Jordi González advirtió que la 14ª gala de GH VIP 7 iba a ser “mágica e inolvidable”, y así fue, pero sobre todo para Adara.
La concursante vivió una noche de reencuentros impactantes con Hugo - su pareja y padre de su hijo-, al que no veía desde hace 3 meses, y con Gianmarco.
El programa le dejó escoger a quién ver antes, y se decantó por el que hasta ahora había sido su chico. Algo que cambió su historia por completo.
El cebo inteligente para el espectador pero desestabilizante para Adara
El Súper pidió a Adara que fuera al búnker y ella entró “acojonada” tras saber que Estela se había reencontrado allí con su pasado unos días antes.
Una vez dentro, Adara pudo ver vídeos de su relación con Gianmarco mientras comentaba “madre mía” y se ponía las manos en la boca. “Es una situación súper difícil para mí porque necesito hablar con mi pareja. Lo único que puedo decir es que no he podido controlar mis sentimientos”, confesaba tras ver las imágenes.
En ese momento, Jordi le informaba de que el italiano estaba en la casa. Algo que la alegró completamente. Pero también le dijo que Hugo había ido hasta allí para verla, y su gesto cambió por completo. Le pidió que ella escogiera a quién quería ver primero. Una elección magnética para el espectador pero que a ella la dejó fuera de juego totalmente, porque sabía que quería tener una conversación con Hugo pero le asustaba.
“Esto es muy fuerte para mí”, dijo y se echó a llorar, “la he liado mucho, la he liado mucho”, repetía arrepentida.
Finalmente, decidió hablar con Hugo antes. Y (sin ella saberlo) Gianmarco estaría viendo el reencuentro desde otra habitación.
Hugo: “Estoy dolido pero no te dejé de amar”
Hugo entró y ambos se abrazaron. Se sentaron y se confesaron que estaban nerviosos pero que aún así querían decirse algunas cosas.
Él empezó: “No quiero reprocharte nada. Hay muchas cosas que me han dolido pero ya las hablaremos fuera. Yo soñaba otra cosa, hice siempre fuerza con lo que me dijiste en el aeropuerto: que no creyera nada. Hasta ese momento te estuve defendiendo, después no fui más. Sé que no estábamos pasando por un buen momento pero te extrañaba un montón, te amo muchísimo y siempre pedí subir a verte. Lo dije mil veces. Pero después de las cosas que sucedieron...”
Ella no supo cómo explicar lo sucedido: “Esto ha sido todo sin querer”, e hizo una pregunta que repetiría varias veces a lo largo del reencuentro: “¿Qué has pensado en este tiempo fuera?”.
“Yo me di cuenta de todo, pero siempre pensé que nuestro amor era indestructible”, respondió Hugo, “ese fue mi error. Más me duelen otras cosas, porque se escucha todo. Hay cosas íntimas nuestras que... no sé. Todo se escucha. Dijiste cosas muy feas a Joao. Esas cosas me duelen más que lo otro. Yo no me merezco esas cosas, ¿sabes? Pero no te machaques. Yo sé que te amo y sé que estoy dolido, pero no sé lo que va a pasar”.
Ella volvía a disculparse: “Lo siento, de verdad, lo siento. Pero creo que hay cosas muy básicas que se necesitan y que alguien no se puede forzar a sentir”.
A lo que Hugo subrayó lo siguiente: “Quédate tranquila, sigue con tu concurso. Has hecho un concurso con cosas que has patinado pero tú has sido la protagonista. No estoy enfadado, sí dolido y decepcionado. Pero no puedo decirte que te dejé de amar”.
Entonces tuvieron que despedirse, y al ponerse de pie para abrazarse él le dio un beso de película. Al verlo Gianmarco se tiró al suelo en señal de derrota, para después levantarse y dar patadas a los muebles.
Ya a solas en el confesionario, Hugo se sinceró: “Me siento algo mejor. Me ha faltado un te amo. Pero no pensaba ni que me fuera a dar un beso”.
Gianmarco: “Lo que he vivido dentro y lo que he vivido ahora es completamente diferente”
Tras la charla con Hugo, Adara aseguró que tenía un gran lío en la cabeza pero que aún así quería ver a Gianmarco.
El italiano, por su parte, se sentía derrotado: “Hugo no le ha contado toda la verdad, no le ha dicho cosas importantes, pero se han besado y creo que al final lo que me ha dicho él, su madre, su tía... pues lo nuestro era algo que no iba a ningún sitio”. Aún así, también quiso ver a Adara.
Entro y al verse se fundieron en un abrazo. La sonrisa de ella se iluminó hasta que le preguntó cómo estaba él: “Estoy mal. No te quiero preocupar por nada, estás haciéndolo todo muy bien. Pero he visto el reencuentro con Hugo y en estos días he estado muy mal porque por las noches pienso en el tiempo que estuve contigo y en compartir más tiempo después. No es fácil tampoco para mí, ¿entiendes? Pero yo te apoyo fuera y lo sigo haciendo. Todo este tiempo siempre te he esperado. Extraño nuestras risas, tus bromas...”
Mientras él hablaba ella no dejaba de sonreír, pero cuando le preguntó por lo que sentía, le fue sincera: “No sé lo que siento Gianmarco, estoy super liada, necesito tiempo, necesito pensar. Es una situación súper fuerte. Madre mía. ¿Qué sientes tú?”.
“Lo mismo que te decía en el confe”, respondió refiriéndose a cuando ambos aseguraron que estaban enamorados. “Pero tú no. Dime solo una cosa, sinceramente: ¿Te tengo que esperar o no? Por lo que he visto con Hugo creo que la respuesta la tengo. Solo quiero entender simplemente”.
Adara repetía: “No sé ni yo lo que siento ahora mismo. Necesito conversaciones más profundas. Necesito tiempo. ¿Tú entiendes mi situación?”
Gianmarco volvió a presionarla: “Solo quiero saber si tengo que esperarte o no fuera”, a lo que ella respondió con un sincero: “Haz lo que sientas”.
Al marcharse, ella quiso decirle algo más pero prefirió no hacerlo.
Una vez estuvo él a solas en una habitación, explicó a Jordi su comportamiento: “La he visto más fría conmigo, la he visto besarse con Hugo, le he preguntado si quiere que la espere y no lo sabe, y que su mirada no era igual. Lo que he vivido dentro de la casa con lo que he vivido ahora es completamente diferente”.
Para acabar sentenciando: “Creo que al final a ella no le intereso. Me esperaba algo diferente en este reencuentro”.