La actriz es una de las afectadas del retraso del estreno de la undécima temporada de 'La que se avecina', al tiempo que rueda su duodécima. Mientras tanto no ha esperado de brazos cruzados. En el último año, Macarena Gómez ha estrenado títulos como El fotógrafo de Mathausen o En las estrellas. Además, la hemos visto probándose como monologuista, en el especial '¡Stop, Princesas!' de Comedy Central.
Habitual en la comedia, la cordobesa es igualmente experta del terror. Ha trabajado a las órdenes de algunos de los nombres más importantes del género en nuestro país como Paco Plaza (Romasanta. La caza de bestias), Jaume Balagueró (Para entrar a vivir), Paco Cabezas (Carne de neón) o Álex de la Iglesia (Las brujas de Zugarramurdi).
El último figuró como productor de la cinta Musarañas que dirigieron Esteban Roel y Juanfer Andrés, cuyo papel “de perturbada”, como ella misma define, es el tipo de registro con el que está “encantada”. Le divierten el terror, la acción y “la sangre”, comenta.
En tu monólogo del '¡Stop Princesas!' bromeabas sobre cómo muchos te diferenciaban de la otra Macarena (García) diciendo que en tu caso eras “la loca”. ¿Cuánto se te ha terminado identificando con tu personaje en LQSA?
El apelativo de “la loca” no es solo por La que se avecina. Casi todos los personajes que me dan en cine son personajes perturbados psicológicamente, y yo misma tengo también tendencia a llevarlos hacia ese lado porque me resulta más divertido. Lola es histriónica pero más lo son otros de sus vecinos en la serie. Te diría que el mío es de los más normalitos.
¿Qué le espera a Lola en los capítulos que todavía no ha visto el público?
No recuerdo del todo qué pasa. He de confesar que como terminamos de grabar la temporada once en junio del año pasado y ha pasado año y medio no me acuerdo. Me ocurre lo mismo cuando hago una película, que como solemos rodar durante cinco semanas y no se estrenan hasta dentro de mucho, cuando llega la promoción suelo llamar al director. Aun así, los conflictos de Lola en general tienen que ver con la relación con su marido y sus problemas como actriz fracasada. Suele ser eso, pero no sabría decirte nada en particular.
¿Qué tiene la serie para que después de tanto tiempo, siga atrayendo a tantos espectadores?
El éxito de La que se avecina está en los guiones. Son soberbios. Es muy difícil hacer comedia y hacer reír.¿Por qué nos reímos cuando vamos a ver un monólogo o con una serie? Porque nos identificamos con lo que cuentan. La serie, aunque te plantee situaciones que parezcan absurdas o increíbles, están basadas en hechos reales, en personas que los guionistas conocen, con experiencias que han vivido o les han contado.
Todos hemos conocido a alguien como Lola: la típica mujer casada, manipuladora con su marido, que incluso pone por encima de él a sus padres. Todos hemos conocido a fachas como Antonio Recio y a maridos sinvergüenzas como Amador. Esos personajes existen y ahí es donde está la clave del éxito, en escribir unos guiones fieles a la realidad.
¿Cómo fue tu llegada al '¡Stop Princesas'! De Comedy Central?
A través de la llamada del productor, que me propuso si quería hacer un monólogo. Le respondí diciéndole que no soy monologuista, independientemente de lo graciosa que pueda ser. Soy actriz y no tiene nada que ver, aquí había que enfrentarse a un público en directo y hacer gracia. En una serie de televisión, si no eres gracioso, en edición te lo pueden salvar, pero el directo me daba mucho miedo. El tempo es distinto, hay que lidiar con los aplausos, saber cuándo parar y, si te equivocas, saber improvisar. Pero finalmente me decidí porque para mí era un reto. Aposté por intentarlo y lo disfruté muchísimo.
¿Te animó que fuera un programa que iba a tratar de romper clichés y estereotipos sobre la mujer?
No acepté exclusivamente porque fuera un programa de mujeres, si el monólogo hubiera sido rodeada de hombres lo hubiera hecho igual. Sí que era un añadido saber que todas las compañeras eran chicas que no son gente famosa. Creo que el único rostro popular aparte del de Santi Millán era el mío. Está muy bien que se le de visibilidad a estas mujeres. Es muy duro ser monologuista, la mayoría son guionistas también.
¿Cómo decidiste la temática del monólogo?
Los guionistas me preguntaron de qué quería hablar y pensé que lo mejor sería hacerlo de mí misma, porque iba a ser más fácil. Normalmente el humor se basa en reírse las desgracias ajenas, o a quitarle importancia a situaciones muy graves. Para mí era más fácil defender un texto que conozco, aunque no todo lo que conté es real.
El auge del 'me too' y los abusos sexuales cometidos sobre mujeres en la industria del cine fueron dos de los temas que se abordaron en el especial. ¿Ves bien que se hable sobre ellos en clave de humor?
Es lo primero que tiene que pensar la gente, que estamos haciendo humor. Si estás en esa clave no te puedes sentir ofendida. Si a alguien no le gusta verlo porque se siente ofendido puede apagar la televisión. Me parece bien que se utilice no para reivindicar, pero sí para dar voz a estos problemas. Quizás si no fuera en clave de humor, la gente tampoco se atrevería a sacar relucir esto.
Tu prolífico trabajo en el género te ha permitido trabajar con grandes directores como Álex de la Iglesia. ¿Cómo valoras trabajar con él?
Me encanta porque es un genio. Tiene una visión única, de los personajes y las historias que crea. En este país hay grandes directores de cine y Álex es uno de ellos. Me gusta mucho hacer acción, cine de género, de terror. Me escogen mucho para hacer este tipo de papeles donde soy la mala malísima y me divierte mucho, salirme de lo cotidiano. Si me dan un personaje como el de Musarañas, donde hacía de perturbada, yo encantada. Además soy como una niña pequeña, cuanto más me tenga que disfrazar, mejor para mí.
Él es uno de los muchos cineastas españoles que se están lanzando a la dirección de series. ¿Qué opinión tienes de las plataformas?
La cantidad de plataformas que hay ahora están dando trabajo a tanta gente del medio que es maravilloso. Hace dos años habría mogollón de actores en paro y, sin embargo ahora, están casi todos trabajando. Alguno dirá que es mentira, pero se están produciendo tantas cosas que se le están dando muchas oportunidades a la gente.
Para mí el miedo es saber cuánto va a durar este boom. Habiendo tantas plataformas, tantas series y tanto cine a lo mejor hay un momento en el que explota. Pero por ahora, aprovechemos, porque de momento hay muchísima gente que puede vivir de esta profesión gracias a las plataformas. Siempre se dijo que las series de televisión y las plataformas iban a ser el futuro, y mucha gente que hace años no se lo creía se ha dado de bruces con la realidad. Es el presente.