El Hormiguero volvió a enternecer a la audiencia con un experimento protagonizado por abuelos de más de 90 años y jóvenes de 20. Un salto de tres generaciones que mostraron cómo ha cambiado la concepción del amor, la fidelidad y la identidad de género desde entonces hasta ahora.
Todos juntos en una misma sala fueron preguntados por las personas con las que han estado hasta ahora: los abuelos respondían que solo con una, con quien se casaron. Mientras que los veinteañeros iban de “unas 20”, a 40 y hasta 600, como era el caso del actor porno, Jordi ENP. Estos últimos también rechazaron la idea de casarse y estar con una sola persona toda la vida.
Cuando uno de ellos les explicó lo que eran los locales de intercambio de parejas, un abuelo señaló: “¿Cuando estás tú con una, tu pareja está con otro? Eso antes se llamaba putada”.
Pero fue cuando los jóvenes hablaron de identidad de género cuando los veteranos mostraron mayor desconcierto. “Me identifico como género no binario, no me identifico ni con ser hombre, ni con ser mujer. No soy ninguna de las dos cosas”, dijo Bin y el abuelo se lo explicó así a su mujer: “Es una persona que está entre ser hombre y ser mujer, ¿cómo la tratarías tú?” y ella respondió dando una lección: “La trataría lo mejor posible”, zanjó.
A los abuelos les preguntaron si alguna vez se habían despertado dudando de su género :“No, eso no, yo tengo rabo”, exclamaba. Y cuando los jóvenes les transmitían su asombro al casarse con alguien si haberse acostado con esa persona, otro de los abuelos aclaraba: “Muy fácil, el acto sexual pasa a segundo término”.