Los espectadores de MasterChef 10 fueron testigos este lunes 4 de julio del momento más complicado de David, que tuvo que abandonar puntualmente las cocinas durante la prueba de exteriores al sufrir una crisis de ansiedad por la presión. Una situación de la que pudo reponerse pasados unos minutos, y en la que recibió el apoyo de jueces y compañeros.
Ocurrió en el reto que organizó el talent de TVE y Shine Iberia en el espectáculo WAH Madrid, que consistía en elaborar un menú “musical” para los artistas del show. La elaboración de los bombones de vaca y parmesano por parte del equipo rojo se le atascó al aspirante, que explotó cuando se acercaron Jordi Cruz y Pepe Rodríguez a interesarse por el avance de los entrantes.
“Me estoy poniendo de los nervios. Se me está cruzando el cable, me está saliendo el demonio”, dijo de pronto David ante los jueces. “Espérate que me relaje, que me está saliendo el demonio. Voy loco perdido hoy”, le dijo a Pepe, que ya empezaba a hacer intentos de calmarle.
En ese momento, el concursante admitió que no podía más y se apartó de la cocina. “No puedo, no puedo. Tengo que parar un momento”, dijo, afirmando que “se me está cruzando el cable”. Ya en los totales grabados a cámara, el emprendedor madrileño reveló que “tenía una ansiedad del carajo y no quería irme, pero tuve que largarme de la cocina porque la iba a liar”.
Tras darle su espacio, Jordi se acercó a él para quitarle hierro al asunto e intentar tranquilizarle. “No me sale y estoy agobiado”, apuntó David. “Eso se llama presión, y la presión quiere salir. No pasa nada”, le dijo el juez, que le recomendó retomar el ritmo en la cocina con tranquilidad: “Ponte a hacer esa tarea de forma repetitiva y piensa en hacer eso. El trabajo mecánico ayuda a mantener la mente en blanco. Venga, David, que tú eres una máquina”, le animó. También le ayudaron sus compañeros de equipo, Claudia y Adrián.
“Tengo un demonio dentro y precisamente por eso medito, por eso hago deporte y por eso llevo una vida organizada. Tengo un carácter muy explosivo y tengo que controlarlo. Soy consciente del demonio que tengo dentro, que para unas cosas me viene muy bien y para otras es nefasto”, explicó David también a cámara.
Ya en la valoración final, Jordi Cruz sacó el tema: “David, has tenido una reacción que en estas once semanas no habíamos visto”. “No lo había sentido nunca aquí, y antes de decir algo malsonante prefiero irme, respirar y controlar a esa parte de mí que voy aprendiendo a controlar”, apuntó el aspirante, que fue felicitado por el juez: “Tengo que felicitarte después de escucharte porque controlar el bicho, el Gollum, no es fácil”. Pese a ello, su equipo perdió la prueba y fue directo a eliminación.