máscaras de Dalí en el carnaval de Río de Janeiro. La guinda la puso la el Emmy Internacional recibido en noviembre de 2018, siendo la primera ficción española en firmar un logro así.
El documental también muestra la otra cara: los atracadores reales que se han inspirado en la banda del Profesor para llevar a cabo sus asaltos. Pero sobre todo prevalece la positiva: los que han empleado sus símbolos para salir a las calles y luchar por sus derechos como ha ocurrido en Irak, Francia o Chile.
La segunda vida de 'La casa de papel'
Netflix decidió entonces apostarlo todo al rojo y recuperar la serie con otra temporada. “Tardamos dos meses en responder porque buscábamos algo que tuviera la mayor garantía posible de no defraudar al público y generar un efecto de decepción”, recuerda Álex Pina. En su vuelta al rodaje, especialmente en los exteriores localizados en Florencia, Álvaro Morte y Pedro Alonso comprobaron en persona lo que generaba La casa de papel.
“Lo más bonito es que surgiera de forma espontánea de parte del propio espectador”, afirma Jesús Colmenar. “Nos dimos cuenta de que la gente tenía una vinculación con la serie que iba más allá del propio entretenimiento”, aporta Pina.
Las complicaciones de un rodaje más ambicioso
Con la inyección de Netflix la serie tomó otra dimensión, y pasó de viajar por efectos especiales a trasladar a su equipo a rincones remotos para rodar las partes 3 y 4. Así lo muestra también el documental, que deja ver por la mirilla los entresijos de algunas de las escenas más complicadas de esta nueva etapa.
Una de ellas fue la lluvia de billetes que cae sobre Madrid en el primer capítulo de la tercera temporada. La meteorología y los ventiladores jugaron una mala pasada, pero al final el resultado pudo salvarse.
Más complicado lo tuvieron al rodar las escenas acuáticas dentro de la cámara acorazada del Banco de España, pues el material con el que estaban fabricados los falsos lingotes no resistió la presión del agua y tuvo que realizarse un laborioso trabajo de postproducción.
Más secretos que salen a la luz
Mientras ahonda en las claves que la han convertido en un éxito mundial, La casa de papel: El fenómeno también saca a la luz otros secretos que se unen a los desvelados hace apenas unos días.
Ya contaron que los nombres de los personajes eran diferentes en los primeros borradores, y ahora hemos sabido por qué terminaron siendo ciudades. “Álex Pina llevaba una camiseta que ponía Tokio. Nos dimos cuenta de que era un pedazo de nombre. Luego surgieron los demás súper rápido”, cuenta Jesús Colmenar.
También relatan cómo eligieron Bella Ciao, una canción histórica de la resistencia antifascista italiana, como su himno. “Estábamos totalmente atascados e hice algo que suelo hacer: ponerme a escuchar Bella Ciao para subirme el ánimo. Empecé a escucharla y dije '¡esta es la canción!'”, recuerda Javier Gómez. “En la escena en la que la cantan Berlín y El Profesor, la canción se sobredimensiona en la serie. Empiezas a amarla”, añade.
(AVISO: SPOILERS)
El último día de uno de los personajes más queridos
Por último, el documental muestra el último día en el rodaje de Alba Flores, que se despide esta temporada de La casa de papel tras la muerte de Nairobi. “Para mí es el último día de una era”, cuenta visiblemente emocionada en el coche de producción, camino al set. “Dicen que cuando vas a morir la vida te pasa por delante, y me pasa un poco lo mismo pero con el personaje”, añade.
Ya después de grabar su última escena, la del disparo de Gandía a Nairobi, la actriz dirige unas palabras a sus compañeros entre lágrimas: “Quiero agradeceros todo lo que he aprendido con vosotros. He crecido aquí como actriz como nunca he pensado que lo haría, y como persona también”.