Masterchef Celebrity 6 ya tiene a sus finalistas: Juanma Castaño y Miki Nadal, que se ganaron su puesto en la prueba de exteriores, y Belén López y David Bustamante, que lo lograron in extremis en una prueba de eliminación que se llevó por delante a Carmina Barrios, “la aspirante más querida”.
Durante la noche, otro de los momentos que llamó la atención fue la visita de Pitingo, que hizo “trampas” para ayudar a Bustamante, pero Pepe, Jordi y Samantha se dieron cuenta y anularon su participación.
Todo ello en una semifinal que desveló el futuro de Verónica Forqué en el talent, que había estado en el aire desde la semana anterior. “No soy de tirar la toalla pero esta vez hay que ser humilde y decir que no puedo más”, dijo la propia actriz para pedir su eliminación. Algo que lamentaron los jueces, pero no tanto sus compañeros.
Primera prueba con las trampas de Pitingo
En plena semifinal, el jurado quiso demostrar que todavía puede sorprender a sus aspirantes. Nada más entrar en las cocinas, todos descubrieron una cinta transportadora por donde aparecieron los ingredientes a utilizar para elaborar un plato de casquería en 75 minutos. Los semifinalistas tuvieron que ser ágiles y rápidos para cogerlos, antes de que se les cayeran a un cesto y no pudieran recuperarlos.
Lo que no sabían es que sus elaboraciones iban a conquistar el paladar de unos invitados muy especiales: sus amigos. Desde Antonio Carmona y Pitingo, a Berta Collado, Gemma Mengual, José Ramón de la Morena, Felisuco y Vicente Amigo, entre otros aparecieron en el programa para probar los platos y puntuarlos.
Tras ver los votos, fue Bustamante el que se alzó como el mejor de la prueba. Eso sí, lo logró con una trampa de su amigo Pitingo que cambió el color de su tarjeta en el último momento, por darle el impulso al cantante. Algo que detectó el jurado para finalmente dar la victoria a Juanma Castaño, que con esas trampas había quedado en segundo lugar.
“Lucha titánica” en la prueba de exteriores con 2 finalistas
Para la penúltima prueba de exteriores de la edición, los aspirantes se trasladaron hasta DiverXO, la cocina de Dabiz Muñoz. Allí, para ganar una plaza en la final, se dividieron en dos equipos: un equipo liderado por Carmina con Miki y Juanma, y otro con Bustamante y Belén.
Tuvieron que elaborar un menú de cuatro platos para 15 chefs madrileños: un entrante, un primero de pato azulón, un tercero de bogavante gallego y un postre que consistía en risotto de mantequilla tostada. El cantante decidió que su equipo se encargaría del primero y el tercero, mientras los otros harían el entrante y el segundo.
Durante el cocinado, Bustamante perdió los nervios y se vino abajo. Carmina tuvo tiempo hasta de comerse los ingredientes. A Juanma le nació la creatividad. Belén se perdió con los tiempos. Y Miki se mostró confiado de su trabajo.
Así que tras servir el menú y ver a los comensales contentos, el jurado hizo su veredicto individual. Felicitaron, en especial, a Castaño por ser “el alma y líder de la cocina”. También aseguraron haber “disfrutado viendo trabajar” a Miki. Por lo que ambos se convirtieron en los primeros finalistas.
Por otro lado, sobre Carmina señalaron que no había sido su mejor día, “de actitud muy bien pero sin llevar bien la capitanía”. Tampoco estuvo acertado Bustamante y su “ataque de nervios”. Ni Belén que mostró “caos y reinterpretó los platos”. Así que los tres fueron enviados a la prueba de eliminación para convertirse en finalistas.
La prueba final con el adiós de Carmina Barrios
Belén, Bustamante y Carmina regresaron a las cocinas vestidos con el delantal negro. Los tres tuvieron que ganarse el pasaporte a la final en una prueba de dificultad y precisión: con alta repostería y sin margen de error.
A las cocinas llegó uno de los maestros reposteros más aclamados y reconocidos del mundo: Ricard Martínez, que les propuso reproducir una de sus creaciones de anís, con miel, whisky, hierbas aromáticas y gelatinas, en 90 minutos.
“Una prueba final compleja, sobre todo, para Carmina” reflexionaban los jueces desde la distancia. En cambio, de Bustamante y Belén señalaron que sus nervios también podían jugarles una mala pasada. Pasado el tiempo, dieron paso a la cata:
Carmina no hizo una reproducción exacta pero le aplaudieron su “actitud, su garra y su lucha hasta el último momento” con unas palabras que emocionaron a todos. Hasta a ella misma se vino abajo y se quedó en brazos de Samantha. Le siguió Belén, que entregó un plato con “un problema de proporciones pero bien hecho”. Y concluyó con un “sufrido” Bustamante, que “decepcionó” a Jordi Cruz al entregar un plato poco digno de la semifinal.
Tras la deliberación, Pepe sentenció: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Carmina”. La decisión provocó las lágrimas de todos los compañeros, mientras ella solo tenía buenas palabras para la experiencia culinaria.
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