A diferencia de otros realities como Supervivientes, Gran Hermano o La casa fuerte, cada edición de La isla de las tentaciones se emite en Telecinco una vez ha sido grabada de principio a fin. Renunciar a la emisión en directo permite a la cadena y la productora (Cuarzo TV) elegir qué imágenes entran y cuáles se quedan fuera de la edición final. Un control sobre el contenido muy valioso a la hora de ofrecer el producto más redondo y pulido posible, pero que trae consigo un alto riesgo: que en una época como la actual, donde casi todo el mundo tiene un móvil a mano y comparte cada paso de su vida en las redes sociales, los espectadores descubran y compartan spoilers sobre la relación de las parejas y los solteros del programa.
Este riesgo ha sido una realidad para La isla de las tentaciones desde que el formato llegara a la parrilla de Mediaset hace poco más de un año. Cabe recordar, por ejemplo, que mientras Christofer gritaba “¡Estefaníaaaa!” en República Domincana tras ver cómo su novia le era infiel con Rubén, la pareja se dejaba ver junta en un aeropuerto y un restaurante después de haber sellado su sorprendente reconciliación. También supimos antes de tiempo que la relación de Cristian y Melodie llegaría a su fin al término de la segunda edición después de que él se fotografiara los mismos días y en los mismos lugares que Andrea y un vídeo de Melodie y Cristian discutiendo en plena calle ante la presencia de Beltrán empezara a circular por Twitter.
La filtración de un vídeo sexual marca el inicio de la edición
Estos y otros ejemplos de spoilers son el precio que paga La isla de las tentaciones por ser un programa grabado, tal y como exige su propia idiosincrasia. Se puede decir, por tanto, que forman parte del juego, mal que le pese a los responsables del formato. Sin embargo, con lo que no contaban ni en Mediaset ni en Cuarzo es que el primer gran spoiler de la tercera edición fuesen a ser unas imágenes inéditas a las que solo tenían acceso personas vinculadas, directa o indirectamente, con el reality.
Una filtración en toda regla que ha elevado los spoilers del programa a otro nivel. Y además, a uno especialmente delicado, pues no hablamos de unas imágenes cualquiera, sino de una escena de alto contenido sexual cuya revelación ha sido rechazada públicamente por la productora al constituir un doble delito, que ha puesto en marcha una investigación interna para esclarecer los hechos.
Aunque el vídeo fue borrado ese mismo día, la curiosidad del público y la facilidad para que cualquier contenido corra como la pólvora por las redes sociales -sobre todo uno tan impactante que, además, está relacionado con uno de los programas más vistos de nuestra televisión- hicieron que la inmensa mayoría de seguidores de La isla de las tentaciones lo vieran antes de su eliminación y descubrieran, por lo tanto, que Marina había sido infiel a Jesús apenas un día después del estreno de la edición. Un 'adelanto' al que hay que sumar otros hechos por los espectadores, que siempre atentos a cada avance del programa adelantaron acontecimientos que, salvo sorpresa, también sucederán en próximas emisiones.
Los spoilers no merman las audiencias del reality
Poniendo el foco en el spoiler de Marina e Isaac, sin duda el más peliagudo al que se ha enfrentado el programa en sus tres ediciones, su existencia deja a La isla de las tentaciones en una posición delicada. La parte positiva es que el reality ha demostrado sobradamente durante su primer año de vida que los spoilers, lejos de mermar sus audiencias, las consolidan e incluso las incrementan. Es decir, que la revelación de Marina e Isaac no parece que vaya a afectar al formato en términos numéricos, y menos cuando hay otras cuatro parejas en liza y la edición recién acaba de comenzar.
Además, que un hecho se desvele antes de tiempo suele llamar mucho la atención de los espectadores. Esto lo sabe el equipo de La isla de las tentaciones, que emite jugosos avances al final de cada gala, y también el de otros programas de otra índole que acostumbran a adelantar acontecimientos especialmente relevantes en vista del histórico éxito de esta práctica. El último de ellos, Pasapalabra, que el martes batió su récord histórico después de haber cebado durante días el final del épico duelo entre Luis y Pablo.
Al fin y al cabo, hay ocasiones en las que no solo importa el qué, sino también el cómo en términos narrativos. Sí, supimos antes de tiempo que Christofer y Fani se reconciliarían tras abandonar la isla por separado y que Melodie dejaría a Cristian para irse con Beltrán, pero hasta que no hablaron los protagonistas de las dos tramas, la audiencia tuvo que seguir ambas líneas narrativas para comprender cómo se había llegado a sus respectivos desenlaces. En el caso que nos ocupa, ya sabemos que Marina acabará en la cama con Isaac, sí, pero no cuándo ni por qué. Tampoco cómo reaccionará Jesús, cuya respuesta ya se ha convertido en uno de los momentos más esperados de la edición.
Los problemas de las 'Tentaciones' tras la difusión del vídeo
A pesar de estas ventajas, la cruda realidad es que la tercera edición de La isla de las tentaciones tiene hasta dos problemas diferentes con la revelación del susodicho vídeo sexual. El primero es el perjuicio que supone para el seguimiento del programa. A fin de cuentas, la gracia del reality es ver si las cinco parejas protagonistas siguen juntas al final de la aventura o si alguno de sus integrantes es infiel por el camino. Sabemos que Marina lo será, así que a la audiencia solo le queda esperar el momento exacto de la infidelidad y conocer los motivos de la misma, porque el misterio ya ha sido resuelto a las primeras de cambio y en contra de la voluntad del formato.
El segundo problema al que se enfrenta La isla de las tentaciones 3 con este spoiler es la construcción del propio programa. Para ser más exactos, la de sus debates. El primero, emitido el pasado lunes en Telecinco, ya demostró la incómoda situación en la que se encuentran los tertulianos de Sandra Barneda, cuya labor no es otra que opinar sobre lo que ven en cada gala y especular sobre lo que ocurrirá con las parejas y las tentaciones. Pero claro, ¿qué sentido tiene especular sobre algo que todos sabemos que ocurrirá? Ninguno, ciertamente, pero es que El debate de las tentaciones no tiene otra opción que hacer lo que hizo el lunes: tirar hacia adelante como si la filtración del vídeo no hubiese ocurrido.
Habrá quien piense que lo mejor para el formato sería justo lo contrario: asumir la existencia del vídeo y analizar, comentar y debatir el reality teniéndolo presente. Así se evitarían comentarios como el de Suso, que dijo que “a lo mejor Marina frena y no llega a más” para mofa de aquellos que comentaron el primer Debate en Twitter. Sin embargo, esta opción es inviable porque hablamos de un vídeo de sexo explícito cuya difusión supone un delito grave si no se cuenta con el permiso de sus protagonistas, como así ha ocurrido en este caso.
De hecho, tanto Marina como Isaac anunciaron la toma de acciones legales cuando las imágenes salieron a la luz. Por tanto, Telecinco y su Debate de las tentaciones no tienen otra alternativa que andar con pies de plomo, hacer caso omiso a la filtración del vídeo y obviar su existencia, aunque eso reste credibilidad a la emisión de los lunes y genere cachondeo entre los espectadores. Sin duda, un coste insignificante comparado con los problemas que acarrearía dar otro tratamiento al vídeo que no fuese abordar su difusión de puertas para dentro y dejarla, si procede, en manos de la Justicia.