María Casado cerró la segunda temporada de Las tres puertas este miércoles, 5 de abril, tras haber hablado con Goya Toledo sobre la compleja vida del actor, con Alfred García sobre el “parón” que hizo en su trabajo y con Luis San Narciso, el director de casting más famoso de nuestro panorama audiovisual, sobre cómo descubrió a Carmen Machi y Ana de Armas.
Los tres últimos invitados de la temporada agradecieron a la presentadora la oportunidad de hablar “a fuego lento en televisión” y de haber recibido su llamada. Algo que se había ido repitiendo en casi cada entrega del espacio que se trasladó a La 2 en esta nueva tanda.
Por eso, si la presentadora se despidió de la primera temporada con una actitud más pesimista en cuanto a su futuro, en esta ocasión lo hacía de forma mucho más optimista: “Todo lo que empieza, termina. Y para este equipo, haber tenido la oportunidad de seguir abriendo 'Las tres puertas' ha sido una bonita aventura llena de historias de vida llenas de verdad. Gracias a todas las personas que han cruzado estas puertas con generosidad y gracias a los que nos veis por vuestras palabras de cariño semana, tras semana”.
En ese momento, Casado se levantaba de la silla y acariciaba orgullosa su barriga: “En lo personal, ha sido un viaje muy especial. Lo he hecho acompañada por Daniela, va a venir al mundo en unos meses y ya ven: una nueva vida, en un programa en el que precisamente se habla del paso del tiempo sabiendo que la vida vale mucho la pena, aunque a veces duela”.
Para acabar, dejaba en el aire el futuro del programa: “Así que ojalá nos encontremos de nuevo muy, pero que muy pronto. No olviden que detrás de cada puerta siempre hay una historia”.