¿Hasta qué punto influyen las mecánicas de los programas de televisión en nuestras vidas? A esa pregunta trató de responder con humor Hoy no, mañana. El programa dirigido por José Mota y presentado por Santiago Segura planteó una versión “callejera” de La Voz en uno de los sketches del viernes 9 en La 1.
El escenario no podía ser más cotidiano: un artista callejero interpretado por Iker Galartza (Allí abajo) se pasea entre las mesas de la terraza de un bar, buscando un donativo. El tipo, armado con un acordeón, toca Los pajaritos de María Jesús con expresión hastiada, mientras dos clientes, de espaldas a él, parecen reaccionar positivamente a lo que oyen. Tanto que acaban presionando un pulsador y girándose como lo hacen los coaches del talent show que emite Antena 3.
“Qué forma de exprimir el acordeón, qué virtuosismo”, decía uno de estos jueces imoprovisados, encarnado por Andoni Agirregomezkorta. A su lado, otro cliente (Daniel Ortiz, de Vis a vis) coincidía: “Me has transportado a mi infancia con un mensaje muy ecologista”, pronunciaba emocionado. La nota discordante la ponía una joven sentada junto a ellos (Cristina Soria): “Yo no me he girado porque no has arriesgado. Has tirado de un clásico sin probar algo nuevo. Tengo la sensación de que aún no has encontrado un estilo propio”, criticaba.
Cuando el artista, confundido por la situación, pedía “una monedita”, los tres clientes reaccionaban resabiados. “Otro artista que se vende al mercado”, reprochaba uno. “Os lo dije, que vienen sabiendo a lo que van. Ya no tocan por amor al arte”, decía ella antes de que los tres le dieran la espalda sin darle contribución económica.