Los Chunguitos se habían ido escapando de las pruebas de expulsión - cuales Houdini, como les bautizó Jordi Cruz- hasta que en esta quinta semana de Masterchef Celebrity 4 la vivieron por primera vez y supuso su marcha.
En realidad, los jueces expulsaron solo a Juan pero su hermano no quiso seguir el concurso sin él y pidió marcharse voluntariamente.
Además, el talent culinario vivió otro momento histórico: que un comensal pidiera repetir plato. Y este fue Raphael.
Los repetidores, Boris y Anabel, demuestran sus dotes
Los aspirantes tuvieron una hora para preparar un plato libre con crustáceos vivos que tuvieron que matar - y las redes se llenaron de quejas- como el bogavante, el cangrejo real ruso de Kamchatka, la nécora o los camarones.
Jordi Cruz les mostró como se sacaba toda la carne sin maltratar el producto pero casi ninguno logró replicar el resultado del chef.
Los Chunguitos presentaron unos langostinos “mal hechos, con un guiso aparte que no les dio gusto”. Álex llevó un tartar de langosta “sin sabor”. Más acertada estuvo Almudena con una “preciosa idea” para su nécora pero le sobró grasa. A Yolanda se le quemó el cocinado y a Tamara le “salió mal”. Avellaneda presentó “un plato bonito pero que no se podía comer”, Vicky puso demasiada nata al buey de mar y Félix maltrató la cigala con mucha mayonesa. Ana Milán demostró nuevo aprendizaje pero no suficiente.
Anabel practica submarinismo en las cocinas
El otro lado de la moneda lo vivieron Boris y Anabel, los repetidores que mostraron mucho más nivel. El escritor hizo un centollo con “trabajo sesudo” y la actriz presentó un cangrejo azul que fue una “gran revolución”.
Y aunque ambos hicieron los mejores cocineros, solo él ganó la inmunidad que le permitía librarse de la expulsión.
Prueba de exteriores con un momento histórico
El programa de TVE se trasladó al Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia desde el que los aspirantes cocinaron un menú saludable para Raphael, su manager, y el resto del equipo antes de su concierto.
Boris y Anabel se convirtieron los capitanes de los dos equipos. Él se vistió de rojo igual que Avellaneda, Tamara, Vicky y Los Chunguitos. Mientras que ella apostó por el color azul como Ana, Yolanda, Félix, Álex y Almudena.
Entre todos sirvieron ajoblanco con sardina marinada en ponzu, raviolis de brazuelo de ternera y guiso de osobuco y alcachofas con tinto Utiel-Requena, entre otros platos. Y el primero de ellos hizo historia porque Raphael pidió repetir. “Por primera vez en Masterchef un comensal ha pedido repetir plato y ha sido el mismísimo Raphael”, exclamaba Samantha.
Boris, Félix y los celos de Jordi
Los responsables de ese plato fueron los aspirantes del equipo azul al que daba “gusto verlo trabajar”, dijeron los jueces, gracias a una capitanía con buenos tiempos y reparto de tareas.
Pero no todo fueron buenos momentos, sobre todo para un equipo rojo que desquició a Boris. “Nunca lo he visto así”, decía Vicky tras verle contestar a los jueces y no atender a los tiempos de cocinado. Por lo que los jueces decidieron que ellos fueran a eliminación.
Primera y última prueba de expulsión de Los Chunguitos
Avellaneda, Tamara, Vicky y Los Chunguitos se sometieron a una prueba de eliminación en la que tuvieron que demostrar su habilidad con el cocinado del huevo.
Cada uno tuvo que realizar tres elaboraciones: un huevo frito con puntilla y yema líquida, una tortilla francesa jugosa por dentro y un huevo poché con la clara bien cuajada.
Los huevos especiales de Los Chunguitos
Tamara fue la mejor de las tres y se salvó de la deliberación. Vicky también había destacado con la tortilla igual que Avellaneda con el poché.
Por lo que los jueces decidieron que fuera Juan el aspirante que no continuara en las cocinas de Masterchef. Pero al dar la noticia, Jose decidió irse detrás: “Si mi hermano se va yo también me voy. Siempre estamos juntos, yo me quiero ir con él”.
Los Chunguitos se despiden de las cocinas en pareja
“Esto no ha pasado nunca” señalaba Pepe que a su vez lo entendía y les agradecía su actitud: “Gracias porque siempre que os hemos hecho valoraciones negativas las habéis recibido con una sonrisa”.