La nueva entrega de Las Tres Puertas en La 2 contó con Juan y Medio, Sara Baras e Irene Villa en plató. María Casado habló con el showman, sobre trabajar con a tercera edad, con la bailarina sobre sus vida en los tablaos y con la deportista y escritora sobre las ganas de vivir.
Fue con esta última, con la que la presentadora se abrió para contarle un pasaje de su vida que nunca había hecho público. Todo arrancó, cuando Villa recordó la vivencia tan cruda de ser víctima de la banda terrorista ETA.
La invitada reflexionó sobre la importancia que tuvo su madre en su recuperación, y el hecho de cambiar el chip desde el minuto uno tras el atentado, cuando entender, perdonar y aceptar parecían verbos imposibles. Pero con empatía, saber hacer y sentido del humor pudo superar cualquier obstáculo.
A raíz de hablar de aquel atentado, Casado recordó que podría haber sido víctima de uno de los atentados más recordados por la dimensión de su alcance: el perpetrado en el centro comercial Hipercor de Barcelona el 19 de junio de 1987.
“En el año 87 yo vivía muy cerquita de Hipercor y aquella tarde íbamos a ir a comprar toda la familia. Íbamos a ir mi abuela, mi madre, mi tía, mis primos y yo. De hecho, mi tío se fue a trabajar pensando que estábamos todos allí”, empezó narrando.
Un viernes por la tarde que podría haberse convertido en una tragedia para la familia de la periodista pero el destino quiso que sus planes familiares cambiase. “Nos libramos, ¿sabes por qué? Porque a mi tía le dio un dolor de barriga. Cuando acabó de comer, algo le sentó mal y le dijo a mi madre ‘vamos a dejarlo para otro día'”, señaló agradeciendo aquel incidente.