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“¡Las manos arriba!”: Nos colamos en el casting de los nuevos miniChefs

Casting de MasterChef Junior 6

Laura Pérez / Blanca Montoya Gago

La nueva edición de MasterChef Junior 6 ha puesto fin a los castings presenciales este pasado miércoles, en Málaga. Su primera parada fue Barcelona. ¿La segunda? Madrid y allí estuvimos para contaros todo lo que hemos visto.

Además, esta prueba ha contado con la visita de Daniel, exparticipante de MasterChef 6, y de Gonzalo, finalista de MasterChef Junior 5.

Tras varias jornadas de pruebas en la capital, el programa viajó, también, hasta Valencia y a la ciudad malagueña para seguir buscando a los próximos chefs que entrarán en el talent culinario.

Un casting repleto de ilusiones, ganas y nervios

Eran las diez de la mañana cuando los futuros aspirantes comenzaron a hacer cola en un hotel de la capital madrileña, donde cerca de ochenta niños y niñas esperaban junto a sus familiares. Casi se podían palpar los nervios, la ilusión y las ganas de conseguir entrar en el concurso.

Vídeo: así se desenvuelven los pequeños de MasterChef Junior 6 360

En la fila nos encontramos a niños de todas las edades. Además de hermanos y hermanas, primos y primas e incluso, algunos que se presentaban por segunda vez al casting del programa de cocina.

Durante la espera, nos acercamos a varios aspirantes que nos confesaban que su juez favorito era Pepe porque “es muy divertido” exclamaban.

“3, 2, 1 a emplatar” comienza el juego

Previamente a esta prueba presencial, hubo un proceso de selección a partir de un “expediente bastante largo para demostrar su nivel dentro de la cocina” explica Esther González, directora del casting.

Cerca de siete mil niños enviaron su expediente” declara. Los padres son los encargados de rellenar el extenso cuestionario con datos personales y vídeos de los niños y niñas cocinando. Además de mandar fotos de sus platos.

Concretamente, en esto consistió la segunda prueba a la que se presentaron los jóvenes cocineros y cocineras. Tenían que traer sus platos ya preparados de casa y emplatarlos delante de los jueces.

A la voz de “3, 2, 1 a emplatar” comenzaba el juego. Así se abría el momento más esperado del día. Los futuros aspirantes tenían unos minutos para emplatar los platos que traían desde sus casas. Al tratarse de una cata en el momento, era recomendable seleccionar alimentos fríos.

Una vez emplatados, los jueces se iban acercando niño por niño para catar y hablar con ellos sobre cuáles eran sus conocimientos de cocina, cómo habían elaborado el plato elegido o si les gustaba.

Cuenta González que “en función de esa información, nos juntamos y deliberamos para repartir las cucharas”. De esta forma, los aspirantes que recibían el utensilio de cocina pasaban a la siguiente ronda.

De los nervios iniciales a las risas y las confesiones

El momento de más nervios ya había pasado para dar lugar a charlas y risas entre los aspirantes. Había todo tipo de platos, desde tartaletas a tartas de oreo e incluso sushi. Pero no todo quedaba en un emplatado simple, si no que los había que iban más allá y se lanzaban a utilizar sopletes o sifones.

E incluso nos encontramos con confesiones: “yo vengo desde Santander” nos contaba una niña. Algunos de los futuros aspirantes, junto con sus platos, habían viajado durante horas para llegar a la prueba. “Con el viaje la gelatina de mi plato se ha roto, pero no pasa nada. Lo he intentado solucionar” explicaba.

Los niños cada vez se ven más seguros y sueltos” explica Miguel Arriaga, jefe del equipo culinario. “Elaboran platos tradicionales que adaptan a los que ven en las anteriores ediciones de MasterChef”.

El Arriaga prosigue contando que están viendo “mucha cocina tradicional”. Afirma que le sorprende que los jóvenes aspirantes “intentan traer lo extranjero hasta lo tradicional”.

Un ingrediente secreto será el punto final de la prueba

Pero, ¿en qué consiste el último reto? Los futuros y futuras concursantes tienen una hora para cocinar un plato de principio a fin delante de los jueces. Eso sí, no será un plato elegido por ellos, si no que a partir de “un ingrediente secreto” deberán de echar de mano de su imaginación.

A finales de año, coincidiendo con las navidades como en anteriores ediciones, sabremos si algunos de los aspirantes que hemos conocido estarán en la selección final que se desarrollará en el primer programa de MasterChef Junior 6.

Quién sabe si quizás dentro de unos años, alguna de las jóvenes promesas del programa se alza con una estrella Michelín porque como cuenta Esther González: “Han cambiado sus ídolos”. “Ya no son futbolistas o cantantes, además, ahora también son grandes cocineros” afirma.

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