Marc Giró aprovechó este martes su monólogo en el Late Xou de La 2 para comentar con sorna la última polémica en la que se ha visto envuelto el Papa. Hace unos días, trascendía en los medios la petición del pontífice de que no se aceptaran más gays en los seminarios porque, según sus palabras, ya hay “mucho mariconeo dentro” de ellos. “Si lo llego a saber...”, comenzó diciendo el presentador de TVE.
El catalán recordó entonces que el Papa tuvo que pedir disculpas por estas declaraciones: “Pero también te digo, si lo de los seminarios le parece mariconeo, lo de este programa... ¿Qué le parecerá? Porque este señor, como se dé una vuelta por aquí, flipa”, añadió entre bromas.
“Si a lo de los maricones que no se pueden hacer curas, le sumas la negativa furibunda del Vaticano de que las mujeres se ordenen, van a tener que ir a buscar sacerdotes al infierno y no te extrañe que acaben repartiendo hostias Putin, Trump y Netanyahu”, prosiguió Giró, desatando las risas del público.
Marc Giro: “¿Cómo se mide el mariconeo?”
El presentador reconoció entonces que toda está polémica le ha hecho plantearse varias preguntas: “¿Cómo sabrán si los candidatos a cura son gays o no son gays? ¿Qué examen les van a hacer? ¿Esto de ser cura no iba del celibato y no de la orientación sexual? ¿Qué pasa si descubres que eres gay en tercero de carrera de cura? ¿La norma sirve también para bisexuales, los fluidos, las personas binarias, etc.? Si a un seminarista heterosexual le da por escuchar en Spotify a Raffaella Carrà, ¿se considera mariconeo?”, enumeró cuestión a cuestión el humorista.
“Dice el Papa que en los seminarios hay mucho, insisto, mucho mariconeo. ¿Cómo se mide lo del mariconeo? ¿Va a peso? ¿En qué momento debes parar para que no sea 'mucho mariconeo'? Mariconeo, a secas. Un mariconeo, por decirlo de algún modo, sostenible. ¿De qué hablamos cuando hablamos de mariconeo? ¿Qué es mariconeo? ¿Y tú me lo preguntas? Mariconeo eres tú”, sentenció parafraseando el famoso poema de Bécquer.
“¡Qué pena que el Vaticano esté tan en contra del mariconeo! Porque nos vamos a perder de verdad momentos de gran espiritualidad”, concluyó mientras aparecía detrás de él un coro eclesiástico (el Barcelona Gay Men's Chorus) que comenzó a entonar It's raining men.