Lorenzo Caprile también triunfó en 'MasterChef' con su sinceridad ante los platos: “¿Tú crees que esto no es tóxico?”
MasterChef 9 emitió la noche de este martes su quinta gala en La 1 de TVE. Y para su primera prueba, además de con la participación de su exconcursante Iván (de MasterChef 8) con la misión de ayudar a Fran, contó con las visitas de Lorenzo Caprile, Palomo Spain, María Escoté y Raquel Sánchez Silva.
Acostumbrados los tres primeros a juzgar y decidir sobre las creaciones de Maestros de la costura, a cargo de la misma productora Shine Iberia, cambiaron por una vez para ser ellos los que dictasen sentencia sobre los platos de los aspirantes de MasterChef. Labor compartida por la presentadora, con experiencia en el formato como exparticipante de la versión Celebrity.
Y desde el primer momento, Lorenzo Caprile se erigió como protagonista. Ya durante su presentación, afirmó que “yo luego soy un buenazo”, pero dejó claro que sí era exigente: “Con la comida, sí, claro. Mi madre es una cocinera de las mejores del mundo, y me gusta comer”. Intervinieron Palomo Spain y María Escoté, para señalar que lo que menos le gusta es “el pitiminí y las modernidades”, y el propio Caprile reconoció: “Esas cosas que hace Jordi [Cruz] no me gustan nada”, añadiendo a continuación una broma: “Desde que salió en la portada de Men's Health se lo tiene muy creidito”, lo que provocó las primeras risas entre todos.
Tras las presentaciones y bromas iniciales, las distintas parejas de aspirantes fueron presentando sus platos. Y las valoraciones de Caprile fueron tan sinceras como siempre. A los primeros, Iván y Fran empezó por señalarles tras probar el vino: “Espero que vuestros platos estén tan ricos como esto”. Pero fue comprensivo con Fran tras probar su plato, e incluso le disculpó por sus errores. También fue positivo con Alicia y María, cuyos platos se comió entero.
El show empezó con Toni y Ofelia, porque la concursante que genera amor y odio de esta edición dijo que su elaboración “tiende a la crudeza”. Caprile intervino: “No, esto está crudo. No tiende, está”. Con Arnau y Jiaping fue Palomo el encargado de sentenciar que “está malísimo, no hay quien se lo trague”, y Caprile volvió con Pepe y Dani, pero para dirigirse a su compañero. Raquel bromeó con el mote de 'sugar daddy' de Pepe, Palomo dejó caer que “yo estoy buscando un sugar daddy”, y Caprile no se cortó: “Tú estás buscando muy sugar y poco daddy, perdóname”.
Lo mejor llegó al final, en el turno de Amelicious y Meri. Ambas nombraron sus platos como “verde que te quiero verde”, y Caprile ya se mostró en contra: “Esto muy verde no es eh”. Palomo dijo que sí era verde, y él insistió: “¿El día después del ataque nuclear? Vamos, si esto es verde...”. Cuando las dos aspirantes explicaron que se habían basado en las “propiedades nutricionales y curativas de los alimentos”, Caprile les lanzó una pregunta: “O sea, tú crees que esto me va a desintoxicar. No me voy a intoxicar. Porque vamos, el aspecto de esto es un poquito tóxico eh”. Cogiendo el plato y enseñándolo, lo que provocó que casi tirase la comida, preguntó: “¿Tú ves ese color, y tú crees que esto no es tóxico?”. Luego añadió un apunte cultural: “¿Tu sabes en pintura cómo se llama este color? Verde veronés, que era el color de los muertos”.
Tras probar el último plato, Caprile dictó sentencia a todos los aspirantes de MasterChef: “Estoy enfadado con todos porque ninguno ha hecho un postre saludable”. Jianping le respondió, y el modista se vino más arriba: “Ah, ¿el postre no es saludable? ¡A la prueba de expulsión! ¡¿Cómo que un postre no es saludable, hombre?!”, exclamó mientras hacía aspavientos y miraba a los jueces, entre las risas del resto.
Al juzgar la elaboración, como Raquel Sánchez Silva valoró que habían sido ordenadas, Caprile volvió a interrumpir: “Pero esto es MasterChef, no es 'Maestros del orden'. No es el programa de la japonesa esa de los armarios, perdóname. No es Marie Kondo”.
