Este sábado 25 de febrero se celebró la cuarta y última eliminatoria del Melodifestivalen, el evento musical con el que Suecia elige a sus representantes para Eurovisión. El Benidorm Fest sueco, por decirlo de algún modo.
El espectáculo, retransmitido por la televisión pública SVT, se desarrolló con total normalidad hasta que un espontáneo saltó al escenario para exhibir una pancarta durante la actuación de Loreen, que este año vuelve a tener aspiraciones eurovisivas tras ganar el festival de la canción en 2012.
El hombre se quedó en el borde del escenario sosteniendo un cartel de grandes dimensiones en el que se desconoce si había algún texto escrito. La escasa iluminación y el enfoque de las cámaras hizo que esta visita inesperada pasara casi totalmente desapercibida para los espectadores.
La organización le permitió repetir la actuación
Aunque el incidente duró solo unos segundos, la actuación de Tattoo quedó totalmente deslucida porque el realizador del programa pinchó un plano general del estadio para no darle más protagonismo al espontáneo, que fue sacado de escena por los miembros de seguridad.
La artista continuó con el show, sin embargo, instantes después se paralizó la música y los presentadores interrumpieron la emisión para explicar lo que acababa de ocurrir.
Dadas las circunstancias, los responsables del Melodifestivalen decidieron darle una segunda oportunidad a Loreen, de modo que la aspirante pudo volver a cantar Tattoo y acabó clasificándose para la final, por lo que ahora está un paso más cerca de repetir su exitosa experiencia eurovisiva de 2012.