Marcos de Quinto ha abandonado este martes el plató de Todo es mentira tras una discusión con Risto Mejide, quien le ha afeado que no respetase los turnos de palabra. El exdiputado de Ciudadanos y antiguo Vicepresidente de The Coca Cola Company, un fijo en la tertulia de Cuatro desde el comienzo de la temporada, ha reaccionado así ante el reproche del presentador, a quien había estado interrumpiendo de forma insistente.
Todo se ha debido al tratamiento de uno de los temas del día, la cancelación del mitin que Santiago Abascal preveía dar en Ceuta, como consecuencia de la crisis diplomática con Marruecos. El exdiputado consideraba que se está responsabilizando a Vox por la decisión y comenzaba a pisar a sus compañeros de mesa: “Nadie está echando la culpa a nadie. Solo estamos analizando si ese acto era pertinente”, apuntaba Mejide. “¡Eso lo decidirá el partido!”. Sin embargo, De Quinto no se calmó, y pasó a sacar a colación a EH Bildu y los actos de homenaje a terroristas en País Vasco.
“Seguramente él tendrá sus razones, no nos las ha explicado”
Llegados a ese punto, el presentador se plantó: “Marcos, por favor, te Te voy agradecer que no hables cuando estoy hablando yo. ¿De acuerdo? Aquí hay un presentador. Si quieres, cuando te dé paso dices lo que tú quieras y te dejo el tiempo de manera muy respetuosa”. De Quinto se limitaba a añadir: “Perfecto”. A continuación, el magacín satírico de La Fábrica de la Tele daba paso a un vídeo. Al volver a plató, el exdiputado ya no estaba entre el equipo.
Risto explicaba lo ocurrido: “A veces ocurren cosas y siempre me he comprometido en ser transparente con vosotros. Durante la emisión del vídeo que acabáis de ver, Marcos de Quinto ha decidido levantarse y abandonar el programa. Seguramente él tendrá sus razones, no nos las ha explicado. Solo se ha levantado y ha dicho, '¿Me despido, o me despido brevemente cuando volváis del vídeo?'. Le he dicho 'Haz lo que quieras, Marcos', y ha decidido abandonar el programa”. El comunicador precisaba, además, que la dirección del programa estaba hablando en ese mismo momento con el aún colaborador para tratar de resolver el problema.
“Nosotros nos debemos a vosotros, a que se realice un debate de manera sosegada en la medida de lo posible y respetando los turnos”, apostillaba Mejide, que recalcaba: “A quien no le guste que le corten o que le digan que hay un moderador, efectivamente, que se monte un monólogo en un programa de televisión. Aquí hay muchas opiniones que queremos escuchar. No solo una”.
Todo es mentira daba entonces paso a un corte publicitario de unos 10 minutos. A la vuelta, la silla de De Quinto siguió vacía.
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