En la gala anterior, MasterChef 11 perdió a una aspirante a cambio de otra, Claudia, la actriz italiana de 38 años. Pero en la entrega de este martes, el talent sí que despidió a una concursante para dejar un gran vacío: el de Merce.
Tras 11 años soñando con participar en el formato culinario, Pepe, Jordi y Samantha decidieron que fuera ella la que abandonara por un plato que casi le quemó en la prueba de eliminación. Pero, sobre todo, porque su experiencia empezaba a ser negativa al no sentirse bien en la convivencia.
“Necesito que me dejen en paz que no estén todo el rato mirando y cuchicheando”, pedía en los exteriores tras confesar sentir bullying por unos compañeros que no respetaban su descanso en casa.
Prueba de exteriores con “el más noble” y “el menos leal”
Los aspirantes viajaron hasta Cuenca para celebrar que la ciudad ha sido escogida Capital Española de la Gastronomía 2023. Allí, se dividieron en dos equipos. Ells mismos escogieron a los capitanes: Eneko por ser el más noble y Luca por ser el menos leal. El primero se vistió de rojo junto a Lluís, Álex, Pilu, David, Jotha, Merce y Francesc y el segundo formó equipo azul con Marta, Camino, Ana, Jorge Juan, Claudia y Fray Marcos.
Cada formación tuvo que elaborar un menú diseñado por Fran Martínez, cuarto finalista de la novena edición, para que degustaran 90 comensales. Entre los platos propuso un primer plato de calamar, tallarines y caldo; un segundo con arroz cremoso y un bizcocho de anís y naranja.
Durante el cocinado, Marta tomó el mando del equipo azul, mientras Luca le pedía que se “ubacara” al quitarle el puesto. Mientras que los rojos mostraban un compañerismo y una sintonía favorable para el cocinado. Algo que se dio la vuelta con el paso del tiempo, e hizo que el equipo de Eneko fuera mucho más retrasado y estresado que el otro.
Con todo ello, los jueces valoraron de forma positiva a Luca por ser “firme y mantener una disciplina”, algo que se trasladó a los buenos platos que sirvieron. Pero de los rojos no dijeron lo mismo: “Habéis tenido un gran capitán pero los platos tenían distintos puntos de cocción y varios errores”. Por lo que fueron los azules los ganadores.
Prueba de eliminación con el sueño truncado de Merce
Después, Eneko, Lluís, Álex, Pilu, David, Jotha, Merce y Francesc llegaron a las cocinas con los delantales negros. Hasta que propusieron a Eneko salvarse él o salvar a un compañero y subió directo al balcón.
Los siete restantes tuvieron que familiarizarse con las técnicas ancestrales de conservación de alimentos. Los chefs Riccardo Radice y Giulia Gabriele les contaron los secretos de estas técnicas. El reto consistió en cocinar un plato libre utilizando una de estas técnicas: ahumar, escabechar, encurtir, salazar, adobar o marinar.
Cuando se pusieron, manos a los fogones, Merce casi se quema al intentar escabechar con aceite hirviendo. Pero pocas más fueron las equivocaciones y arrancaron las valoraciones: Jotha entregó una ensalada “pobre” de salazón que tildaron de “morro que te lo pisas”, Pilu llegó con unos rábanos encurtidos “de los más ricos”, Lluís elaboró una cebolla encurtida “políticamente correcta”, Merce entregó un pollo al escabeche que “hacía daño a la cocina por estar crudo”, Álex hizo un canelón en escabeche “sabroso”, Francesc marinó un plato “que no estaba bueno” y David llevó un salmón ahumado “soso”.
Tras las valoraciones y la deliberación, Pepe sentenció: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Merce”. Ella se marchó alegre: “Me voy con mi familia y ya he estado en el programa de mis sueños. He pasado malos momentos, los últimos pero me voy orgullosa y con amigos”.