La última cena se instaló en los viernes de Telecinco el pasado 22 de mayo. Diez semanas después, llegará a su gran final el próximo día 24 de julio, en la que Jorge Javier Vázquez y Belén Esteban se enfrentarán a Terelu Campos y Víctor Sandoval.
Los hermanos Frigenti fueron los últimos anfitriones del formato, en una noche que arrancó con el presentador interpretando Yo quiero bailar, de Sonia y Selena. Más adelante, la velada contó con bronca entre los cocineros por un día y Mónica Hoyos. Su presencia en el plató fue sorpresa, y en seguida se generó tensión entre ella y los “chefs”. No obstante, antes de conocer las valoraciones, los tres protagonistas se disculparon por su comportamiento.
De hecho, Hoyos les acabó puntuando con un 10. Lydia Lozano, María Patiño, Rafa Mora y los chefs Sergi Arola y Begoña Rodrigo les dieron un 5; mientras que Kiko Matamoros y Belén Esteban les dejó en un 4, y Alonso Caparrós en un 6.
María Patiño, el disfraz de vaca y su petición de no comer más
La ruleta rosa volvió a decidir al azar el reto al que tendrían que enfrentarse los comensales de La última cena. A María Patiño le tocó “disfraz”, de tal forma que debía entrar en el baño y ponerse el traje que le esperaba dentro. Cuando Jorge Javier le pidió que mostrara el resultado, ella respondió: “No quiero salir”. La colaboradora no pudo oponerse y regresó al plató tras el cambio de vestuario.
No fue la mejor noche para Patiño, que al probar el segundo plato, careta de cerdo, llevó especialmente mal que los Frigenti no le hubieran quitado bien los pelos. “Me estoy mareando”, aseguró. Aun así, Jorge Javier insistió en que siguiera comiendo. “No quiero más, Jorge, por favor te lo pido”, suplicó, “te hago lo que quieras en la vida, te doy la vida entera. Te doy lo que tengo en casa”.