La octava edición de MasterChef Celebrity ya tiene grabado el nombre de su ganadora en su palmarés: Laura Londoño. De hecho, lo podían haber “cincelado” hace una semana, tras la inesperada expulsión de Blanca Romero que era la única con el nivel suficiente para haber plantado cara a la actriz de Café con aroma de mujer.
Con la marcha de la modelo, a la final llegaron Toñi Moreno, Alvaro Escassi, Daniel Illescas y la que todos sabían que iba a acabar llevándose la gloria. Y es que el resto de finalistas había tenido un recorrido culinario mucho más irregular que la ganadora, a lo largo de toda la edición.
Por lo que el desenlace de este jueves, 30 de noviembre, se convirtió en el más desigual y evidente de los anteriores con celebrities. Cabe recordar duelos finales tan peleados como el de Miguel Ángel Muñoz y Cayetana Guillén Cuervo, los igualados cocinados de Ona Carbonell y Paz Vega, o hasta el premio ex aequo que se llevaron Miki Nadal y Juanma Castaño.
Primera prueba con la chaquetilla de Londoño
El primer desafío de la noche, en el que se puso en juego la primera chaquetilla de duelista, fue un clásico: la prueba de seguir al chef. Desde El Celler de Can Roca, Jordi Roca llevó un espectacular postre que los finalistas tuvieron que elaborar al ritmo que marcó el cocinero frente a ellos.
Durante el cocinado, los jueces advirtieron que debían “seguir al chef sin preguntarse entre ellos” porque muchos se perdieron por el camino. Daniel no retenía ninguna cantidad y pedía información a una Toñi que no sabía ni dónde estaba, casi desde el primer minuto. Escassi falló en un paso clave como era montar la nata, mientras Londoño siguió a Roca casi de forma instantánea y correcta en todo momento.
Con todo ello llegaron las presentaciones de los platos. Álvaro llevó una elaboración “rica pero con muchos fallos”, Laura sorprendió con la similitud de su cocinado con el del chef tanto por fuera como por dentro, Daniel hizo una réplica “buenísima pero errando al desmontarla” y Toñi presentó unas elaboraciones “destartaladas”.
Por tanto y como era de esperar, la primera duelista de la edición era Laura, a la que aplaudían todos sus compañeros que no dudaban del resultado.
Prueba de exteriores con las lágrimas de Escassi
La última prueba de exteriores llevó a Escassi, Toñi y Daniel hasta Atrio, el restaurante liderado por Toño Pérez en Cáceres. El chef diseñó un menú con elaboraciones muy complicadas como un bogavante con frutos rojos y emulsión de pimiento, una presa de cerdo ibérico con zanahoria y naranja, y una ganache montada de kalamansi, lemon curd y licuado detox, entre otros.
Un menú que tuvieron que replicar para nueve chefs galardonados con Estrellas Michelin: Martín Berasategui, Pedro Subijana, Joan Roca, Elena Arzak, Sergio y Javier Torres, Jesús Sánchez, Jordi Cruz y Toño Pérez.
Álvaro se mostró más concentrado que nunca al dedicarle el cocinado a su madre; Toñi se cortaba solo empezar y acababa “en la mierda” con lágrimas en los ojos sin saber cómo reconducir su cocinado; Daniel estuvo tan perdido como concentrado en distintos momentos de la elaboración.
Tras servir todos los platos, los jueces empezaron las valoraciones. Moreno había “salvado los muebles sin brillar” por lo que ocupó el cuarto lugar del talent con el siguiente piropo de Pepe: “Eres el auténtico regalo de esta edición”. A Dani le fallaron los nervios y tuvo que repetir varios platos pero se convirtió en el tercer clasificado. Por lo que Álvaro se convirtió en el segundo duelista del talent.
El jinete se echaba a llorar al dedicar el logro: “Mi madre se ha muerto estando yo en el programa y seguro que estaría muy orgullosa”, lamentaba ante el cariño de sus compañeros.
Un duelo final con la emoción de Escassi y la virtuosidad de Londoño
Para hacerse con la victoria, Londoño y Escassi tuvieron que diseñar y elaborar un menú completo, compuesto por un entrante, un plato principal y un postre, que reflejaran lo que habían aprendido durante su aventura culinaria y que hablaran de su historia y sus raíces.
Así empezó haciéndolo Álvaro que conquistó con un entrante “esencial, equilibrado y bien trabajado que decía mucho de él”. El plato principal se lo dedicó a su madre por morir cocinando y Jordi alabó el “gran sabor logrado” además de la buena persona que es el aspirante. Para acabar con un postre que dedicó a su pareja por ser igual de “dulce”, pero tuvo algunos fallos por la “fruta sosona”.
Laura arrancó su menú con una “eterna primavera” que trasladaba a su lugar de origen y dejaba anonadados a los jueces: “Es el plato más complejo que hemos probado nunca aquí”, sentenciaba Pepe y aplaudía el resto. El plato principal se inspiró en la aventura culinaria que estaba disfrutando, aunque Jordi señaló que “había mucho curro que no lucía pero era de profesional”. La guinda la puso con un postre de oro líquido que entusiasmó a los jueces: “No hacen falta palabras”, decían emocionados.
Aunque Escassi se había esforzado y había emocionado a los presentes, hasta él miraba estupefacto el talento culinario de una contrincante con la que no pudo competir. “Has hecho un concurso excepcional, siempre lineal, virtuosa, con un nivel que no es normal para un celebrity”, le dijeron.
Los jueces se fueron a deliberar, pero la sentencia fue la esperada: “El ganador de la octava edición de MasterChef Celebrity es Laura Londoño”, exclamó Pepe.