Es habitual que personalidades relevantes de todos los ámbitos se pasen por las pruebas de exteriores de MasterChef para promocionar causas importantes o simplemente para participar en el talent show como comensales. No lo es tanto que invitados de la talla de Joan Manuel Serrat se cuelguen el delantal y se metan en la cocina junto a los aspirantes, tal como ocurrió este lunes en la gala 4 de la décima edición.
El cantautor visitó el programa de TVE como socio y embajador de Médicos sin fronteras, aprovechando la comida solidaria que MasterChef 10 organizó en su reto por equipos por el 50º aniversario de la organización. “Ser solidario es una forma de vivir, ya que los unos siempre necesitarán a los otros”, comentó Serrat sobre su labor más allá de la música, al tiempo que opinó que “cuando el tema está de actualidad nos sentimos más afectados por las cosas, pero a medida que la noticia va desapareciendo, parece que la solidaridad también desaparece”.
Según apareció por las cocinas, la concursante Julia sorprendió al artista al enseñarle un tatuaje que porta en su honor. “Maestro, tengo un tatuaje con una frase suya”, le dijo de pronto, despojándose de la camiseta para mostrarle la frase “Mi Kuerpo será Kamino” que lleva inmortalizada en su espalda. Sin embargo, la gran sorpresa se la llevaron los 'cocinillas' cuando Serrat se metió con ellos entre fogones.
Serrat se metió entre fogones
“¿Si te consigo un delantal, cocinarías con los aspirantes?”, le preguntó Samantha Vallejo-Nágera. Y dicho y hecho. “Cuando mi padre vea que estoy cocinando con usted, va a flipar”, le dijo Verónica, que compartió con el invitado algunas elaboraciones del menú libanés. Serrat fue uno más entre los cocineros, pero confesó que no se vería como concursante de MasterChef Celebrity: “No, porque sería un abuso”, bromeó.
Además, el 'maestro' se mostró cómplice con los aspirantes y comentó con ellos su retirada de los escenarios, e incluso se comprometió a invitar a una de sus fans a un concierto. Pero para concierto, el que improvisó en mitad del cocinado, cantando unos versos de Mediterráneo para los participantes.