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Crece la tensión en 'La Isla', con Silvia a puñetazos tras discutir con la diputada de Vox Mireia Borrás
Si en La isla de las tentaciones hay gritos y llantos por ver cómo crecen los cuernos en una tablet, en “la otra”, La Isla de laSexta, también hay un clima de tensión casi irrespirable que alcanza arrebatos de violencia.
El reality de Atresmedia, grabado hace tres años y presentado por el actual director general de juventud de la Comunidad de Madrid de Ayuso, Pedro García Aguado, emitió la noche de este jueves su segunda gala, en la que la sociedad formada por Silvia y AnaPi dejó claro que era insoportable para el resto del grupo.
En esta segunda entrega, las aventureras decidieron reubicarse en una nueva playa, pero el camino hasta ella fue complicado. Antes de empezar la marcha, Silvia y AnaPi dedicaron a las demás frases como “¡Qué ganas de llegar a la playa y que os den por culo a todas! ¡Cómo odio a todas!”, “¿Saldremos hoy? ¿Saldremos mañana? Peor que parbulitos, tío” o “¡Madre mía! ¿Alguna se tiene que pintar, peinar, depilarse? ¿No podéis andar y hablar a la vez?”.
Durante el camino, siguieron con lindezas como “estamos gobernadas por una panda de inútiles”, llamando al resto “degeneradas”, anunciando que “yo no voy a convivir con esas personas cuando lleguemos a la playa, lo tengo más claro que el agua” y gritando: “No voy a tener filtro para nada para que cuando me vean, lloren un poquito. ¡Soy Cruella de Vil! Comienzan los juegos del hambre, señores”.
Hartas por sus menosprecios, Pitty y la actual diputada de Vox Mireia Borrás se enfrentaron a Silvia y AnaPi, que acusaban al resto de no contar con ellas de nuevo entr faltas de respeto. “Tenéis unas contestaciones horribles, de verdad, es muy desagradable”, les dijo Pitty, pero Silvia siguió en sus trece: “Y puedo ser peor todavía. Pícame que a lo mejor encuentras a la fiera. ¡Vete a tu puta casa!”. AnaPi intervino para defender a su amiga asegurando que sólo intentan “dar ánimos”, pero después de que Pitty le dijese que “con todo el dolor de mi corazón te digo que eso no son ánimos”, ella también se salió de punto: “¡Pero qué dolor de tu corazón si no tienes, que estás hecha de plástico!”.
Reanudada la marcha, pocos metros después Silvia fue la que se detuvo, pero para liarse a puñetazos contra un árbol, mientras rabiosa decía: “¡Te juro que reviento el árbol a puñetazos!”.
Al llegar a la playa, la situación no mejoró. Silvia y AnaPi dijeron que ellas no se quedaban en ese sitio y que querían irse inmediatamente, aunque fuese las dos solas. Silvia hizo llorar a Ana María tras llamarle “vieja” y “clasista”, y al final volvieron a encontrarse con la oposición de Mireia Borrás: “¡Ana, baja esos humos!”, le dijo después de que AnaPi exclamase: “Me gusta estar sola. No me gusta que me hablen, no me gusta la gente, no me gustan los grupos y mucho menos las mujeres”.