Desde que María Pombo pisara La Resistencia, el olimpo de David Broncano se ha transformado en una especie de lugar indeseable para las influencers. Quizá lo era ya antes porque el presentador ha repetido en varias ocasiones que Dulceida le odia, “me ha llegado que me odia”, pero al faltarnos la otra versión fecharemos el “miedo” de todas ellas a partir de ese 15 de noviembre de 2022, cuando la más exitosa de las Pombo acudió al programa de Movistar+.
“Es el día que más me arrepentiré en mi vida, que más me arrepiento del mundo” confesaba la empresaria en su documental sobre la entrevista que vivió. “Me metí en una cueva, literal, estuve muchos meses sin conectar con mi público de Instagram porque me daba vergüenza lo que había hecho”.
Sin embargo, Broncano asegura que aquella noche la invitada se marchó contenta. “Hablé con ella cuando estuvo aquí y creo que se lo había pasado bien (...), estuvo divertida de la hostia la entrevista y es una de las más míticas del programa. Luego parece otra cosa si ves las redes sociales”, explicó a Lola Lolita, que le acababa de transmitir sus dudas sobre aceptar la invitación al programa.
Esta otra influencer le confesó lo siguiente: “Creía que lo iba a pasar mal porque impones mucho, y como algunas compañeras no se han llevado un buen recuerdo...”. Una sensación parecida a la que mencionó Violeta Mangriñán: “Estaba super nerviosa porque tienes un tono vacilón que no sabes si te estás riendo de mí o conmigo. Pero me estoy sintiendo bastante a gusto”.
Mientras que la última en acudir, Laura Escanes - este mes- también recordó haber compartido tales confidencias con Pombo cuando se encontraron con Broncano en el Mutua Madrid Open y se advirtieron de su presencia: “Le dije, '¿has visto quién está?' señalándote”.
Ante tal leyenda construida entre las influencers sobre los peligros de La Resistencia, hay algunas que prefieren no acudir y otras que se toman la invitación como un reto que prefieren experimentar por ellas mismas. Pero ¿qué ocurre con las influencers para que tengan tanto miedo a acudir al programa?
La ironía de triunfar siendo “uno mismo” pero tener miedo a demostrarlo
Ese miedo a hacer una entrevista tan singular como hace David Broncano mayoritariamente está entre las y los influencers. No hemos escuchado deportistas, cocineros o artistas que rumoreen entre ellos lo “peligroso” de acudir al programa. Al contrario, hay ciertos rostros que rechazan invitaciones de otros espacios y solo quieren pasar el rato con el presentador.
Por eso llama la atención lo que ocurre entre “la influencia”. Sobre todo, porque ellos precisamente se nutren de hablar de ellos mismos en redes, de exponer toda su vida a diario, de responder a preguntas que les hacen, de sentarse en sus endogámicos podcast para hablar de “todo el trabajo que hay detrás de sus vidas, que no se ve”... pero ¿no es eso lo que les propone Broncano?
La respuesta a tales temores podría estar representada en las tazas que rompe de golpe el presentador en vez de regalárselas, en las preguntas sobre las nubes favoritas de la invitada, en las salidas de Grison o las interrupciones del público. Una espontaneidad que descoloca al invitado, que se queda a solas ante sus propias reacciones.
Ahí está la clave: Broncano improvisa y obliga al invitado a hacerlo también. Lo que supone ser uno mismo, sin preguntas ni temas pactados, tampoco hay ensayos o posibilidad de borrar la publicación... en La Resistencia no hay filtro y tampoco filtros. Algo a lo que no todos los influencers están dispuestos a renunciar.
Es irónico que personas que alardean de tener tantísimos seguidores por ser ellos mismos, tengan tanto miedo a una entrevista en la que solo tienes que ser tú mismo. ¿Quizá es que no lo son tanto como creíamos? Ahí está el examen involuntario que supone Broncano y su equipo. Es de valientes acudir porque es de valientes ser uno mismo.