'MasterChef 12' expulsó a una aspirante que quería continuar frente a otra que prefería marcharse: “Estoy mejor fuera”
La cuarta gala de MasterChef 8 fue una de las más tensas hasta la fecha por una situación que se vivió entre los jueces y Tamara. Pepe bromeó con su valía en el trabajo que tiene fuera y ella aseguró que no sabía qué hacía en el programa porque “ni loca montaría un restaurante”.
Jordi Cruz se indignó con el comentario que tildó de “la declaración de intenciones más negativa en los 12 años del talent”. Además, le advirtió que si esa respuesta se la hubiera dado a él, ella estaría fuera.
Sin embargo, decidieron expulsar a Choco que sí quería continuar, antes que a Tamara. Lo que provocó la tristeza y rabia de algunos compañeros. Todo ello en una noche en la que también se jugaron el pin de la inmunidad y Blanca Romero acudió como invitada, donde aclaró su extraña expulsión en el Celebrity cuando muchos apostaban que ganaría.
Primera prueba con el “robo” del pin de la inmunidad por parte de María Lo
El primer reto de la noche lo planteó el Chef del Mar, Ángel León, que les descubrió ingrediente que puede revolucionar la alimentación, la soja marina. El reto consistió en hacer un plato utilizando un pescado y la soja marina.
Acabado el tiempo, las peores valoraciones fueron para María por un “puré grumoso”, Choco por unos buñuelos “mediocres”, Celeste por una salsa sin salsa, Maicol por un “mejunje que sabe a poco”, Tamara por una elaboración sin gracia, Gonzalo por un plato “terrible y horroroso” y Pulga por “destrozar el pescado” .
Mientras que los mejores platos los elaboraron Samya por un pescado “más evolucionado”, Ángela por una marinera “muy rica”, Alberto por acertar en la receta, Jose por su evolución, Pilar por un “guiso como el de la abuela” y David por “un paso adelante en su cocina salvaje”.
De entre los mejores, las más destacadas fueron Ángela y Pilar, a quienes dieron otra oportunidad para luchar por el pin de la inmunidad. Ambas tuvieron que enfrentarse a María Lo, pero antes les dejaron escoger entre ingredientes más fáciles pero menos tiempo de cocinado o más complejos pero más tiempo, el que no quisieran se lo dejaban a la ganadora.
Y aunque las dos pusieron muchas ganas, fue imposible vencer a María Lo que volvió a asombrar a los jueces con su valoración (incluso a ciegas), por lo que ninguna se llevó el pin de la inmunidad.
Prueba de exteriores con una capitanía “nefasta” y otra “muy buena”
La prueba de exteriores por equipos tuvo lugar en Guadalajara, con un menú para 100 invitados que cocinaron en el Palacio del Infantado, sede actual del Museo de Guadalajara.
Jose y Maicol fueron los capitanes de los siguientes equipos: el primero se vistió de rojo junto a Ángela, David, Samya, Gonzalo, Pulga y de azul fueron Choco, Pilar, María, Celeste, Alberto y Tamara.
Ambos equipos elaboraron las mismas recetas para presentar un delicioso menú repleto de los sabores propios de la gastronomía alcarreña.
Acabado el servicio, llegó el momento de la valoración. Los jueces tildaron de “nefasta” la capitanía de Maicol pero sobre el resto de su equipo rojo señalaron que habían tenido “una actitud muy buena”. En cambio, a Jose le felicitaron por una capitanía “muy buena”, mientras que el resto de los azules también lograron platos “muy ricos”.
Por todo ello, los ganadores fueron los azules Jose, Ángela, David, Samya, Gonzalo y Pulga.
Prueba de eliminación
En la eliminación, Maicol, Choco, Pilar, María, Celeste, Alberto y Tamara encontraron una manzana bajo la Caja Misteriosa. La restauradora y cocinera Cristina Oria les presentó platos con manzana que tuvieron que replicar, como la tarta tatín, el milhojas de foie mi cuit con manzana verde y anguila ahumada o el bacalao confitado con crema de manzana y apio.
Pero antes de empezar el cocinado, Pepe habló con varios de los delantales negros para saber qué había ocurrido en la prueba anterior. Al preguntarle a Tamara, ella dijo que escogió al equipo rojo porque prefería ir a eliminación ya que en el balcón es estar aburrido.
“¿Lo mismo haces con las finanzas?”, preguntó Pepe refiriéndose a su trabajo fuera del talent, donde es asesora. Algo que ofendió a la aspirante por poner en duda su valía y le dijo que eso estaba fuera de lugar. La conversación continuó, hasta que el chef le preguntó si ella quería abrir un restaurante y fue tajante:
“Ni loca montaría un restaurante, tengo un marido, un hijo, una vida y vale más que dejarme la vida en un restaurante. Ahora, otro negocio relacionado con la hostelería sí...”, palabras que interrumpió Jordi enfadado: “En estos 12 años que llevamos haciendo el programa, es la declaración de intenciones más negativa que he escuchado”, aseguró.
Para añadir lo siguiente: “Porque estás hablando con Pepe, si estuvieras hablando conmigo estarías saliendo por la puerta porque me ofende lo que has dicho. Mucha gente ha querido entrar, lucha por estar aquí y aquí formamos chefs. Creo que has respondido a lo loco, desde el enfado y sin pensar demasiado”.
Pero Tamara, en los totales, continuó en la misma línea: “Estoy mejor fuera que dentro. Me considero una persona super afortunada, tengo una casa maravillosa, un marido super comprensivo que me consiente, no me gusta rodearme de cerdos y no sé qué hago aquí aguantando tonterías”.
Pasado el momento de tensión, empezó el cocinado. Un cocinado que Jose paralizó a Tamara durante 5 minutos porque le dieron la oportunidad y también se sentían ofendidos por su comentario. Ella se lo tomó bien.
Llegado el momento de la cata, los jueces disfrutaron con el postre “delicioso” de María, los buñuelos de Celeste estaban correctos, no como la tarta tatín de Choco que presentó “muchos problemas”, Alberto entregó una crema de manzana “crudita”, en cambio la de Tamara estaba “muy bien hecha” aún sin 5 minutos de cocinado. Lo que “suavizó” lo ocurrido anteriormente.
A Maicol le aplaudieron el milhojas de foie que le dejó sorprendido y a Pilar su bacalao confitado por un plato “sencillo y rico”.
Por lo que, pasada la tensión y tras la deliberación, los jueces sentenciaron: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Choco”. Una decisión que dejaba a todos con lágrimas en los ojos y algunos con rabia por despedir a alguien que quería continuar, frente a Tamara que había confesado que quería marcharse.