Masterchef 7 se estrenó en TVE con los 16 niños escogidos entre un casting de más de 6.000 en el que ya empezaron a destacar algunos como favoritos de los jueces y otros de las redes.
María y Leo fueron los dos primeros salvados que reunieron más puntos que el resto, mientras que Albert se convirtió en la revelación del estreno inundando las redes con sus frases.
La parte menos agradecida del talent se la llevaron Álex, Marta y Silvia al ser los eliminados de la primera entrega.
El casting definitivo y feminista
Como ya viene siendo habitual, el estreno arrancó con un repaso de lo que ha sido el exigente casting del programa en el que buscaron a los mejores cocineros de entre 8 y 12 años.
Se presentaron más de 6000 niños a las pruebas de selección de los que solo fueron escogidos 16: Albert, Aitana, Vega, Bosco, Daniela, Lucia, Marta, María, Lucas, Candela, Silvia, Dani, Leo, Juan, Lu y Álex.
Todos ellos entraron a las cocinas y saludaron a los jueces, quienes les preguntaron algunos datos para ir perfilando a cada concursante: la primera en hablar fue María que confesó haberse hecho “muy amiga” de Josetxo (el último ganador infantil) en el campamento de cocina y él “le pidió para salir”. Pero el noviazgo no llegó a nada porque ella es de Valencia y él de Madrid: “Nunca nos íbamos a volver a ver”.
Candela llevaba cocinando desde los 5 años, Leo aseguró que el plato que mejor le salía era un tataki de salmón, Albert se declaró fan de Paco Martínez Soria, Silvia explicó que empezó a cocinar con su abuela y dijo que estaba soltera porque tener novio es muy estresante: “Para hacer feliz a otra persona me hago feliz a mí misma”, dijo y las redes aplaudieron su frase.
La inolvidable presentación de Albert
Entre otros, Bosco contó que había vivido en Los Ángeles, Lucía que ha escrito dos libros y tiene un canal de Youtube, Carolina declaró que su amor platónico era Jordi y Aitana señaló que sus padres son colombianos y que le gusta la cocina es más tradicional.
Primer reto: un desayuno completo y saludable
Para darles la bienvenida a las cocinas, los aspirantes abrieron su primera caja misteriosa que contenía un despertador. El aparato les dio una pista de lo que debían hacer para convencer por primera vez a los jueces: “Cocinar un desayuno completo y saludable para empezar bien el día, con cereales, frutas lácteos y proteínas”, desveló Samantha.
Una vez acabado el tiempo llegó el turno de presentar sus elaboraciones. De la macedonia de Aitana dijeron que “faltaban hidratos y algo más de trabajo” aunque estaba “rico”. Las tostas y el queso fresco de Marta señalaron que “se le había quemado”, mientras que el de Álex era todo lo contrario a lo sano con tortitas, huevo y jamón que “pecaba de estar demasiado hecho”.
María, Lucas y Aitana eran los siguientes. La primera entregó crepes con sirope de chocolate con “pintón y mucho trabajo”. Aitana se emocionó al dedicarle su plato a una amiga y le valoraron “la imaginación”. Él sorprendió a los jueces al mezclar “cereales, con leche y cilantro” y le criticaron el que faltara más “pensamiento”.
Juan y su estrecha relación con Dios
Leo entregó hasta tres tipos deferentes de tostas que aplaudieron pero le advirtieron que con su talento le exigirían más que al resto. Dani entregó “dos dedos de grasa” como una bomba de calorías.
Segundos después llegó Lucía con huevos tostadas y miel, que “no estaba malo pero podía hacer más”. Albert, en cambio, presentó “todo lo que habían pedido para un desayuno”. A Candela le “faltó algo de aliño y sentido común”.
Vega les acercó unos cereales con chocolate blanco “que se le había quemado”. A Juan le elogiaron el emplatado. Silvia hizo un bizcocho “riquísimo” pero faltó algo “salado”. Mientras que a Bosco le subrayaron su “gran mérito” por haber cocinado con una sola mano.
Los cuatro puntos se los llevó Leo, Bosco se quedó con dos, Albert con tres, los cinco fueron para María y los seis, más el viaje a Marrakech se los concedieron a Lu.
Prueba de exteriores con lío de capitanías
Lu y María se convirtieron en las primeras capitanas de la edición. La suerte hizo que con Lu fueran vestidos de azul Dani, Marta, Vega, Lucia, Juan, Lucas, Candela, mientras que el equipo rojo de María se formó con Albert, Aitana, Bosco, Álex, Leo, Silvia y Daniela.
El reto consistió en cocinar un menú “muy navarro” con entrante, principal y postre para 90 comensales. Pero antes de empezar a cocinar ocurrió algo que no se había visto hasta ahora: el equipo de María quiso rezar para que saliera todo bien.
Al ser la primera prueba en exteriores, algunos no llevaron bien la capitanía de otros, como Candela que no dejaba de mandar y el resto le pedían que dejara de hacerlo. Mientras que en el otro equipo, María acabó llorando porque parecía que no les daba tiempo a acabar.
Finalmente, todos los platos salieron y los jueces les felicitaron. Los miedos de María se desvanecieron al saber que sus plegarias habían sido escuchadas y que su equipo era el ganador.
Triple expulsión dramática
Para la última prueba los aspirantes tuvieron que replicar uno de los tres platos navideños que propusieron los jueces: sopa de galets, besugo al horno y pechuga de pularda rellena.
María y Leo, que eran los que más puntos habían sumado y estaban salvados, fueron los que escogieron los platos que debía cocinar cada compañero.
La presión de ese último reto, en el que iban a eliminar a tres de ellos provocó que varios se vinieran abajo y perdieran tiempo entre lágrimas.
Llegado el momento de la cata, Daniela fue la primera en presentar su besugo “con un punto de cocción algo pasada pero con mucho mérito y un buen emplatado”. La sopa de galets de Silvia estaba tan dura que parecían “canicas”. Dani contentó a los jueces con una pularda que estaba muy “rica”.
Lucía les dejó probar su besugo “jugoso en su punto”. Aitana tuvo críticas que le hicieron llorar al creer que le iba a salir mejor. Albert hizo una pularda que no le gustó ni a él porque estaba “seca y achicharrada”. Lucas, que hizo el mismo plato, sí que logró tanto “una estética bonita como una carne perfecta y equilibrada”.
Lu también presentó una carne “seca con una salsa que parecía una sopa”. Bosco les dejó probar una sopa de galets “crudas”. Candela y su besugo navideño se llevó elogios por estar “perfecto de puntito”. Vega y sus galets gustaron por la presentación pero con una pasta cruda. Juan presentó un besugo “muy bien cocido”. Mientras que el besugo de Álex tuvo el mismo ánimo que él, bajo. Y no pudo reprimir las lágrimas. Para acabar, Marta conquistó con su pularda y el punto de sal.
Silvia, Alex y Marta finalizan su aventura en las cocinas
Tras las valoraciones, los jueces decidieron que Candela se llevara la máxima puntuación, y por el contrario, Álex, Silvia y Marta obtuvieran los mínimos puntos y tuvieran que abandonar en la primera entrega. Ninguno pudo reprimir las lágrimas y el resto de compañeros corrió a abrazarles.